Thursday, September 11, 2008

Meditando con los santos y beatos del día: S. PAFNUCIO EL GRANDE



Hoy 11 de septiembre, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo de SAN PAFNUCIO EL GRANDE, quien muriera santamente hacia el año 360 en Egipto. Oriundo de este país, en el siglo III, fue Obispo de la Alta Tebaida. Desde muy antiguo la Iglesia Católica lo ha considerado santo e inscrito en el Martirologio Romano. Es patrono de los mineros. Unidos, pues, a la iglesia de Egipto y a cuantos en la soledad buscan a Dios, celebremos con gozo su fiesta.


Meditación

"Un recuerdo que jamás pude borrar de mi mente fue la terrible persecución, que ordenara el emperador Galerio Máximo, en contra de los cristianos. Vi como se cometieron las más terribles atrocidades a cuantos profesaban la fe en el maestro de Nazaret. Yo no me libré de ellas. De la forma más brutal, me vaciaron el ojo derecho y me destrozaron la rótula izquierda. El dolor fue inaguantable. Sólo con la ayuda sobrenatural pude sobrevivirlo. Después me condenaron a trabajos forzados en las minas. Los días y las noches las pasábamos sin descanso extrayendo material. No sé como pude soportar estos penosísimos días. Pero este sufrimiento hizo de mí un hombre diferente. Cuando, por fin, me concedieron la libertad, entré a la comunidad de Antonio, en donde pude por fin realizar lo más hondo de mis aspiraciones: vivir en oración, mortificación, silencio. Sin embargo, esta vida tranquila no se prolongó por mucho tiempo, ya que me eligieron obispo de la Alta Tebaida en Egipto. Ya en el cargo, combatí el arrianismo. En el concilio de Nicea me enfrenté con tenacidad a esta herejía y vi como mis palabras fueron bien acogidas. Subió mi prestigio como obispo. Esto me permitió intervenir en otros temas nada fáciles. Trataban de imponer a los obispos, sacerdotes y diáconos, casados, la obligación de separarse de sus esposas. Me opuse a postura tan rigorista y logré que se mantuviera la disciplina vigente que prohibía contraer matrimonio sólo después de la ordenación. Con el emperador Constantino mantuve buenas relaciones. El se sentía honrado con mi presencia. Que diferencia ahora con los sufrimientos que tuve en mis años de juventud!"
Radio Vaticano

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