Saturday, January 30, 2016

Es complicado ser cristiano/a de izquierdas por José María García

Pobreza e indiferencia
 
"El bolsillo es un tema tabú"
 
"Hay que dar hasta que duela, no de las sobras"
 
 
 
(José María García Mauriño, Cristianos de Base de Madrid).- Todo el mundo sabe que ser cristiano o cristiana es mucho más que ir a Misa los domingos y no robar ni matar. "Creer es comprometerse", y lo complicado es el compromiso de los cristianos. ¿A qué nos comprometemos? Es algo muy personal, no es una obligación impuesta por las normas más o menos dogmáticas de la Iglesia. Lo difícil es el compromiso serio con las personas empobrecidas. Es una característica de los creyentes de izquierdas, el ocuparse y preocuparse por la pobreza, por las desigualdades sociales, por los últimos de la sociedad.

Todos y todas somos muy de izquierdas mientras no nos toquen el bolsillo. Ser de izquierdas es ser solidario con las personas empobrecidas. Es tomarse en serio lo que llamamos "opción por los pobres". Jon Sobrino decía: "No hay opción por los pobres sin decisión a defenderlos. Y por lo tanto, sin una decisión a introducirse en el conflicto histórico. Esto no suele ser muy tenido en cuenta. Ni siquiera teóricamente. Pero, digámoslo una vez más: no hay opción por los pobres sin arriesgar". Hasta aquí Jon Sobrino.

No cabe duda que la decisión personal y comunitaria de la gente de base es la defensa de las personas empobrecidas. Los defendemos cuando vamos a las mareas blanca y verde, Denunciamos el silencio de la jerarquía ante el drama de los refugiados. Hacemos declaraciones en contra de las desigualdades sociales. Estamos de acuerdo con los partidos más radicales. La mayoría somos antisistema. Escribimos cosas contra el capitalismo. Más todavía, participamos en comprometidas Eucaristías, asistimos a foros sociales, hacemos reflexiones profundas sobre la justicia, buscamos un conocimiento más profundo de los Evangelios, defendemos los Derechos humanos, estamos por una Ecología radical, y mucha solidaridad con América Latina. Todas esas cosas son buenas, necesarias para mantener la tensión de la fe, pero insuficientes, si no llegamos al bolsillo.

¿Qué más podemos hacer? La exigencia fundamental es una exigencia de justicia social, lo mismo para creyentes que para los no creyentes. El punto decisivo, lo mismo para unos que para otros, es el de la propiedad, el del dinero. El problema es el bolsillo.

 
¿Qué pasa con el bolsillo? Que es un tema tabú. Eso no se puede tocar porque saltan chispas. Tocamos lo más sagrado que hay, la propiedad privada. Es lo propio de la mentalidad capitalista. Mi dinero es mío ha sido fruto del trabajo de toda mi vida y hago con él lo que me da la gana. Y nos cuesta trabajo ver que las necesidades básicas de la mayoría de la gente, no están cubiertas. Cada Ser Humano es igual a otro Ser Humano, las personas empobrecidas tienen la misma piel que tú y que yo. No es fácil exigirnos lo que nos corresponde a cada uno de nosotros, creyentes o no, en conciencia, por estricto deber moral, no por imperativo legal de la hacienda pública.

Nos podíamos preguntar, si queremos ser coherentes con la opción por las personas empobrecidas. ¿Qué es lo que arriesgamos los creyentes de izquierdas? Mientras no nos toquen el bolsillo somos un ejemplo de compromiso sociopolítico. Repito, el punto clave de la ética y de la fe en Jesús es el bolsillo, no solo las tertulias cristianas, la celebración de la eucaristía o las clases de Biblia, y los compromisos sociales, todo eso también es muy conveniente, es necesario, pero no es suficiente.

Jesús dijo claramente, (¿de forma simplista?) "No podéis servir a Dios y al dinero". "Si quieres ser perfecta, vende lo que tienes, dalo a los pobres y sígueme". Darlo a los pobres, dice Jesús, no a la familia o a los amigos y amigas. Servir al dinero es lo que hacen muchos que se identifican con los objetivos del capitalismo liberal, propio de la derecha, como es el deseo de acumular beneficios, no de repartir o de compartir. El dar de comer al hambriento no es sólo un imperativo ético de justicia distributiva, sino que al mismo tiempo, para los creyentes, es una exigencia de fe. Es un postulado evangélico que se preocupa de los últimos. No se puede servir a Dios y al dinero, a la propiedad. Nosotros y nosotras vivimos muy bien, muy cómodamente, pero hay muchísimos millones de personas que no viven, que se mueren cada día de hambre o de miseria o todo junto, o que se van muriendo lentamente. Tenemos de todo, no nos falta de nada, y la mayoría de los Seres Humanos apenas tienen lo necesario para vivir.

En un cartel de la comunidad de Sto Tomás de Aquino, de Madrid, ejemplar en muchos aspectos, dice lo siguiente: "no os canséis de dar, pero no deis de las sobras, dad hasta sentirlo, dar hasta que duela". Dar de lo que tenemos en la cuenta corriente, dar de la pensión, de lo que tenemos, si es mucho, mucho, si es poco, poco. Pero, siempre dar. Si en el 31 de diciembre tengo más dinero en mi cuenta corriente, que en enero de ese mismo año, se puede decir que me he enriquecido, pero no he compartido nada. Es complicado crecer económicamente y al mismo tiempo ser solidario de verdad con las personas empobrecidas.

 
RD

Wednesday, January 13, 2016

Una IMAGEN, un PENSAMIENTO y... el RESTO TE CORRESPONDE A TÍ


"NO SOMOS SERES HUMANOS VIVIENDO UNA AVENTURA ESPIRITUAL
SINO SERES ESPIRITUALES VIVIENDO UNA AVENTURA HUMANA

Teilhard de Chardin sj

Un pleito inédito por Isabel Gómez Acebo


Un ciudadano de Georgia acudió a una mujer de California, Melissa Cook de 47 años, con la que firmó un acuerdo por el que le abonaba 33.000 dólares para que hiciera de vientre de alquiler de unos embriones fecundados con su esperma y el óvulo de una donante de 20 años. Por si algún embrión no llegaba a término le implantaron tres y todos se desarrollaron.
El padre pidió que abortara un feto a lo que ella se negó. “Son seres humanos estoy atada a ellos, no es justo” dijo en una entrevista al New York Post. Pero en el contrato la portadora se compromete a cumplir todas las intenciones de los padres intencionales.
La mujer ha recurrido al tribunal constitucional con un escrito por el que sus abogados defienden que el contrato con el padre y la ley sobre el útero en alquiler violan los derechos de las mujeres. Como respuesta el padre le amenazó con arruinarla económicamente pues en los EE.UU, los costos médicos de un embarazo de trillizos a una mujer de 47 años pueden ser astronómicos. Además le exigía la devolución de todos los pagos. Melissa le respondió al hombre, al que nunca conoció, que si quería sólo dos hijos ¿Por qué pidió al médico que le implantaran tres?
Melissa ha pasado al ataque y ha contratado a un famoso abogado Harold Cassidy que en 1986 se encargó del famoso caso de un bebé en el que la madre de alquiler, Mary Beth Whotehead, se negó a entregar el niño a los padres intencionales señor y señora Stern. El tribunal de Nueva Jersey declaró el contrato inválido y a María la madre legal del niño,mediante una sentencia "La idea de que un hombre puede hacer una madre a abortar a uno de los niños en su vientre y amenazar demandas cuando ella se niega es un acto de crueldad hacia la mujer y al bebé."
Jennifer Lahl, presidente del Centro de Bioéteica y Cultura considera que éste “Es un caso clave pues las mujeres en los Estados Unidos han sido intimidadas y explotadas por la industria para la subrogación que utiliza a los pobres con fines de lucro. Y ahora ha ido demasiado lejos al tratar de obligar a las mujeres a abortar fetos sanos solamente por un beneficio económico. Los estadounidenses pronto entenderán por qué Canadá y muchos países de Europa, Asia y África han prohibido la cuota de alquiler de vientres. Las mujeres se transforman en yeguas sin rostro y los niños en productos. Esto tiene que parar".
Este caso llega en un momento en que el Gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, tiene previsto abrir las puertas a la subrogación por la presión de los movimientos LGBT. Para ello ka creado el Grupo de Trabajo sobre la Vida y la Ley que podría levantar la prohibición que fue decidida en 1993.

Isabel Gómez Acebo
Cajón de ilusiones
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Un secreto para todo el año por Pedro Miguel Lamet sj

año nuevo

Comienza un año que parece problemático y lleno de incertidumbres en lo político, económico, social…
Quizás puede ser un tiempo para situarnos en el centro.
Mi energía es sólo una chispa de la hoguera del universo. Mi conciencia es solo un resplandor de todo el sol.
Mi lucidez está conectada a una luz superior y total. Cuando no me limito a mi mismo por mis propias ‟chorradas”, despierto.
El silencio me hace crecer en todas direcciones, me expande, me libera.
Yo hago silencio cuando me suelto a mi mismo, y me desprendo de  ideas, esquemas, formulaciones.
Perderse es encontrarse.
(Algo así decía Jesús de Nazaret. Lo que pasa es que lo han estropeado con cilicios, mortificaciones, normas, prescripciones. Él se refería al egoal personaje ese en el que hemos centrado todo y que en realidad no somos nosotros). Como si yo fuera mis éxitos, mi tinglado, mis preocupaciones.

De esta forma asisto desde lo que aparece a lo que no aparece,
de lo visible a lo invisible,
de lo particular a lo universal,
de lo terrenal a lo cósmico.

Uno con el mar. Uno con el fuego. Uno con el aire. Uno con la tierra. Cuando más allá esté, más aquí me descubriré.

¿Crisis política y  económica? ¿Problemas personales? ¿Angustia por el futuro?
El secreto está en quedarse en lo profundo, donde no hay turbulencia.
Creo ser tiempo y soy eternidad. Creo ser río y soy mar. Creo envejecer. Pero como decía el poeta padre Ángel Martinez,
“estoy alcanzando la edad perfecta, eterno”.

Comenzar al año y cada día con ojos nuevos,
donde yo soy más yo que el yo que creo ser.
¡Feliz 2016!
Pedro Miguel lamet sj
21

ORACIÓN. Mi corazón es pobre




Mi corazón es pobre, Señor,
yo me siento de barro;
soy como arcilla abandonada
que espera las manos
del alfarero.
Pon Tus manos, Señor,
Tu corazón, en mi miseria,
y llena el fondo de mi vida
de tu misericordia.
Protege mi vida. Sálvame.
Confío en ti.


Quisiera decirte lo que eres
para mí:
tú eres mi Dios, tú eres mi Padre,
tú me quieres.
Te estoy llamando todo el día.
Concede alegría a quien
quiere ser tu amigo,
que mi confianza
la he puesto en ti.
Protege mi vida. Sálvame.
Confío en ti.


Yo sé que tú eres bueno
y me perdonas.
Sé que eres misericordioso con quien abre su corazón
a tu amor y lealtad.
Escúchame. Atiéndeme.
Te llamo.
Yo vengo a estar contigo
y a quedarme junto a ti.
Protege mi vida. Sálvame.
Confío en ti.


Me callo ante tu presencia,
porque tú conoces lo íntimo
de mi vida.
Aquí estoy, Señor, con mi
corazón como es:
que no oculte nada a tus ojos abiertos.
Aquí estoy como arcilla fresca
esperando ser modelada por tus manos misericordiosas.
Protege mi vida. Sálvame.
Confío en ti.

Tú eres grande. Tú haces maravillas.
Tú, el único Dios.
Enséñame, Señor, tu camino
y que mis pasos sigan tus
huellas con fidelidad.
Protege mi vida. Sálvame.
Confío en ti.


Que mi corazón, sin dividirse,
sea todo tuyo.
Te doy gracias de todo corazón,
Señor, Dios mío,
te diré siempre que tú eres amigo fiel.
Me has salvado del abismo
profundo,
y he experimentado tu
misericordia.
Me has librado de los lazos
de la tentación,
y he experimentado tu
misericordia.
Me has hecho revivir,
volver al camino,
y he experimentado tu
misericordia.
Protege mi vida. Sálvame.
Confío en ti.


Señor, yo me alegro, porque eres un Dios compasivo.
Me alegro porque eres
piadoso y paciente.
Me alegro porque eres
misericordioso y fiel.
Señor, mírame. Ten compasión de mí. Dame fuerza.
Protege mi vida. Sálvame. Confío en ti.


Tú, Señor, siempre estás pronto a ayudarme y a animar mi
corazón cuando decae.
Tú, Señor, toma mi corazón de barro y moldéalo según la
grandeza de tu misericordia.
Protege mi vida. Sálvame. Confío en ti.

Dar de beber al sediento... por Javier Dias, sj

Dar de beber al sediento...

A veces llegar de una carrera y que te den a beber una lata de coca cola, más que quitarte la sed, te genera aún más ganas de seguir bebiendo. Cuando Jesús nos dice a cada uno de nosotros “dadles vosotros de bebed”, confieso que me entra un poco de “miedo” porque no siempre es fácil encontrar lo que de verdad “quita la sed a cada uno”. Y digo a cada uno, porque he comprobado que “dar de beber al sediento” no es cuestión de tirar del primer bote de coca cola que tienes al lado, del primer recurso de palabras consoladoras, o de tu mejor intención. Hace falta un paso previo y fundamental que tiene que ver con escuchar con profundidad, empatizar al máximo, pero sin bajar del todo al “pozo” (en esa imagen tan ilustrativa que te explican en esos cursos de escucha activa y relación de ayuda) porque desde tan abajo, ya no vas a poder “saciarle”, y sobre todo sabiendo que no podemos ir de “salvadores” por el mundo (aunque alguna vez lo hagamos sin mala intención).
Dar de beber al sediento es una tarea complicada, que implica a veces quedarse uno con sed, que implica aceptar que no somos nosotros los que vamos a darle ese “agua” tan necesitada. En algunas ocasiones seremos sólo buenos guías del camino para encontrarla. Otras, simples mediadores, puentes con otros, que serán los que de verdad les sepan dar de beber. Tanto en estas como en otras ocasiones, se requiere una valentía especial y sobre todo una actitud de humildad fuerte. Aceptar que aunque queramos ayudar a muchos, a todos, no podemos. Aceptar que sólo podemos ser servidores de algunos, que nuestra agua no es la que más quita la sed, aceptar que hay Uno que de verdad nos calma, nos da vida, nos quita la sed para siempre, aceptar digo, pasa por abajarnos, reconocernos frágiles y muchas veces, por ponerlo todo en sus manos, en SU voluntad y simplemente, pasa por confiar.
Ojalá sepamos en nuestro día a día, dar de beber al sediento, y en muchas ocasiones, encontrar las personas y las formas que otros nos enseñen, para dar de beber o incluso, para que otros den de beber por nosotros.

pastoralsj

Dime una palabra por Luis Fernando Crespo SM. Escucho


01.13

13 de enero
Miércoles 
I
I Sm, 3-10.19-20 Habla, que tu siervo escucha
Para escucharte tengo que hacer silencio, que desear tu Palabra, que abandonarme en tus manos, que dejarme de ruidos y rumores, que despojarme, que dejarme ser despojado, que dejarme de palabrería, a la que soy tan dado, y simplemente escucharte. Así.

Luis fernando Crespo SM
Dime una Palabra

Thursday, January 07, 2016

Un desafío eclesial. por José Agustín Cabré Ruffat, claretiano



El sistema parroquial sigue vigente en la pastoral de la iglesia católica, aunque de hechoquedó obsoleto hace cien años. Y ha sido así porque no supo renovarse, acomodando sus servicios a las nuevas realidades. Fue un sistema para atender la religiosidad rural y que fue trasladada sin mayor reflexión a la vida ciudadana. Como las condiciones eran muy distintas, el resultado ha sido un fracaso. No hay una pastoral propia para los grandes conglomerados humanos que conforman las ciudades.
Según la definición canónica, “la parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la iglesia particular (obispados) cuyo cuidado pastoral se encarga a la autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio’ (CIC can. 515, 1).
Como se ve, es una definición muy general.
Ordinariamente las parroquias se definen por un territorio. Hay excepciones.
Una parroquia es de por sí centrípeta. Es decir, ofrece una respuesta pastoral a los que se sienten parte o se acercan a ella, para fortalecer su fe participando de los sacramentos, mantener la esperanza mediante la animación comunitaria y vivir la solidaridad.
La asamblea eucarística, la santa cena o la misa, vocablos casi similares, es la fuente nutriente de una comunidad que debe ser fraterna. Los que desean recibir instrucción religiosa, van a la parroquia. Los que quieren recibir sacramentos, van a la parroquia. Los que buscan iluminar sus vidas con el conocimiento de la palabra de Dios, van a la parroquia. Los que necesitan apoyo solidario para sus necesidades de vida, van a la parroquia. Es decir, la parroquia, tal como está establecida, atiende a los que ya están.
Pero este tipo de parroquia enfrenta varias dificultades:
Porque la parroquia es:
- un territorio.
-una estructura (espacios, edificios).
-una organización: piramidal, canónica, clerical.
-un servicio: sacramental, ritual, asistencial, catequístico, de mantención.
-una comunidad de personas, de intereses, de experiencias, de virtudes y pecados.
Entre los aspectos que juegan en contra de una parroquia “viva” están:
la rutina administrativa y burocrática.
- La actitud receptiva de cuidar una oveja dejando las 99 en el campo.
-la rutina celebrativa por sobre la celebración de la vida.
-el liderazgo clerical, cuando el cura se hace propietario de su comunidad.
-El cuidado de las estructuras, generalmente obesas.
- el crecimiento desbordante de la población que supera su capacidad de respuesta.
Numerosos son los documentos eclesiales que hablan de una parroquia misionera, es decir, evangelizadora, abierta y en salida hacia su ambiente, hacia las periferias, hacia los desafíos.
¿Podrán asumir esa tarea si ya están copadas en su respuesta ad intra? Una parroquia misionera debe tener en cuenta a los alejados geográficamente (periferias); a los olvidados socialmente (pobres). A los abandonados religiosamente (el 90% de su población). Pero, en la generalidad, las parroquias actuales apenas dan abasto para atender el 10% que se siente perteneciente a ella.
A una parroquia con sentido misionero, en cambio, se le pide atender en varias dimensiones:
- Dimensión carismática: ofrecer el evangelio integral y no solamente en insistencias de tipo moral.
- Dimensión teológica: trabajar por establecer los valores del Reino.
- Dimensión humana: compartir la vida real y no ser un castillo.
-
Dimensión pastoral: ir pasando de rebaño a comunidad.
- Dimensión profética: promover comunidades extra templo, allí donde la gente vive, trabaja, participa, crea sociedad.
Por todo lo dicho se ve que la actual estructura parroquial no es la apropiada para el anuncio explícito del mensaje liberador de Jesús.
Después del Concilio Vaticano II se planteó la necesidad de crear comunidades de base.Su multiplicación sería la solución que la iglesia podría ofrecer a personas, familias, grupos y entidades, para vivir la fe, la esperanza y la solidaridad. Con el paso del tiempo esa respuesta se ha ido desdibujando, si bien permanece en experiencias generalmente semiurbanas.
Los movimientos de espiritualidad se sumaron a ese tipo de experiencia religiosa y han tenido más éxito en cuanto que son grupos más afiatados, proselitistas y píos, pero que fácilmente caen en el intimismo y en el enclaustramiento.
No sé si una iglesia un tanto aletargada como la que padecemos (hablo de Chile), podrá salir del atolladero en que vive. Los encuentros pastorales se multiplican para analizar y dialogar, pero los planteamientos a los que se llega son los mismos de siempre, como si la sociedad no hubiera cambiado en estos últimos cincuenta años.
En los medios de comunicación y en las tecnologías cada día más invasivas, no existe presencia de nuestra iglesia.
Sería entendible si se hubiera optado conscientemente por el “pequeño rebaño” comunitario y hubiéramos aprendido con humildad a no ser figurones. Pero me parece que esto está sucediendo a regañadientes. Seguimos anhelando ser alguien en el concierto social cuando en realidad pesamos bien poco.
La pastoral de los grandes centros urbanos es un desafío tan grande que no nos atrevemos a enfrentarlo. Entonces, en nuestras reuniones pastorales, seguimos discutiendo nimiedades litúrgicas sin reconocer que un solo partido de fútbol puede despertar más interés y seguimiento que todas las misas dominicales de la ciudad.
¿Qué reemplazo inteligente podrá tener la parroquia? ¿Qué ha fallado para que las comunidades de base se hayan agotado?
No tengo la menor idea. Quizás usted tampoco. Pero, precisamente porque estamos a oscuras, podremos empezar a buscar la luz que nos falta.
Las gentes necesitan más abrazos que rezos. Más alegría que lamentos. Mássolidaridad que egoísmos. Más esperanzas que esperas. Más humanidad que promesas celestiales.
¿Acaso no estamos recordando en este tiempo tan cercano a la Navidad, que Dios quiso entrar en nuestra historia para solidarizar con nosotros tan necesitados de abrazos, de alegrías, de solidaridad, de esperanzas y de humanidad?

José Agustín Cabre, claretiano
El catalejo del Pepe
RD


La mujer en la sociedad y en la religión por José María Castillo



La violencia contra la mujerno tendrá solución, en las religiones, mientras la sociedad, en cada país y en cada cultura, no deje resuelto y zanjado para siempre el problema de la igualdad de derechos y garantías entre la mujer y el hombre. Dicho más claramente, mientras las mujeres no tengan los mismos derechos y las mismas garantías que los hombres, la violencia contra las mujeres seguirá haciendo los estragos que viene realizando desde hace miles de años. Como igualmente se puede afirmar que el día que la sociedad suprima las desigualdades (en dignidad y derechos) entre las mujeres y los hombres, ese día las religiones no tardarán en reconocer, aceptar y poner en práctica la igualdad de los que por, por su condición de género, son diferentes.
Las sociedades mediterráneas del siglo primero eran, como es sabido, sociedades en las que la propiedad pertenecía al patriarcado. Solamente el “paterfamilas” tenía la propiedad, no sólo de los bienes, sino además de las personas en el grupo familiar. El padre era el propietario, el jefe, el amo, el que concentraba todos los derechos. La mujer, los hijos y los esclavos no tenían más remedio que vivir sometidos al patriarca. De ahí que las religiones, lo mismo en Israel que en Egipto, en Grecia o en Roma, eran religiones patriarcales, machistas y justificantes de todas las desigualdades que se derivaban del modelo de familia patriarcal.
Es verdad que, según los evangelios, Jesús tuvo un trato excepcional de respeto, delicadeza y aceptación de la mujer, fuera cual fuese su origen o su conducta. Pero bastantes años antes que los evangelios (según la redacción que la Iglesia ha aceptado como canónica o auténtica), se empezaron a conocer las cartas de Pablo y las llamadas deutero-paulinas (Ef y Col) hasta las pastorales. Y en estos documentos se acepta y se impone el sometimiento y el silencio de la mujer en la sociedad, en la familia y en la Iglesia. Como igualmente sabemos que Pablo aceptó la condición de los esclavos y el sometimiento al emperador (Rom 13, 1-7). Por eso, la Iglesia prohibió la esclavitud cuando eso ya estaba prohibido en la sociedad, aunque - por desgracia - las autoridades religiosas se callan, tantas veces, ante las nuevas formas de esclavitud vigentes en este momento. Por no hablar de los silencios jerárquicos ante las dictaduras políticas.
La lucha, en defensa de los derechos y de la dignidad de la mujer, tiene que ser ante todo una lucha política, jurídica, social y laboral. Mientras las mujeres no tengan la misma autonomía económica que los hombres, las mujeres seguirán aguantando amenazas, insultos, palizas y hasta la misma muerte. Si esta situación no se resuelve, la violencia contra la mujer no tiene solución. Los clérigos seguirán diciendo cosas acertadas (y quizá algunas desacertadas) sobre este asunto. Como es igualmente cierto que en las iglesias se oyen bellos sermones sobre los derechos humanos. Pero la pura verdad es que nos creeremos los discursos eclesiásticos (sobre toda clase de dignidades y derechos) el día que la Iglesia modifique su Derecho Canónico de forma que en él quepan los Derechos Humanos, todos los derechos, concretamente los de la mujer.

José María Castillo
Teología sin censura
RD

Wednesday, January 06, 2016

Los Jesuitas: Ignacio nos fundó y Arrupe nos renovó (II) por Román Espada sj


Renovación con fidelidad creativa


"La nueva renovación tomará cuerpo visible en la propuesta concreta de la Congregación General 36"



(Román Espada sj).- Hace unos años, siendo el P. Pedro Arrupe nuestro Superior General, un grupo de jesuitas, enfermos de miopía histórica y disgustados con el modo y con el contenido de la renovación de la vida y obra de los jesuitas, liderada por el P. Arrupe, según el Vaticano II y las Congregaciones Generales 31 (1965-66) y 32 (1974), orquestaron, ayudados por algunos obispos, portadores del mismo virus letal, una campaña de refundar la "verdadera" Compañía de Jesús a su imagen y semejanza (Ver Gianni La Bella (ed.), La Crisis del Cambio, pp. 843-911, en Pedro Arrupe: General de la Compa- ñía de Jesús).
Se llamaron "jesuitas en fidelidad". Podemos preguntarnos: en fidelidad, ¿a qué y a quién? Veamos la otra manera de ser jesuitas en fidelidad: la de Ignacio y sus primeros compañeros, continuada históricamente hasta el P. Adolfo Nicolás, nuestro actual Superior General que liderea la nueva renovación de la vida y obra de los jesuitas, con fidelidad creativa:
1
a) Al Jesús de los Evangelios, expresado por Ignacio en los Ejercicios Espirituales,
b) A la Iglesia de Jesús, especialmente como aparece en el Concilio Vati- cano II y en la propuesta de nuestro hermano Francisco,
c) Al carisma fundacional (Ignacio y los primeros compañeros),
d) A nuestra historia ignaciana (1540-2015), y
e) A nuestra realidad actual ("personas, circunstancias y lugares").
Nueva renovación que tomará cuerpo visible en la propuesta concreta de la Congregación General 36 (2-10-2016) a toda la Compañía de Jesús y a cada jesuita.
De nuevo acudimos a la sabiduría histórica e ignaciana del P. John O'Malley, S.J. para acercarnos al proceso histórico de fundación y de re- novación experimentado por la Compañía de Jesús a lo largo de sus casi cinco siglos (1540-2015) de existencia histórica.
En el Epílogo ("Mirando al pasado y al futuro") de su Historia de los Jesuitas, O'Malley sintetiza esa larga y compleja historia como movida por un continuo proceso de "adaptación a las personas, lugares y circunstancias" con cuatro etapas fundacionales más señaladas:
1) "La primera fundación. En 1540, los primeros compañeros (Ignacio. Javier, Fabro, Laínez...) se vincularon entre sí de forma permanente como miembros de una orden religiosa reconocida oficialmente por la Iglesia. De un grupo de diez amigos ("amigos en el Señor"), habían pasado a convertirse, a la muerte de Ignacio (1556), en un grupo cien veces más numeroso.
2) "La segunda fundación. En torno a 1550, Ignacio, tras consultar a sus compañeros, dio el paso decisivo de comprometer a la Compañía con la formación académica reglada (los colegios) como su ministerio prioritario.
"Fue una decisión de enorme importancia para el futuro de la Compañía de Jesús. La idea original de un grupo de misioneros y predicadores itinerantes tuvo que ser modificada para incluir en la definición de la Compañía a los maestros y profesores con residencia fija.
"Además, la decisión de Ignacio produjo un cambio profundo en la cultura de la Compañía, puesto que hubo jesuitas especialistas en cualesquiera ramas del conocimiento y formas culturales, incluidos el teatro, la música y la danza.
2
3) "La tercera fundación. En virtud del breve papal, Dominus ac Redemptor ("...para la paz de la Iglesia"), del 21 de julio de 1773, la Compañía dejó de existir.
"Cuarenta y un año más tarde, y por obra de una bula pontificia, la Sollicitudo omnium ecclesiarum, del 7 de agosto de 1814, la Compañía de Jesús fue restablecida (restaurada), como parte de una oleada de restauraciones conservadoras. La forma en que la Compañía se entendía a sí misma comenzó a reflejar tal hecho.
"En su identidad esencial, era la misma Compañía que antes de la supresión; pero su mentalidad cultural, política e incluso religiosa era reflejo de la restauración dominante en el catolicismo de aquel período.
4) "La cuarta fundación". Dos importantes factores:
a. Una comprensión de la primitiva Compañía y sus documentos normativos(Formula de vivir y Constituciones) de una manera más flexible y menos moralista que la que había imperado desde su restauración en 1814.
b. Aplicar los ideales y la visión del Concilio Vaticano II, dio a la Compañía el mandato de promover la comprensión y el diálogo entre personas de todas las religiones, tuvo en cuenta los grandes cambios culturales que se habían producido desde su restauración en 1814...
"Resulta evidente que la Compañía está evolucionando hoy hacia nuevas formas en un mundo que parece estar evolucionando de un modo incluso más veloz" (pp. 151-153).
En este momento:
a) de nuestra Iglesia: clericalismo, patriarcalismo y paternalismo, legalismo y burocratismo, secretismo, autoritarismo, dogmatismo, verticalismo, eurocentrismo, resistencia a las propuestas reformadoras del Papa Francisco, con muchos cristianos y cristianas queriendo vivir y obrar según el Evangelio...
b) de nuestra historia jesuítica, especialmente la vivida durante estos úl- timos, complejos y difíciles, cincuenta años (1965-2015): grandes y profundos cambios (educativos, pastorales, organizativos, vivenciales...), conflictos internos y externos ("jesuitas en fidelidad", intervención papal de Juan Pablo II, jesuitas asesinados y perseguidos...);
c) de la actual situación mundial: posmodernidad, globalización, migra-
ciones masivas, fundamentalismos y terrorismos, pobreza, miseria y 3
hambre, la degradación humana acumulada en África, conflictividad política, narco cultura, sexualismo, lo femenino, las comunicaciones verticales y la comunicación dialógica, escolaridad convencional y edu- cación liberadora, crisis ecológica y cumbres ecológicas...; y
d) de la propuesta evangelizadora y ecosocial de nuestro hermano Francisco: alegría y esperanza existenciales, humanización fraterna, casa común...
parece válido y deseable preguntarnos con esperanzada profundidad y con mirada larga y tierna de jirafa, según nos ha propuesto el P. Adolfo Nicolás:
¿Cómo reflejará, expresará y participará nuestra Congregación General 36 en la evolución creadora y transformadora que la Iglesia, nuestro mundo y los jesuitas estamos experimentando y viviendo actualmente?
¿Podremos desear, siguiendo al P. O'Malley, que la Congregación General 36, con fidelidad creativa al carisma fundacional, a nuestra historia ignaciana y a nuestra realidad actual ("personas, circunstancias y lugares"), nos proponga a los jesuitas de hoy una nueva y radical renovación (fundación) de la Compañía de Jesús, de la Curia Generalicia, de cada Provincia y Asistencia, de la vida y obra de cada jesuita, de cada comunidad, de cada obra apostólica?

RD


UNA PUERTA SANTA DE LA MISERICORDIA EN MEDIO DE LOS HIELOS

Matrimonio antártico. Foto di Leonardo Proverbio

Es la puerta –imaginaria- de la capilla San Francisco de Asís, la primera de rito católico construida en la Antártida.


Bloques de hielo que flotan como corchos de telgopor; el twin otter vuela al ras de las aguas gélidas de la bahía Esperanza. La línea del horizonte se va acercando, la costa helada es ahora un hilo sinuoso que adquiere espesor a medida que se acorta la distancia. El avión eleva la cota y pasa por encima de los témpanos. Pocos minutos después, los esquíes entran en contacto con el hielo, el motor tose, la estructura vibra como las lengüetas de un órgano, las hélices disminuyen la velocidad hasta detenerse. El twin otter se desliza sobre la superficie hacia abajo, donde los snowcats esperan la carga. Desembarco. Los snowcat completan el último tramo hasta la base en un recorrido que sube y baja siguiendo las caprichosas formaciones de hielo. Y llegamos a la base Esperanza, un complejo de cuarenta edificios anaranjados, diseñados para resistir los vientos helados que pueden alcanzar hasta 200 kilómetros por hora. Se puede entender el lema de la base: “Permanencia, un acto de sacrificio”. Fue fundada un día como hoy, el 17 de diciembre de 1952 –cumpleaños del Papa Francisco- por una patrulla al mando del entonces capitán argentino Jorge Edgar Leal, con un acto donde se cantó el Himno Nacional y se izó la bandera argentina. Antes que él llegara, una ballenera sueca quedó atrapada y destruida por el hielo, y la tripulación buscó refugio en este mismo lugar. Todavía se puede ver la primera edificación de piedra donde increiblemente sobrevivieron un año, hasta que fueron rescatados por la corbeta argentina Uruguay y trasladados sanos y salvos hasta el puerto de Buenos Aires. En realidad fue un acto de misericordia que muchos migrantes de nuestros días no reciben.
En la base Esperanza hoy viven cerca de 60 personas, entre militares y civiles, que colaboran con las actividades científicas y el mantenimiento de las estructuras. Y mientras la base estadounidense McMurdo Station cierra las puertas de la “Chapel of the Snows” y el padre Dan Doyle vuelve a su casa, en la base argentina Esperanza se multiplican los servicios religiosos. “Efecto Francisco”, bromea el padre Leónidas Adrián Torres, que también cumplió las 10 horas de vuelo reglamentarias en el Hércules desde el continente, para venir a celebrar las Primeras Comuniones y un casamiento. Fue una ceremonia sobria: la misa, el diálogo con los niños que recibían el sacramento, la Eucaristía distribuida con el majestuoso telón de fondo de la bahía poblada de pingüinos, dueños de casa indiscutidos de estas tierras heladas que la Iglesia nunca ha abandonado.
El primer sacerdote que llegó a una base antártica fue un jesuita, a bordo de un buque de carga, que desembarcó en el Observatorio Meteorológico de las islas Orcadas del Sur, de soberanía argentina. Como buen pionero de la fe en el continente de los hielos, plantó una cruz de madera de 8 metros de altura, construida en el colegio jesuita de Buenos Aires al que Bergoglio asistió en su juventud. Las crónicas antárticas adjudican a este heroico sacerdote la celebración de la primera misa, el 20 de febrero de 1946, a medianoche y en un altar portátil, con la tripulación del barco. Dejó en el lugar la imagen de la Virgen de Luján. Algunos años más tarde lo siguió un salesiano, Juan Monicelli, quien con una “austera ceremonia” inauguró la base General San Martín, a 187 kilómetros del círculo polar antártico. Después fue un jesuita italiano, Buonaventura de Filippis di Campobasso, hasta llegar al escalabriniano Tarcisio Rubín, declarado Siervo de Dios y postulado para la beatificación por los obispos de dos provincias argentinas, Jujuy y Mendoza. La historia de la presencia antártica argentina siempre estuvo acompañada por signos del catolicismo: capillas, cruces, Vírgenes de distintas advocaciones: de Salta, del Valle, de Loreto, del Milagro, diseminadas por todos aquellos lugares hasta donde ha llegado el hombre en la Antártida. Y también los nombres de los refugios, invariablemente religiosos: Santa Teresita, Cristo Redentor, San Roque, Virgen de las Nieves, San Antonio, San Carlos, Virgen de Loreto, Santa Bárbara.
San Francisco de Asís, en la Base Esperanza donde nos encontramos, se llama la primera capilla de rito católico en estas latitudes. Hoy se encuentra completamente restaurada por un matrimonio, una pareja que pasó aquí un año de servicio y decidió formalizar su convivencia. Un matrimonio antártico que desmiente la fama de “continente de hombres solos”. Aquí se reza, se canta, se tira arroz, y el padre Leónidas Adrián Torres abrió una imaginaria puerta de la misericordia. «El Jubileo es en todo el mundo, no solo en Roma», repite continuamente el Papa Francisco. A cien metros de distancia transmite Radio “Arcángel San Gabriel”, la primera y única radio del continente. En el día de su cumpleaños, recuerdan con emoción cuando fue elegido Papa su compatriota Jorge Mario Bergoglio. Aquel que los cardenales tuvieron que ir a buscar “al fin del mundo”, una expresión que se hizo famosa y aquí tiene una literalidad incomparable. Esa vez la radio interrumpió su programación habitual –santoral, gesta y biografías de los exploradores antárticos- y cuando se recuperaron de la impresión, empezaron a buscar material para difundir el evento.
Felicidades Santo Padre.
Tierras de América

LOS REYES MAGOS NO SON LOS PADRES, SOMOS NOSOTROS por José Luis Sicre


El autor del primer evangelio (el de Mateo), que probablemente vive en Antioquía de Siria, lleva años viviendo una experiencia muy especial: aunque Jesús fue judío, la mayoría de los judíos no lo aceptan como Mesías, mientras que cada vez es mayor el número de paganos que se incorporan a la comunidad cristiana. Algunos podrían interpretar este extraño hecho de forma puramente humana: los paganos que se convierten son personas piadosas, muy vinculadas a la sinagoga judía, pero no se animan a dar el paso definitivo de la circuncisión; los cristianos, en cambio, no les exigen circuncidarse para incorporarse a la iglesia.
Mateo prefiere interpretar este hecho como una revelación de Dios a los paganos. Para expresarlo, se le ocurre una idea genial: anticipar esa revelación a la infancia de Jesús, usando un relato que no debemos interpretar históricamente, sino como el primer cuento de Navidad. Un cuento precioso y de gran hondura teológica. Y que nadie se escandalice de esto. Las parábolas del hijo pródigo y del buen samaritano son también cuentecitos, pero han cambiado más vidas que infinidad de historias reales.
La estrella
Los antiguos estaban convencidos de que el nacimiento de un gran personaje, o un cambio importante en el mundo, era anunciado por la aparición de una estrella. Orígenes escribía en el siglo III:
“Se ha podido observar que en los grandes acontecimientos y en los grandes cambios que han ocurrido sobre la tierra siempre han aparecido astros de este tipo que presagiaban revoluciones en el imperio, guerras u otros accidentes capaces de trastornar el mundo. Yo mismo he podido leer en el Tratado de los Cometas, del estoico Queremón, que han aparecido a veces en vísperas de algún aconteci­miento favorable; de lo que nos proporciona numerosos ejemplos” (Contra Celso I, 58ss).
Sin necesidad de recurrir a lo que pensasen otros pueblos, la Biblia anuncia que saldrá la estrella de Jacob como símbolo de su poder (Nm 24,17). Este pasaje era relacionado con la aparición del Mesías.
El bueno: los magos
De acuerdo con lo anterior, nadie en Israel se habría extrañado de que una estrella anunciase el nacimiento del Mesías. La originalidad de Mt radica en que la estrella que anuncia el nacimiento del Mesías se deja ver lejos de Judá. Pero la gente normal no se pasa las noches mirando al cielo, ni entiende mucho de astronomía. ¿Quién podrá distinguirla? Unos astrónomos de la época, los magos de oriente.
La palabra “mago” se aplicaba en el siglo I a personajes muy distin­tos: a los sacerdotes persas, a quienes tenían poderes sobrenaturales, a propagandis­tas de religiones nuevas, y a charlatanes. En nuestro texto se refiere a astrólogos de oriente, con conocimientos profundos de la historia judía. No son reyes. Este dato pertenece a la leyenda posterior, como luego veremos.
El malo: Herodes, los sumos sacerdotes y los escribas
La narración, muy sencilla, es una auténtica joya literaria. El arran­que, para un lector judío, resulta dramático. “Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes”. Cuando Mt escribe su evangelio han pasado ya unos ochenta años desde la muerte de este rey. Pero sigue vivo en el recuerdo de los judíos por sus construcciones, su miedo y su crueldad. Es un caso patológico de apego al poder y miedo a perderlo, que le llevó incluso a asesi­nar a sus hijos y a su esposa Mariamme. Si se entera del nacimiento de Jesús, ¿cómo reaccionará ante este competidor? Si se entera, lo mata.
Un cortocircuito providencial
Y se va a enterar de la manera más inesperada, no por delación de la policía secreta, sino por unos personajes inocentes. Mt escribe con asombrosa habili­dad narrativa. No nos presenta a los magos cuando están en Oriente, observando el cielo y las estre­llas. Omite su descubrimiento y su largo viaje.
La estrella podría haberlos guiado directamente a Belén, pero entonces no se advertiría el contraste entre los magos y las autoridades políticas y religiosas judías. La solución es fácil. La estrella desaparece en el momento más inoportuno, cuando sólo faltan nueve kilómetros para llegar, y los magos se ven obligados a entrar en Jerusalén.
Nada más llegar formulan, con toda ingenuidad, la pregunta más compromete­do­ra: “¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella y venimos a adorarlo”. Una bomba para Herodes.
El contraste
Y así nace la escena central, importantísima para Mt: el sobresalto de Herodes y la consulta a sacerdotes y escribas. La respuesta es inmediata: “En Belén, porque así lo anunció el profeta Miqueas”. Herodes informa a los magos y éstos parten. Pero van solos. Esto es lo que Mt quiere subrayar. Entre las autori­dades políticas y religiosas judías nadie se preocupa por rendir homenaje a Jesús. Conocen la Biblia, saben las respuestas a todos los proble­mas divinos, pero carecen de fe. Mientras los magos han realizado un largo e incómodo viaje, ellos son incapa­ces de dar un paseo de nueve kilómetros. El Mesías es rechazado desde el principio por su propio pueblo, anunciando lo que ocurrirá años más tarde.
Los magos no se extrañan ni desaniman. Emprenden el camino, y la reapari­ción de la estrella los llena de alegría. Llegan a la casa, rinden homenaje y ofrecen sus dones. Estos regalos se han interpretado desde antiguo de manera simbólica: realeza (oro), divinidad (incienso), sepultura (mirra). Es probable que Mt piense sólo en ofrendas de gran valor dentro del antiguo Oriente. Un sueño impide que caigan en la trampa de Herodes.
Los Reyes magos no son los padres, somos nosotros
A alguno quizá le resulte una interpretación muy racionalista del episodio y puede sentirse como el niño que se entera de que los reyes magos no existen. Podemos sentir pena, pero hay que aceptar la realidad. De todos modos, quien lo desee puede interpretar el relato históricamente, con la condición de que no pierda de vista el sentido teológico de Mt. Desde el primer momento, el Mesías fue rechazado por gran parte de su pueblo y aceptado por los paganos. La comunidad no debe extrañarse de que las autoridades judías la sigan rechazando, mientras los paganos se convierten.
La mitificación de la estrella
La estrella ha atraído siempre la atención, y sigue ocupando un puesto capital en nuestros naci­mientos. Mt, al principio, la presenta de forma muy sencilla, cuando los magos afirman: “hemos visto salir su estrella”. Sin embargo, ya en el siglo II, el Protoevangelio de Santiagola aumenta de tamaño y de capacidad lumínica: “Hemos visto la estrella de un resplandor tan vivo en medio de todos los astros que eclipsaba a todos hasta el punto de dejarlos invisibles”. Y el Libro armenio de la infancia dice que acompañó a los magos durante los nueve meses del viaje.
En tiempos modernos incluso se ha intentado explicarla por la conjunción de dos astros (Júpiter y Saturno, ocurrida tres veces en 7/6 a.C.), o la aparición de un cometa (detectado por los astrónomos chinos en 5/4 a.C.). Esto es absurdo e ingenuo. Basta advertir lo que hace la estrella. Se deja ver en oriente, y reaparece a la salida de Jerusalén hasta pararse encima de donde está el niño. Puesta a guiarlos, ¿por qué no lo hace todo el camino, como dice el Libro armenio de la infancia? ¿Y cómo va a pararse una estre­lla encima de una cuna? Para Dios «nada hay imposible», pero dentro de ciertos límites.
El número y nombre de los magos
En el Libro armenio de la infancia (de finales del siglo IV) se dice: “Al punto, un ángel del Señor se fue apresurada­mente al país de los persas a avisar a los reyes magos para que fueran a adorar al niño recién nacido. Y éstos, después de haber sido guiados por una estrella durante nueve meses, llegaron a su destino en el momento en que la Virgen daba a luz... Y los reyes magos eran tres hermanos: el primero Melkon (Melchor), que reinó sobre los persas; el segundo, Baltasar, que reinó sobre los indios, y el tercero, Gaspar, que tuvo en posesión los países de los árabes”. Para Mt, el dato esencial es que no son judíos, sino extranjeros.
Según Justino proceden de Arabia. Luego se impone Persia. En cuanto al número, la iglesia siria habla de doce.
El contraste entre la primera lectura y el evangelio
La liturgia parece ver en el relato de los magos el cumplimiento de lo anunciado en el libro de Isaías (Is 60,1-6).
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz;la gloria del Señor amanece sobre ti!Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos,pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti.Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora.Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti;tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos.Entonces lo verás, radiante de alegría;tu corazón se asombrará, se ensanchará,cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mary te traigan las riquezas de los pueblos.Te inundará una multitud de camellos,de dromedarios de Madián y de Efá.Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro,y proclamando las alabanzas del Señor.
Sin embargo, la relación es de contraste. En Isaías, la protagonista es Jerusalén, la gloria de Dios resplandece sobre ella y los pueblos paganos le traen a sus hijos, los judíos desterrados, la inundan con sus riquezas, su incienso y su oro. En el evangelio, Jerusalén no es la protagonista; la gloria de Dios, el Mesías, se revela en Belén, y es a ella adonde terminan encaminándose los magos. Jerusalén es simple lugar de paso, y lugar de residencia de la oposición al Mesías: de Herodes, que desea matarlo, y de los escribas y sacerdotes, que se desinteresan de él.

José Luis Sicre
Fe Adulta