Thursday, January 30, 2025

Carta a la obispa valiente




 Santiago de Compostela, 26 enero 2025

Querida y apreciada monseñora Mariann Budde

Somos mujeres feministas católicas, que trabajamos en nuestra Iglesia por la igualdad entre hombres y mujeres.

Son tiempos difíciles los que nos está tocando vivir, tiempos en los que la supremacía (blanca, cis[1]heteropatriarcal o de cualquier otro tipo) y la polarización avanzan y se extienden por todos los países que se dicen democráticos, tanto en América como en Europa.

Nos parece revelador y nos alienta el hecho de que en su país existan plataformas como Faithful America que aúnan a las diferentes confesiones religiosas para argumentar y desmontar, desde nuestra vivencia de la fe, esos nacionalismos mal llamados cristianos que, por todo el mundo, desvirtúan y tergiversan las palabras de Jesús y nuestra fe para defender posiciones políticas extremistas y fomentadoras del odio.

El motivo de esta carta es agradecerle sus valientes palabras en la homilía del pasado 21 de enero en la catedral de Washington. Apreciamos y agradecemos su voz profética, que reconocemos habitada por la Ruah, su tono pausado, capaz de alzarse sin estridencias para defender la verdad y sostenerla desde el Evangelio.

Como mujeres somos conscientes de la dificultad que entraña llegar a obispa en la capital de Estados Unidos y la valentía que es necesaria para dirigirse al nuevo presidente de su nación en los términos en los que usted se ha expresado.

Coincidimos con usted en la importancia de la unidad como base firme sobre la que se ha de sostener un estado, la importancia de neutralizar y superar la polarización que en estos momentos se vive a nivel global, la necesidad de abrir espacios de diálogo y dejar de considerar como enemigo/a a quien piensa distinto. Las comunidades humanas hemos de saber incluír a todas las personas que piensan o se viven de formas diferentes, sin excepciones de ningún tipo, por encima de toda diferencia económica, cultural, social, religiosa, sexual,…

La misericordia de Dios se derrama sobre toda persona sin distinción. Como mujeres creyentes nos vivimos testigos y portavoces de esa misericordia. Desde ese amor derramado en nosotras y desde la pedagogía de Jesús de Nazaret, no podemos consentir que las diferencias se constituyan en motivo de exclusión, provocando sufrimiento y angustia en los colectivos más vulnerables. Apostamos firmemente por la ternura como motor de las relaciones humanas. Por eso apoyamos sin fisuras sus palabras, que agradecemos profundamente.

Seguimos caminando buscando una Iglesia y un mundo que cada vez más sean comunidade de iguales, Ekklesia que avanza en la construcción del Reino de Dios

Gracias, hermana!!

Asoc. Mulleres Cristiás Galegas Exeria
Red Miriam de Espiritualidad Ignaciana Femenina

Apoyan este escrito:
Tras las huellas de Sophia (México)
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Alcem la Veu Barcelona, Menorca, Valencia.
Mujeres en la Iglesia de Burgos por la igualdad,
Mujeres y Teología de Zaragoza, Cantabria, Sevilla, Cabra,
Emakumeen Aldarria Guipuzkoa
Elizandrea
Donnes Creients Valencia
Mujeres en Diálogo CVX España
Mujeres Católicas Presbíteras, ARCWP Europa

ATRIO

Ser o no ser por Fernando Vidal


 Estados Unidos ha iniciado abruptamente su declive como líder cultural y moral del mundo, y está en claro peligro que siga siendo su mayor democracia. Trump se ha proclamado nuevo padre fundador –al presumir que es el presidente más importante en la historia del país–, denominando el nuevo régimen político que comienza como la “Nueva Era”. Así se llama también el pacto ruso-chino de enero de 2023. Hay voluntad de derivar hacia un régimen posliberal y cerrar la modernidad en favor de otra edad distinta.

Si la modernidad es un movimiento integrador –bajo formas de universalización, igualdad, inclusión, democracia, libertad o racionalidad–, obviamente ha acabado una fase de la modernidad y puede que la propia modernidad. La nueva edad que se abre se debe al socavamiento de la ontología y la conexión con la realidad. El construccionismo y el relativismo no han llevado a la libertad, sino finalmente a que el fundamentalismo se haga con la mayor parte del poder mundial. El fundamentalismo es superficial y relativista porque no eleva el poder de la verdad, sino su verdad de su poder.

Las principales instituciones de la verdad están en claro declive: se resta libertad a los tribunales, las universidades y ciencias se mercantilizan, se prohíben libros y disciplinas científicas, se pretende condicionar fanáticamente a las religiones, se intenta acabar con la prensa tradicional, las identidades se vuelven neuróticas, se boicotean las instituciones internacionales que objetivan el desarrollo…

El papel del cristianismo

Dejamos atrás la modernidad y entramos en la “Edad del Ser”, porque lo sustancial ya no es la integración (moderna) ni la rehumanización (posmoderna, después de la II Guerra Mundial), sino discernir personal y públicamente qué es real, qué es verdad y qué es humano. El papel del cristianismo es crucial. Ser o no ser, esa es la cuestión.


Fernanado Vidal

Director de la Cátedra Amoris Laetitia

La Nube abierta

VN

JESUITAS: El jesuita activista climático Jörg Alt, ante el Tribunal Supremo de Baviera por Mateo González Alonso



La corte deberá valorar la proporcionalidad de una protesta durante la que se cortó el tráfico en una de las plazas de Múnich el 16 de agosto de 2022

El jesuita alemán Jörg Alt, comprometido por combatir las consecuencias del cambio climático, continúa su viacrucis judicial apelando la sentencia que le condena por una protesta pública. Este martes, 28 de enero la sala 12 del Tribunal Supremo de Baviera ha celebrado la vista de la apelación presenta por el religioso junto a la doctora Cornelia Huth y el estudiante Luca Thomas.

Una protesta climática

El juicio se centró en los recursos de los distintos acusados tras haber llevado una protesta ecológica que implicó el corte del tráfico de una plaza de Múnich el 16 de agosto de 2022. Hasta ahora, los tribunales de las dos instancias anteriores han determinado que la culpabilidad de los acusados, si bien han ido rebajando las penas a unas multas. Aun así, tanto los acusados como la fiscalía pidieron la anulación de la sentencia: unos para que se desarrolle un nuevo juicio y la otra para que se restituya la pena mayor.

A eso se añadió la reclamación del jesuita quien se declaró insolvente ya que no estaba dispuesto a que su comunidad asumiera una condena que eran directamente a su persona. Un funcionamiento, el del voto de pobreza, que no ha sido examinado por parte de la corte.

Alt declaró, en un comunicado remitido a ‘Vida Nueva’, que los tres habían llegado al Supremo “con pocas esperanzas, pues el Tribunal Supremo de Baviera sigue con demasiada frecuencia la línea de la acusación sin examinar el fondo del caso. La postura aburrida de los jueces y el breve tiempo de deliberación tras el final de la vista alimentaron la sospecha de que el veredicto previsto en nuestro caso ya se había decidido antes de que comenzara la vista”, denunció. “Mi confianza en la independencia de los tribunales frente a las expectativas políticas de la administración de justicia se ha visto sacudida”, lamentó desde la legitimidad de la urgencia de su protesta. “Llevamos años organizando conferencias, manifestaciones y mucho más, en vano”, reclamó Huth ante el argumento –clave para la condena– de la “existencia de medios más suaves y adecuados” con los que protestar.

Mateo Gonález Alonso
VN

 

Presentaron en la Universidad de Valparaíso el libro "El abuso sexual en contextos eclesiales. Análisis del caso chileno, aprendizajes y desafíos"


Presentación fue en el marco del 3er Congreso chileno sobre maltrato y abuso sexual infantil.

El jueves 16 de enero, se llevó a cabo en el auditorio de la Universidad de Valparaíso la presentación del libro "El abuso sexual en contextos eclesiales. Análisis del caso chileno, aprendizajes y desafíos". La instancia se desarrolló en el marco del 3er Congreso chileno sobre maltrato y abuso sexual infantil.

La ponencia contó con la participación de las autoras Dr. Ana María Celis, del Centro UC de Derecho y Religión de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y la Dr. Claudia Capella, del Dpto. De Psicología de la Universidad de Chile. Además, compartieron panel con el Dr. Cristián Pinto - Cortez, de la Escuela de Psicología y Filosofía de la Universidad de Tarapacá.

La Dr. Ana María Celis presentó los resultados cuantitativos del estudio realizado. Asimismo, reflexionó que "si el abuso ocurre en el campo relacional, la prevención también debe trabajarse desde allí". En este sentido, resaltó la importancia de concientizar en el respeto de la dignidad humana del otro.

La experta reflexionó sobre los desafíos desde la perspectiva cuantitativa que presenta el estudio. “A nivel cuantitativo hay dos desafíos fundamentales, y esto es siempre con la intención de saber el orden de magnitud para saber cómo prevenir mejor, dónde hay que prevenir, en qué escalas hay que hacer la prevención y algo que puede sonar muy técnico la verdad es que es mucho más concreto. Un desafío es completar la investigación, no pudimos llegar a algunos expedientes que existen porque o no llegaron a tiempo o no se valoró el estudio, entonces yo creo que nos falta todavía dimensionar eso a la fecha de hoy. Y el segundo, es actualizarlo, sabemos que es algo que no se detiene y además en la actualización es importante porque las sanciones están llegando recién entonces cuando cerramos el estudio en julio de 2023 faltaban muchas sanciones por llegar y hay que saber eso porque eso es una parte de la reparación que se da a través del mismo estudio”, sostuvo.

Por su parte, la Dr. Claudia Capella, presentó el análisis cualitativo del estudio. “Primero, agradecer a los sobrevivientes y terapeutas que participaron, que nos aportaron una perspectiva muy significativa para poder conocer las dinámicas del abuso sexual en contexto eclesial pero por supuesto que no pudimos abordar todas las aristas del fenómeno y ahí está el desafío, o sea , que seguimos investigando, por ejemplo, no pudimos incorporar a agresiones cometidas por religiosas, o tuvimos algunas víctimas mujeres pero podríamos incorporar más mujeres, como que hay hartos desafíos en la investigación para seguir profundizando en el fenómeno pero también hartos desafíos para poder seguir haciendo en la reparación y prevención”, expresó.

Mientras que el Dr. Cristián Pinto - Cortez hizo un comentario sobre el libro y valoró el trabajo realizado. “El estudio lo encuentro súper positivo para el ámbito de la prevención de los abusos sexuales, específicamente las autoras lo han circunscrito a la institución de la Iglesia Católica, creo que es un avance muy positivo, el desafío es seguir reforzando y seguir visibilizando el tema porque eso permite prevenir”, inidcó.

Además, la directora del Dpto. de Prevención de abusos de la Conferencia Episcopal de Chile, Pilar Ramírez, destacó que “para nosotros este estudio es de vital importancia, es un anhelo que tenemos de hecho de inicios del Consejo Nacional porque necesitábamos afinar en relación a la forma de ejecución de cómo se dan los abusos sexuales dentro de la Iglesia. Nos hemos valido de las ciencias sociales en general desde un inicio para poder formar a otros, para poder tomar las mejores decisiones de las mejores orientaciones, mejores políticas en relación a lo que se sabe al estado del arte de la psicología, de la ciencias en general en relación al abuso sexual, pero, aún sabiendo todo esto, y validado, sabemos que tiene particularidades el abuso dentro de la Iglesia y entonces los hallazgos tanto de los modos de hacer que eventualmente no son tan distintos de lo que ocurre en el abuso sexual intrafamiliar o en otros contextos, sí tenemos formas como aquellas que hoy día se han dado cuenta y que dicen relación con el abuso espiritual como muy característica”. Y continuó: “Además, no sólo hablan de transgresiones físicas o de la dignidad de las víctimas, sino también aquello en lo que creemos o sea, “no usarás el nombre de Dios en vano”, “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, tienen que ver con cuestiones fundamentales de nuestra creencia por lo tanto en ese sentido los aprendizajes son aquellos que nos ayudan a afinar pero también la necesidad de seguir investigando y de por supuesto poder hacer desde un lenguaje académico en que está este libro poder hacerlo más asible a nuestros agentes pastorales, a nuestros sacerdotes, a nuestras religiosas, para que cada uno de nosotros vayamos construyendo aquello a lo que nos ha llamado el Papa Francisco que tiene que ver con, frente a una eventual cultura del abuso y el encubrimiento, poder darle prioridad a la cultura del cuidado dentro de la Iglesia”.

El estudio titulado "El abuso sexual en contextos eclesiales. Análisis del caso chileno. Aprendizajes y desafíos", fue encargado por el Consejo Nacional de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal de Chile al Centro UC Derecho y Religión, y analiza los delitos cometidos por clérigos entre 1960 y 2023.

Fuente: Comunicaciones Valparaíso
Valparaíso, 28-01-2025
 
Iglesia.cl

Iniciando el contacto con música: Nacer de nuevo con Ain Karem. Buen jueves para ustedes

 



Monday, January 27, 2025

En la época de los cambios vertiginosos, se necesita una teología rápida por Antonio Spadaro sj


"La Iglesia debe fijar su residencia en lugares expuestos a los rápidos, los vientos e incluso las tormentas"

"El 'rápido' es el tramo de un río cuyo lecho se empina de repente, produciendo una aceleración de su curso con olas y turbulencias"

"La característica del «cambio de época» es que las cosas ya no parecen estar en su sitio. Lo que antes explicaba el mundo, las relaciones, el bien y el mal, ahora parece haberse vuelto inútil"

"La Iglesia ha perdido la dirección de la producción cultural, que tenía su base y su finalidad en una visión teológica de la vida"

"La memoria de la Iglesia debe unirse al instinto para transformarlo en «intuición», que es la capacidad de sentir, discernir y evaluar rápidamente una situación a medida que se desarrolla"

Los cambios que experimentamos no son 'veloces'. Son «rápidos». La Iglesia nunca ha prestado mucha atención a la velocidad de los fenómenos. En cambio, ha hecho hincapié en su «rapidez». Fue Juan Pablo II quien habló del «rápido desarrollo de las tecnologías», por ejemplo.

En el adjetivo «rápido» encontramos la raíz de «raptar», es decir, agarrar, arrastrar. El tren es rápido: circula imperturbable por una vía sin implicar a nada más. La alta velocidad es la suya propia. «El siglo de la motorización ha impuesto la velocidad como un valor mensurable, cuyos registros marcan la historia del progreso de las máquinas y de los hombres», señala Italo Calvino en sus “Lecciones americanas”. Rapidus, en cambio, no es lo que corre, sino lo que embelesa, arrastra, sobrecoge. Y también es capaz de implicar actitudes, modos de vida, concepciones de la realidad, de la política. La invención de la luz eléctrica «secuestró» el ritmo de nuestros días; las redes sociales, nuestra capacidad de relacionarnos; la inteligencia artificial, nuestra forma de pensar.


Esta acelerada actualidad nos exige atravesarla. Me viene a la mente la invitación de Jesús a los discípulos: «Pasemos a la otra orilla», que -por cierto- fue el lema de uno de los viajes apostólicos más delicados y difíciles de Francisco, el de la República Centroafricana. Pasar a la otra orilla «presupone un paso que tiene lugar en las conciencias, actitudes e intenciones de las personas», dijo entonces el pontífice.

Al atardecer, Jesús está ante la multitud a orillas del mar de Galilea, una extensión de agua expuesta a repentinos vendavales. Habla desde una pequeña barca que se mece entre las olas. En ese preciso momento -quizá el menos oportuno- invita a la gente a pasar. Está oscuro. No va a ser una travesía iluminada por la luna: el caos llega en forma de aguas turbulentas. De repente, «se levantó un gran vendaval y las olas entraban a raudales en la barca, que ya estaba llena». El caos no perturba a Jesús. De hecho, está sentado en la popa, sobre su almohada, durmiendo. Y este sueño debía de ser profundo si ni siquiera se despierta por el azote de las olas y el agua que había invadido la barca. El caos no perturba el descanso. El Señor es siempre dueño de la situación, incluso cuando está «dormido». Y así es como interviene como libertador. Inmediatamente «cesó el viento y reinó una gran calma». Jesús puede, pues, decir a sus discípulos: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?» (Mc 4, 35-41).

Esta imagen retrata bien la llamada de Jesús a pasar a la otra orilla, atravesando aguas amenazadoras y rápidas. El «rápido» es el tramo de un río cuyo lecho se empina de repente, produciendo una aceleración de su curso con olas y turbulencias. No se trata de una corriente tranquila, ni de una cascada. Son las aguas en las que navegamos a nuestro paso.

En las olas leemos las transformaciones culturales y sociales que hoy se han agudizado, pero también nuestros miedos. La característica del «cambio de época» es que las cosas ya no parecen estar en su sitio. Lo que antes explicaba el mundo, las relaciones, el bien y el mal, ahora parece haberse vuelto inútil. Parece probable que lo que nos parecía normal sobre la familia, la Iglesia, la sociedad y el mundo ya no sea como antes. En español, Francisco evocó la rapidez, que «aprisiona la existencia en el vórtice de la velocidad», llevando a «puntos de referencia en continuo cambio». No podemos engañarnos pensando que vivimos una situación transitoria, en la que hay que esperar a que pase, y entonces las cosas volverán a ser como siempre han sido. Tampoco podemos asumir la actitud del avestruz y hacer «como si» el mundo fuera diferente. Necesitamos el valor de superar nuestros miedos, de cruzar el mar y hacer la travesía junto con la humanidad de nuestro tiempo.


Surcando estos rápidos, hoy vemos un gran cambio en la relación entre el cristiano y la cultura. La Iglesia ha perdido la dirección de la producción cultural, que tenía su base y su finalidad en una visión teológica de la vida. Nuestra tabla de surf no siempre nos sostiene. El modo de evangelizar, de entrar en culturas complejas, híbridas, dinámicas y cambiantes como las de hoy, implica la madurez de comprender que somos actores, y quizá a veces protagonistas, pero siempre juntos y junto a otros. Nuestro futuro ya no se construye en pos de «hegemonías culturales».

En esta realidad de cambio cultural, surgen nuevos actores, con nuevos estilos de vida, formas de pensar, sentir, percibir y establecer relaciones. En esta situación cultural, el mayor desafío es dialogar empáticamente, incluso en la búsqueda de nuevos lenguajes para expresar la fe. Una mala reflexión crítica y un escaso discernimiento pueden conducir, por otra parte, a un subjetivismo religioso fundamentalista o a un sincretismo superficial. Estamos llamados a leer esta inquietud de la sociedad y a valorarla porque todos los sistemas que intentan «apaciguar» al hombre son perniciosos. Debemos mantener viva la capacidad de soñar «nuevas versiones del mundo» (Papa Francisco). En esto consiste nuestra travesía de los rápidos de nuestro tiempo. Debemos llevar nuestros motores al límite para superar el remolino de Escila y Caribdis.

No debemos ser víctimas del miedo ante los grandes cambios de la historia. Los que estamos experimentando, después de todo, son muy significativos, pero ciertamente no son los primeros en la historia de la humanidad. Por ejemplo, ya hemos experimentado cambios bruscos de «inteligencia» en la historia: pensemos en la revolución de la Ilustración, a la que luego respondió el Romanticismo. La humanidad produce estos cambios y debe aprender a gestionarlos con sabiduría.

Contemplar a Cristo vivo en nuestro tiempo libera al cristiano de las tentaciones que piensan que es necesario reciclar el Evangelio convirtiéndolo en un taller de restauración o en diversos laboratorios utópicos. Es necesario tener el valor de lanzarse hacia el futuro, confiados en que el Señor no es sólo un «faro» que permanece inmóvil y emite luz desde lejos, sino que está junto a nuestra barca sacudida por las olas, salvándonos con el resto de su consuelo. Él es el Señor de las mareas. El caos no perturba su descanso ni le hace perder el dominio de la situación.


La teología, por tanto, debe asumir la tarea de pensar las olas, así como las orillas de recalada, de lanzarse a los rápidos y pensar deprisa, corriendo, sin quejarse de que no tiene tiempo para razonar, para planificar. Necesitamos un pensamiento teológico rápido, una «teología rápida». Y ya no basta con pararse siempre a mirar las estrellas para orientarse: hay que aprender a comprender su posición en la carrera para trazar rutas. Corremos el riesgo de mantener una visión demasiado «ontológica», teórica y estática de la contemplación. Corremos el peligro de seguir creyendo en Mercurio (y su destreza) bien separado de Saturno (y su contemplación solitaria). No necesitamos este politeísmo.

También debemos comprender la dirección de los vientos y prever posibles vendavales. Este es, al fin y al cabo, el sentido original de la «cibernética» (etimológicamente el arte de pilotar), que es estar 'in actione contemplativus', como ya proponía la 'devotio moderna' en los siglos XIV-XV y luego la espiritualidad ignaciana. Pero también lo apuntó bien el jesuita P. Claude Larre en su espléndido (y olvidado) comentario espiritual sobre el antiguo Tao Te King: el enfoque contemplativo de Lao Tzu entiende el vivir como un arte que se acopla al contexto y al flujo de la realidad. La memoria de la Iglesia debe unirse al instinto para transformarlo en «intuición», que es la capacidad de sentir, discernir y evaluar rápidamente una situación a medida que se desarrolla.

La Iglesia -con mayor razón debido a su sinodalidad cada vez más radical- necesita hoy habitar no sólo refugios seguros, donde pueda guiar a la gente como lo hace en los terremotos. También debe fijar su residencia en lugares expuestos a los rápidos, los vientos e incluso las tormentas que sacuden el mundo. Es en estos lugares ásperos y ventosos donde sopla el Espíritu.

Antonio Spadaro sj
RD

El jubileo de la comunicación llena a Roma de periodistas

 


Roma se ha llenado de periodistas que celebrarán el jubileo con motivo de su patrón. Lo cierto es que la relación de Francisco con la prensa es muy estrecha. A los comunicadores siempre les dedica palabras de agradecimiento en sus viajes.

FRANCISCO
Gracias por estar aquí conmigo, todos juntos. Gracias por vuestro trabajo tan bueno, que ayuda tanto. Porque hace llegar a la gente que le interesa el viaje las imágenes y también vuestros pensamientos y reflexiones sobre el viaje. Muchas gracias.

El papa también tiene una idea muy clara de cómo debería ser el trabajo de los periodistas.

FRANCISCO
Os exhorto, por tanto, a obrar según la verdad y la justicia, para que la comunicación sea de verdad instrumento para construir, no para destruir, FLASH para dar voz a quien no tiene voz, no para hacer de megáfono a quien grita más fuerte.

Su cariño por este sector lo ha mostrado públicamente. Agradeciendo el trabajo y servicio que se realiza cada día:

FRANCISCO
Es el corazón el que nos mueve a una comunicación abierta y acogedora. Saludo a los periodistas y a los técnicos de la comunicación aquí presentes. Agradezco su trabajo y deseo que estén siempre al servicio de la verdad y el bien común. ¡Un aplauso a todos los periodistas!

El jubileo de la comunicación es el primer grupo de la agenda jubilar. Se espera que vengan a Roma miles de comunicadores.

BAM

Rome Reports

Sunday, January 26, 2025

80 años del fin de Auschwitz los tres papas que rezaron en el campo de concentración

 


Han pasado 80 años desde la liberación del campo de exterminio de Auschwitz. Imágenes como esta siguen impactando hoy día en la sociedad.

Más de un millón de personas murieron en el que es considerado el campo de concentración nazi más grande de la historia. Estuvo activo hasta el 27 de enero de 1945.

Más de 30 años después, en 1979, Juan Pablo II se convirtió en el primer papa en visitar Auschwitz, donde condenó el Holocausto. Un periodo que también fue oscuro para el polaco, que vivió la invasión de Polonia por parte de Hitler cuando solo tenía 19 años.

En 2006, un año después de la muerte de Juan Pablo II, Benedicto XVI estuvo también en este campo. Una visita más que esperada por parte de un papa alemán.

BENEDICTO XVI
En un lugar como este se queda uno sin palabras; en el fondo sólo se puede guardar un silencio de estupor, un silencio que es un grito interior dirigido a Dios: ¿Por qué, Señor, callaste?

Poco después de rezar ante 23 lápidas situadas ante las ruinas de los hornos crematorios, muchos recuerdan esta imagen: cuando salió el arcoíris.

Y para momentos simbólicos, este. Cuando Francisco estuvo en 2016. El papa no pronunció ningún discurso. Dejó las palabras a un lado para rezar en silencio en la celda donde murió el franciscano san Maximiliano Kolbe, quien se ofreció a morir por un padre de familia al que habían condenado a muerte.

CA

Rome Reports

La dictadura nicaragüense confisca el seminario de la diócesis de Rolando Álvarez

 


La dictadura nicaragüense ha confiscado el seminario mayor de la diócesis de Matagalpa, la más castigada por el régimen de Ortega y de la que es obispo Rolando Álvarez, desterrado a Roma a comienzos de 2024.

La información la dio a conocer en sus redes sociales Erick Díaz, un sacerdote exiliado que señaló que en pocos días se han confiscado tanto el seminario como un centro de retiro espiritual.

Fue la policía la que llegó a las instalaciones y echó a los 30 seminaristas. Se desconoce también si alguno de ellos, o incluso algún sacerdote, ha sido detenido.

Además, la abogada Martha Patricia denunció que se ha incrementado la vigilancia a los sacerdotes de la diócesis.

CA

Rome Reports

Ángelus 26 de enero de 2025 - Papa Francisco



Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!:

El evangelista Lucas nos presenta este domingo a Jesús en la sinagoga de Nazaret, el pueblo donde creció. Jesús lee el pasaje del profeta Isaías que anuncia la misión evangelizadora y liberadora del Mesías, y luego, en medio del silencio general, dice: «Hoy se ha cumplido esta Escritura» (cfr. Lc 4,21).

Imaginemos la sorpresa y el desconcierto de los conciudadanos de Jesús, que lo conocían como el hijo del carpintero José y que nunca hubieran pensado que Él pudiera presentarse como el Mesías. Hubo desconcierto. Y, sin embargo, sucede precisamente esto: Jesús proclama que, con su presencia, ha llegado «el año de gracia del Señor» (v. 19). Es un feliz anuncio para todos, especialmente para los pobres, los prisioneros, los ciegos, los oprimidos; así dice el Evangelio (cfr. v. 18).

Aquel día, en Nazaret, Jesús puso a sus interlocutores ante una elección sobre su identidad y su misión. En la sinagoga, nadie pudo dejar de preguntarse: ¿Él es solamente el hijo del carpintero que se atribuye un papel que no le corresponde, o es verdaderamente el Mesías, enviado para salvar al pueblo del pecado?

El evangelista nos dice que los nazarenos no consiguieron reconocer en Jesús al consagrado del Señor. Creían conocerlo demasiado bien, y eso, en lugar de facilitar la apertura de sus mentes y de sus corazones, los bloqueó, como un velo que oscurece la luz.  

Hermanos y hermanas, este acontecimiento, con las debidas analogías, nos sucede también hoy a nosotros. La presencia y las palabras de Jesús nos interpelan; también nosotros estamos llamados a reconocer en Él al Hijo de Dios, a nuestro Salvador. Pero puede sucedernos, como sucedió entonces a sus compaisanos, que creamos que ya lo conocemos, que ya sabemos todo de Él: hemos crecido con Él en la escuela, en la parroquia, en el catecismo, en un país de cultura católica… Y, de este modo, también para nosotros es una Persona cercana, es más, “demasiado” cercana.

Pero probemos a preguntarnos: ¿advertimos la autoridad única con la que habla Jesús de Nazaret? ¿Reconocemos que Él es portador de un anuncio de salvación que nadie más puede darnos? Y yo, ¿me siento necesitado de esta salvación? ¿Siento que, de algún modo, yo también soy pobre, prisionero, ciego, oprimido? ¡Entonces, solo entonces, el “año de gracia” será también para mí!

Dirijámonos con confianza a María, Madre de Dios y Madre nuestra, para que nos ayude a reconocer a Jesús.

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Después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas:

El conflicto actual en Sudán, iniciado en abril de 2023, está provocando la crisis humanitaria más grave del mundo, con consecuencias dramáticas también en Sudán del Sur. Deseo manifestar mi cercanía a las poblaciones de ambos países, y las invito a la fraternidad, a la solidaridad, a evitar cualquier tipo de violencia y a no dejarse instrumentalizar. Renuevo el llamamiento a las partes en guerra en Sudán para que cesen las hostilidades y acepten sentarse a una mesa de negociación. Exhorto a la comunidad internacional a que haga todo lo posible para hacer llegar las ayudas humanitarias necesarias a los desplazados, y para ayudar a los beligerantes a encontrar pronto caminos hacia la paz.

Veo con preocupación la situación en Colombia, especialmente en la región de Catatumbo, donde los enfrentamientos entre grupos armados han provocado numerosas víctimas civiles y más de 30.000 desplazados. Les expreso mi cercanía y rezo por ellos.

Hoy se celebra la Jornada mundial de los Enfermos de Lepra. Animo a todos los que operan en favor de los afectados por esta enfermedad a proseguir en su compromiso, y a que ayuden a quienes sanan a reincorporarse a la sociedad. ¡Que no sean marginados!

Mañana se celebra la Jornada Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto: han pasado ochenta años desde la liberación del campo de concentración de Auschwitz. El horror del exterminio de millones de personas hebreas y de otras fes que tuvo lugar en aquellos años no se puede olvidar ni negar. Recuerdo a la poetisa húngara Edith Bruck, que vive en Roma. Ella sufrió todo esto. Hoy, si lo desean, pueden escucharla en el programa “Che tempo che fa” [Qué tiempo hace]. Es una gran mujer. Recordemos también a los muchos cristianos, entre ellos numerosos mártires. Renuevo mi llamamiento para que todos colaboren a debelar la lacra del antisemitismo y cualquier forma de discriminación y de persecución religiosa. Construyamos juntos un mundo más fraternal, más justo, educando a los jóvenes a tener un corazón abierto a todos, en la lógica de la fraternidad, del perdón y de la paz.

Y los saludo a todos ustedes, provenientes de Italia y de muchas partes del mundo; saludo especialmente a los periodistas y a los operadores de la comunicación que han vivido en estos días su Jubileo: los exhorto a ser siempre narradores de esperanza.

Saludo a los polacos, especialmente a los de Zabno; a los alumnos del Instituto Zurbarán de Badajoz (España), a los fieles de Siquirres (Costa Rica), al grupo de chicas quinceañeras de Panamá.

Saludo a los peregrinos de la Unidad Pastoral de Busto Garolfo y Olcella, de la archidiócesis de Milán.

Y los acojo con alegría a ustedes, chicos y chicas de la Acción Católica, de las parroquias y de las escuelas católicas de Roma. Han venido al término de la “Caravana de la Paz”, durante la que han reflexionado sobre la presencia de Jesús en sus vidas, testimoniando a sus coetáneos la belleza de la acogida y de la fraternidad. Y ahora, escuchemos a estos muchachos, que quieren decirnos algunas cosas… ¡Adelante! ¡Fuerte!

[lectura del mensaje]

Ahora él [el chico que lee] ha dicho una palabra muy hermosa [el muchacho la relee: “Así lograrían hacer callar las armas”]. ¡El chico es bueno! Saluden de mi parte a todos los chicos y chicas.

Deseo a todos un feliz domingo. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!

Vatican

 

Saturday, January 25, 2025

Arthur Blessitt, que llevó una cruz por todo el mundo, muere a los 84 años

Arthur Blessitt en 2009 con la cruz que cargó cuando comenzó su viaje de Los Ángeles a Nueva York el día de Navidad de 1969. Pasó a llevar una versión más pequeña de la cruz por todo el mundo. Crédito...Craig F. Walker/The Denver Post, vía Getty Images

Un predicador callejero de Hollywood, salió a caminar a la ciudad de Nueva York en 1969 con una cruz de 110 libras en la espalda. Luego siguió adelante.

Arthur Blessitt, cuyos fervientes esfuerzos por convertir a los hippies, freaks y adictos a lo largo del Sunset Strip de Hollywood fueron solo el preludio de su decisión de llevar una cruz de madera de 110 libras desde Los Ángeles a la ciudad de Nueva York, y luego seguir adelante, viajando finalmente 43,340 millas a través de todos los países del planeta, murió el 14 de enero. Tenía 84 años.

La muerte de Blessitt fue anunciada en un comunicado en primera persona en su sitio web. El comunicado no dijo dónde murió ni citó la causa de la muerte. Había estado viviendo en el área de Denver, y su ministerio estaba basado en el suburbio de Littleton, Colorado.

Un predicador bautista del sur que dirigía una cafetería cristiana adyacente a un club de striptease, el Sr. Blessitt comenzó su viaje el día de Navidad de 1969, llevando su cruz casera de 6 por 12 pies en su hombro. Hizo ajustes en el camino, cambiando sus sandalias por botas y agregando una rueda de 12 pulgadas a la base de su carga; Más tarde cambió el pesado Cross por una versión de 42 libras que podía dividir en dos, lo que facilitaba su envío.

Blessitt y un asociado, Jesse Wise, a la derecha, cargando su cruz de 110 libras sobre sus hombros en la Quinta Avenida en Nueva York en junio de 1970. Blessitt tardó seis meses en recorrer el país a pie.Crédito...Marty Lederhandler/Prensa Asociada

Tardó seis meses en recorrer el país a pie. Cuando terminó, regresó a Los Ángeles, solo para recibir, según su relato, órdenes de Jesús para emprender su viaje mundial.

"¡Vamos!" Jesús se lo dijo, lo relató en su sitio web. "Quiero que vayas hasta el final".

Su primer viaje al extranjero, en 1971, fue a Irlanda del Norte; pronto le siguieron otras partes de Europa, África, Oriente Medio y Asia Oriental.

Llevaba un rollo de calcomanías que decían "¡Sonríe! Jesús te ama", que repartió a los transeúntes curiosos. No todos eran amistosos: los agentes de policía lo acosaban, los descontentos lo abucheaban, y su cruz fue robada en Asís, Italia, donde una vez vivió San Francisco.

"Algunas personas me ven y gritan: '¡Eres un loco!'", dijo en el documental de 2009 "The Cross: The Arthur Blessitt Story", dirigido por Matthew Crouch. "Le digo: 'Está bien, al menos estoy atornillado al perno derecho'.

Blessitt tomó notas meticulosas en el extranjero, detallando cuánto duraron las suelas de sus botas (unas 500 millas) y con qué frecuencia fue arrestado (24 veces). Visitó todos los continentes, incluida la Antártida, así como zonas de guerra, zonas de desastre y muchos otros lugares donde corría el riesgo de ser tiroteado, golpeado o arrestado.

Escaló el Monte Fuji en Japón, se enfrentó a babuinos enojados en Kenia y casi fue volado por una bomba terrorista en Irlanda del Norte, todo mientras cargaba su cruz. Está incluido en el Libro Guinness de los Récords por la "peregrinación más larga en curso".

Le tomó casi 40 años, pero en 2008 completó su búsqueda para visitar todos los países cuando se le permitió ingresar al último, Corea del Norte. Su "caminata" hasta allí fue en gran medida simbólica: las autoridades le permitieron llevar su cruz desde la puerta principal de su hotel hasta la calle y de regreso.

El Sr. Blessitt y su hijo Arthur Joshua Blessitt cargando cruces a través de un vecindario del oeste de Beirut, Líbano, después de que fuera bombardeado por el ejército israelí en 1982.Crédito...Daniel Simon/Gamma-Rapho, vía Getty Images

Había una cualidad de Forrest Gump en el viaje del señor Blessitt. No solo viajó a pie por todo el país; durante sus aventuras se encontró con una larga lista de figuras históricas —Yasir Arafat, Billy Graham, Bob Dylan—, así como con personas que trataban de imprimir su propia agenda complicada en lo que él insistía en que era un mensaje simple e inocente.

"En el tercer mundo, lo primero que piensa la gente cuando me ve es que soy un hombre santo", dijo al periódico The Independent en 1999. "En Estados Unidos, sin embargo, algunas personas piensan en el Ku Klux Klan, las mujeres a menudo piensan que soy una manifestante contra el aborto, otras personas que soy de derechas".

Su campaña de décadas lo convirtió en una celebridad menor. Los perfiles invariablemente se concentraban en su combinación de perseverancia obstinada y un enfoque indiferente de su tarea.

"Te sorprendería", le dijo a la revista People en 1978, "cuánta atención recibe un hombre que lleva una gran cruz de madera".

Arthur Owen Blessitt nació el 27 de octubre de 1940 en Greenville, Mississippi, hijo de Arthur O.N. Blessitt y Mary (Campbell) Blessitt, y se crió en el noroeste rural de Luisiana, donde su padre administraba una granja de algodón.

Estudió historia en el Mississippi College, una institución cristiana en Clinton, Mississippi, pero se fue en 1962 sin un título. Más tarde estudió en el Seminario Teológico Bautista Golden Gate (ahora Gateway Seminary), en Oakland, California, pero también se fue antes de completar su carrera.


Comenzó como predicador itinerante por el oeste montañoso, pasando tiempo en Montana y Nevada antes de establecerse en Los Ángeles en 1967.

Se encontró en medio de la contracultura de la década de 1960, pero también se encontró con los primeros brotes de lo que se convirtió en el movimiento freak de Jesús, mezclando estilos hippies y un evangelismo cristiano desenfadado.
Blessitt en 1971, el año en que hizo su primer viaje al extranjero, a Irlanda del Norte.Crédito...Rolls Press/Popperfoto, vía Getty Images

Blessitt comenzó a predicar en bares, clubes y salas de conciertos, bienvenido —o simplemente tolerado— por el espíritu de la época de que todo vale. Vestía el papel, con el pelo largo y sandalias, y mezclaba sus sermones con referencias a las drogas y al rock 'n' roll.

"Por ejemplo, si quieres colocarte, no tienes que dejar caer ácido. Solo reza y vas hasta el Cielo", escribió en "El viaje más grande de la vida" (1970), uno de sus muchos tratados religiosos. "No tienes que tomar pastillas para cargarte. Basta con dejar caer un poco de Mateo, Marcos, Lucas o Juan".

El Sr. Blessitt se casó con Sherry Simmons en 1963. Se divorciaron en 1990. Ese mismo año se casó con Denise Brown.

Ella le sobrevive, al igual que sus hijos de su primer matrimonio, Gina, Joy, Arthur Joel, Arthur Joshua, Arthur Joseph y Arthur Jerusalem; una hija de su segundo matrimonio, Sofía; su hermana, Victoria; 12 nietos; y una bisnieta.

Con sus cabellos sueltos y su cruz gigante, el Sr. Blessitt a veces era confundido con un imitador de Jesús, e incluso con el propio hijo de Dios, incluso una vez en Liberia, cuando un líder de la aldea se arrodilló ante él.

"Es la única vez que consideré parar", le dijo a The New York Times en 1997. "Coloqué la cruz contra un árbol y dije: 'Señor, nunca intentaré tomar tu gloria y presentarme como un líder religioso'. Y escuché a Jesús susurrarme: 'No te preocupes por eso. Solo sigue por el camino'".

Clay Risen
Reportero del Times en la sección Obituarios
New York Times