El provincial de los jesuitas de Paraguay, padre Carlos Canillas, lamentó la apatía del pueblo manifestada en todos los ámbitos. “La situación social y política del país da pena y no hay un despertar para hacer escuchar la voz. No vemos a un pueblo organizado, que rechaza o proteste”, dijo.
El padre Canillas, graduado en ingeniería civil, participa actualmente en Roma de la 35° Congregación de la Compañía de Jesús que elegirá al nuevo padre superior y al mismo tiempo revisará la presencia de los jesuitas en el mundo globalizado, en un momento en que la Iglesia y sus movimientos pierden espacios.
Según el sacerdote, más que nunca se debe revisar el trabajo que realizan los sacerdotes con los laicos, porque hay una lamentable apatía que incide en el protagonismo en la sociedad.
En Paraguay trabajan actualmente 80 jesuitas, de los cuales más del 50 por ciento son paraguayos.
Al referirse al protagonismo actual de la congregación en el país, Canillas dijo que la realidad del Paraguay cambió, así como la situación social y política.
Hoy cuesta más organizar a la gente. La situación social y política del país da pena y no hay un despertar del pueblo para hacer escuchar su voz. No vemos a un pueblo organizado, que rechaza o proteste. “Vivimos una apatía muy grande que se manifiesta en todos los ámbitos.
Hay indiferencia hacia la fe, hacia lo social, político, porque parece que hay pérdida de esperanza. Hay un desánimo que nadie quiere ir a votar porque ve que no vale la pena, se duda de todo. Y esto hace que cueste trabajar con la gente. No hay esa respuesta de antes”, apuntó.
En el ámbito espiritual afecta menos porque muchas personas aún ven en la fe como paliativo a sus problemas o como una búsqueda para solucionar sus problemas, cuando que estas realidades deberían ser enfrentados desde la organización, con la lucha, y todo dificulta el trabajo para dar la respuesta al pueblo.
“Los sacerdotes jesuitas que activan en el Bañado Sur hablan del trabajo que realizan con la gente para que no venda sus votos, para que no entregue sus cédulas, pero a la hora de la verdad, entregan porque dicen que tienen hambre. Dicen que la necesidad los traiciona”, apuntó.
A pesar de todo –resaltó– el compromiso de la Compañía será siempre la persona. Agregó que el mundo globalizado hace que el modo de ser de la persona cambie.
Citó el caso de Bolivia, que a pesar de ser un pueblo mayormente indígena, es más organizado y hasta llegó a instalar a un presidente indígena, sin afirmar que sea el mejor presidente.En el país vecinos hay luchas y hasta enfrentamientos; pero hay gente que piensa, y son indígenas, mientras, nosotros seguimos diciendo que estamos más adelantados, pero no tenemos las posibilidades de ellos.
Agregó que Bolivia es un país inhóspito y duro. La tierra no es buena y no es tan favorable; sin embargo, producen porque exigen a sus autoridades las condiciones para trabajar. Aquí en Paraguay, tal como dijo un analista, seguimos dependiendo de la lluvia, a tal punto que un economista dijo que el crecimiento económico del año pasado se debió al clima.
Estos factores de la ecología, la globalización, influye en el accionar de la personas. Finalmente, Canillas propone trabajar más de cerca con las personas en las comunidades de base para que el laico tenga más protagonismo y sea factor de cambio.
ABC Digital
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