Sunday, January 20, 2008

"El Papa negro" sorprende a todos

Para este día del Señor que se presenta movido en Roma, con la presencia de numerosos fieles dispuestos a desagraviar al Papa por el feo de la Universidad de La Sapienza. La noticia que le sigue en orden de interés es la elección del nuevo Prepósito General de la Compañía de Jesús. El español Adolfo de Nicolás, elegido ayer tiene a sus espaldas 71 años. Ahí es nada. Una edad en la que cualquier trabajador disfruta de un merecido descanso.

Para que vean ustedes lo que son las cosas. Estos soldados de Dios se empeñan en seguir batallando por todas las fronteras sobrepasada la edad dorada. Es algo que conviene destacar porque también atañe a muchos purpurados e incluso al mismísimo Santo Padre. Todos ellos siguen en activo desafiando las lógicas mundanas.

Como esto de aventurar el futuro es una solemne tontería, lo mejor que se puede hacer es desear buena suerte a este venerable jesuita que toma el relevo del “Papa negro”. Unos dicen que es progresista, con énfasis en el término para que nos lleve a pensar maliciosamente en la tan denostada teología de la liberación.

Otros afirman que parece un nombramiento para la continuidad y que ha caído como un jarro de agua fría en el Vaticano.

A mí por lo general me caen bien todos los religiosos. Son gente que hace donación de su vida a fondo perdido. Entiendo que siguen otros parámetros alejados del “mundanal ruido”.

Los jesuitas hace mucho que decidieron jugarse el cuello por la justicia y el compromiso con los más desfavorecidos. Seguramente olvidaron por el camino que “no sólo de pan vive el hombre”.

En realidad conjugar la fe con el compromiso social es todo un desafío. Pero aún así, es preferible pensar en positivo, aunque algunas afirmaciones de ciertos jesuitas me provoquen desazón.

En cualquier caso sería deseable ver resurgir a la compañía, de ese “invierno eclesial” que tiene ateridos los huesos de tantos esforzados seguidores de Cristo. Por el bien de la iglesia y de la sociedad. Estamos iniciando un siglo que es como estar al albor de una nueva primavera. La vieja Europa es un roble milenario que necesita sabia nueva. Y aquí llegan en goteo permanente emigrantes de todos los continentes. Buscan el confort de una sociedad de bienestar, pero también tienen hambre de Dios. Hoy más que nunca Europa es tierra de misión. Y el padre Adolfo Nicolás es un misionero de Japón que lleva la mayor parte de su vida en Asia.

Pues que vengan a nuestras tierras esforzados misioneros. A ver si estas fuerzas de élite de la iglesia nos dan la sorpresa mediante esa sabiduría oriental que debe poseer su nuevo superior.

Por lo pronto algunos ya aventuran extrañas conjeturas. Y no deja de ser poco prudente valorar como se desarrollarán los acontecimientos. De lo que podemos estar seguros es que los jesuitas seguirán en la frontera, innovando como siempre lo han hecho, de manera que puedan adaptarse a su tiempo.

Yo le deseo lo mejor a toda la Compañía de Jesús. Mi enhorabuena para el padre Adolfo Nicolás a quien seguramente conocerá con detenimiento nuestro compañero blogger el padre Juan Masiá. Ya sé que la combinación no gustará a algunos. Pero el gigante de la fe que fue San Francisco Javier, añoró convertir Japón y de allí salió el padre Arrupe para conducir la Compañía, y de allí ha salido ahora el nuevo Prepósito de la orden. Así es que las semillas del navarro, siguen germinando en tierra buena. Pues demos gracias a Dios. Y feliz domingo para todos.

Carmen Bellver
Católica, laica, convencida de que la fe libera y humaniza al individuo. Diplomada en Ciencias Humanas, Maestra de Audición y lenguaje, ejerce la docencia en un Centro público

Fuente: El periodista Digital

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