El patriarca de Moscú y de todas Rusias, Alejo II, falleció el pasado viernes 5 de diciembre. Fue el decimoquinto primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa desde el establecimiento de la oficina Patriarcal en Rusia. El patriarca Alejo, Alexey Mikhailovich Ridiger, nació en una familia profundamente religiosa el 23 de febrero de 1929 en Tallin, Estonia.
Todos los años sus padres le llevaban en peregrinación, y estas peregrinaciones anuales en gran parte determinaron el modo de vida espiritual del futuro patriarca.
En 1947 entró en el seminario teológico de Leningrado actual San Petersburgo, y allí se graduó con éxito. Siendo todavía estudiante Alexey Ridiger fue ordenado sacerdote.
En 1961, Alejo fue elevado al rango de archimandrita y luego consagrado obispo de Tallin y Estonia en la Catedral de St. Alexander Nevski en Tallin. En 1964 el obispo Alejo fue elevado al rango de arzobispo.
El 7 de junio de 1990 fue elegido al trono patriarcal de Moscú en el Consejo Local de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Después de muchos años de persecución y restricción, la Iglesia ha recuperado la oportunidad de llevar a cabo una actividad educativa catequética y religiosa en la sociedad, así como obras de beneficencia en hospitales, hogares para ancianos y cárceles.
A lo largo del período de reformas políticas, sociales y económicas, su santidad el patriarca Alejo recordó constantemente a la gente el priorizar los objetivos morales sobre otras ambiciones, y preferir el ministerio a favor del bien concreto de la gente, y la sociedad en su conjunto, en las actividades políticas y económicas.
Durante su ministerio, la Iglesia local Ortodoxa Rusa estuvo satisfactoriamente unida con la Iglesia Ortodoxa Rusa del extranjero.Todas las personas rusas y de buena voluntad en todo el mundo ahora rezan por su alma
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