Hoy, 13 de agosto, la Iglesia de Roma conmemora el traslado de las reliquias de SAN PONZIANO, Papa, a la cripta de los Papas en el cementerio de San Calixto, y SAN HIPÓLITO, Sacerdote, al cementerio de la vía Tiburtina. Ambos, fueron desterrados a trabajos forzados a las minas de Cerdeña, muriendo en el año 235. Fueron sepultados el 13 de agosto de este año. El Papa Pablo VI, el 13 de Agosto de 1969, autorizó que la celebración de ambos mártires, que durante el medioevo se tuviera por separado, se realizara el mismo día, el 13 de agosto de cada año, volviendo así estos mártires a unirse en su fiesta como lo estuvieron en el martirio. Unidos, pues, a la Iglesia romana, y a cuantos no temen someterse a los más penosos trabajos por amor a Jesucristo y su evangelio, brindemos nuestro devoto aplauso a los Santos Ponciano e Hipólito.
Meditación
Las noticias que nos han llegado sobre estos dos mártires no son muy precisas. Se sabe que en el año 230 Ponciano sucedió al Papa Urbano I y que, ayudado por la benevolencia del emperador Alejandro, pudo continuar el vasto plan de administración de la Iglesia iniciado el año 222 por el Papa Calixto. Pero, cuando el emperador Maximino Tracio tomó el poder, las cosas cambiaron radicalmente ya que la persecución contra los cristianos se radicalizó nuevamente y el Papa fue deportado a las minas de Cerdeña. De Hipólito, en cambio, algunos autores mencionan que fue uno de los más grandes escritores de la Iglesia griega, que tuvo un gran influjo sobre el clero romano, llegando hasta a hacerse elegir antipapa, el primero de la historia, en tiempos del Papa Calixto I. Ambos se acusaban de difundir doctrinas heréticas, cisma que continuó con los sucesores del Papa Calixto: Urbano I y Ponciano. Pero deportado a Cerdeña, junto con Ponciano, allí habrían abdicado reconciliándose con la Iglesia. Otros autores, en cambio, indican que no se puede confundir al mártir Hipólito de otros dos personajes de la época con el mismo nombre: un obispo oriental, escritor, residente en Roma, y el escritor cismático autor de los "philosophoumena", que habría atacado y acusado al Papa Ceferino de excesiva indulgencia, llegando a convertirse en antipapa en tiempo del Papa Calixto (217) y que desterrado a Cerdeña con el Papa Ponciano, habría allí renunciado a su cargo por la unidad de la Iglesia reconciliándose con ella. La identidad del mártir Hipólito y el escritor no es pues admitida hoy por todos. Pero aunque la historia nos llegue confusa podemos sentir entre sus líneas una unción y entrega por la Iglesia de Cristo, aun en las curvas más peligrosas y difíciles por las que atravesó
Radio Vaticano
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