"El Reino de Dios
es también como un comerciante
que anda buscando perlas finas.
Cuando encuenta una de mucho valor,
va y vende todo lo que tiene,
y compra esa perla
(Mateo 13, 45-46)
Señor, ¿qué hay más valioso
que tu reinado entre nosotros?
Hoy sólo deseo trabajar
para encontrar esa perla fina
que tú has venido a ofrecernos
¡Bendito seas, señor!
Amén
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