Saturday, March 26, 2022

“Corazón de padre” película cuenta milagros actuales de San José

 


Los auténticos devotos de la Virgen María son grandes devotos de San José.
Yo tuve un cáncer hace cinco años y siempre pidiendo la intercesión de San José. Cuando llegó el momento de la cirugía el cáncer de tiroides había desaparecido.

Esta película aborda un viaje por todo el mundo. Buscan historias que corroboren que San José está hoy más activo que nunca. 

El director, Andrés Garrigó, quiere que las personas reconozcan la importancia de su figura. 

Uno de los testimonios, un médico cuenta cómo desccubrir a San José le transformó el trabajo. Ahora trata a sus pacientes como San José trataría a sus vecinos, al niño Jesús y a la Virgen María.

Tristán es un hombre que se casó con una mujer atea como él. Pero tras la muerte de uno de sus hijos, ella se convirtió al cristianismo. Tristán, sin embargo, no. Hasta que le invitaron a una peregrinación y se quedó ante la imagen de San José él solo. 

TRISTÁN
Trsitan corazón de padre “Llevaba diez años sufriendo, la pérdida de mi hijo me había hundido. Le dije: 'Señor, escúchame. Oigo mucho sobre ti, si existes dame una señal'. Estaba totalmnete rendido a él, un abandono total”.

Tristán se encontró con San José en ese viaje,se bautizó y eligió un segundo nombre, José. 

TRISTÁN
“De modo que me bauticé con el nombre de José a los 47 años. Mi vida había cambiado”.

La película es una cadena de testimonios de personas que recuperan su fe o la adquieren gracias a San José. 

SO 
Rome Reports

No temas llorar por Génaro Ávila-Valencia sj


En nuestras ciudades es cada vez es más frecuente el coaching emocional que se centra, ingenuamente quizá, en el control de las emociones. Un coaching motivacional que se mueve a un nivel meramente superficial. A menudo me encuentro con personas que buscan un calmante con efecto narcótico que hace disminuir el dolor. Conozco otras personas que no dan un paso sin que su terapeuta les dé luz verde para actuar de tal o cual manera, como si fueran títeres. Todo para evitar equivocarse, todo para evitar el dolor del errar, todo para evitar las lágrimas que nos causa nuestra fragilidad. Tenemos miedo al dolor y somos adictos al placer. Se nos olvida que nuestra vida humana se mueve inevitablemente entre esos dos polos del placer y el dolor. Nada ni nadie nos puede evitar pasar por valles oscuros y túneles sombríos, pero nunca vamos solos. No importa a dónde, no importa cómo; lo importante es con quién nos movemos ¡Ojalá que fuera siempre con Jesucristo!

En el Evangelio según san Juan se encuentra una de las frases más conmovedoras de toda la Biblia: «Jesús lloró» (Jn 11, 35). Jesús derramó lágrimas. Se trata de una escena de la vida de Jesús de Nazaret que nos muestra su entrañable humanidad y su dolor al encontrase muerto a su amigo Lázaro; tal fue la admiración de los presentes en ese momento que exclamaron: «¡Cómo lo amaba!». Pienso que nada nos hace más bien a los cristianos que detenernos a contemplar la humanidad de Cristo para hacernos a su modo y tener entre nosotros sus mismos sentimientos hasta el punto máximo de la compasión. Ninguno de nuestros sentimientos le es indiferente a nuestros buen Jesús. Ninguna de nuestras lágrimas se pierde en la nada. Ante el corazón de Jesús, ninguna de nuestras peticiones se encuentra sin respuesta, ahogadas en el ensordecedor silencio del vacío, pues con fe confiamos en que «todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra y al que llama, se le abrirá» (Mt 7, 8).

Jesús lloró y creo que llorar es una gracia porque nos recuerda que estamos vivos y somos capaces de sentir. Con las lágrimas de nuestros ojos se nos lava el alma y queda liberada de todo lo que no puede, ni debe, ni quiere cargar más. Casi siempre, después de llorar, nuestra alma se siente más ligera. Asimismo, con nuestras lágrimas regamos la tierra de nuestra impotencia, de nuestro querer tanto y poder tan poco. Las lágrimas también son los frutos agridulces de nuestra compasión por los demás. Ya lo diría el Papa Francisco a los jóvenes durante alguna de sus alocuciones: «¡Al mundo de hoy le falta llorar! Lloran los marginados, lloran aquellos que son dejados de lado, lloran los despreciados, pero aquellos que llevamos una vida más o menos sin necesidades no sabemos llorar». Necesitamos reaprender a llorar por los demás y por nosotros mismos. Necesitamos dejar de lado los libros de autoayuda y de superación personal y aprender a sentir nuestra fragilidad en toda su complejidad.

En su poema Las lágrimas el poeta José Tomás de Cuéllar nos invita a pasar de la noche del llanto a la brisa de la mañana donde Dios siempre nos espera:

De noche caen las lágrimas
de las humanas penas, 
y por doquiera á miles
humedecen la tierra.
Pero viene la aurora
apacible y risueña; 
en las praderas corre
brisa callada y fresca, 
y de la tierra húmeda 
se levanta la niebla;
corona el arroyuelo,
el lago, la eminencia,
y cual flotante gasa
sube al éter ligera.
En ella van las lágrimas
que mojaron la tierra, 
y suben hasta el cielo
donde Dios las espera”.

¡Bienaventurados los que lloran!

pastoralsj

Friday, March 25, 2022

PROYECTOS Día Mundial de la CVX 2022: De la conversión al compromiso: un camino de amor, alegría y amistad. Nº 177, Diciembre 2021


 

“La herida que sufrió Ignacio en Pamplona no fue tanto un final feliz, como un comienzo feliz. La conversión consiste a veces en grandes momentos de cambio, pero también es un proceso interminable. Hay que poner a Cristo en el centro cada vez, una y otra vez.”
(P. Arturo Sosa SJ.)

A los Consejos Ejecutivos Nacionales y todos los miembros de la CVX: 

Introducción 

Este año jubilar (20 de mayo de 2021 - 31 de julio de 2022), estamos celebrando el 500 aniversario de la conversión de San Ignacio de Loyola, nuestro santo y padre en la espiritualidad. Ignacio, curado de su herida, se ofreció totalmente al Señor. También celebramos, el 12 de marzo de 2022, el 400 aniversario de la canonización de San Ignacio y San Francisco Javier, que, junto con otros, cofundaron la Compañía de Jesús. Su amistad en Cristo floreció en conversaciones espirituales, el tipo de conversaciones que buscamos entablar en la CVX e incluso en nuestra Iglesia hoy, mientras se prepara para el Sínodo 2023. Además, su amistad ejemplificaba un compromiso continuo y profundo en el camino del Espíritu, que crecía en el amor, el apoyo y el entusiasmo del uno por el otro, en misión juntos en el mundo, con Cristo. 

Viviendo en el mundo, en nuestra humanidad, experimentamos las heridas de muchas formas: en nuestros viajes personales, en nuestras familias, en nuestros lugares de trabajo, en nuestras comunidades, en nuestra Iglesia, en nuestro mundo. Basándonos en la inspiración de San Ignacio y San Francisco Javier, consideramos cómo trabajar a través de nuestras heridas hacia la conversión, y buscamos maneras de ofrecernos al Señor, a través de un mayor deseo de amar, de servir y de profundizar nuestro compromiso con el estilo de vida CVX en muchos niveles. En este Proyectos Nº177, invitamos a nuestros miembros a identificar estas áreas de heridas, a reflexionar sobre la manera de abrirnos a la conversión, y a explorar formas de profundizar en nuestro compromiso, servicio y amistad en Cristo. 

La herida de Ignacio y su conversión

La conversión de Ignacio fue el resultado de una herida, una bala de cañón que le rompió la pierna, en Pamplona, en 1521. Durante su convalecencia, descubrió que sólo el Señor es capaz de producir en nosotros una alegría duradera y profunda, distinta de la alegría superficial que desaparece y nos sume de nuevo en la tristeza. "Nadie os quitará vuestra alegría" (Jn 16,22). 

A raíz de esta herida, Ignacio experimentó un encuentro personal con el Señor. Cristo tocó su corazón. Se dio cuenta de que el Señor es la fuente de la vida, de su vida, que le ha dado todo, que "todo bien baja de lo alto" (EE.EE 237). Entonces se convirtió, cambió su vida y se ofreció enteramente al servicio de su Divina Majestad.

Ignacio no quiso guardarse su experiencia para sí mismo. La compartió con nosotros en el libro de los Ejercicios Espirituales, para permitir a otros ser tocados por el Señor, convertirse y seguirle. Después de su conversión en Loyola, comenzó su vida como un pobre peregrino siguiendo a su recién descubierto Dios. Lo dejó todo, pero descubrió que eso no era suficiente. En su profunda crisis en Manresa, tocó las raíces de su vulnerabilidad física, mental y espiritual y, finalmente, se dio cuenta de que la misericordia de Dios era inmensamente mayor que sus pecados y sus buenas acciones. Esta experiencia es la que compartió con nosotros en los Ejercicios Espirituales. ¡Es una herida bendita que nos ha dado un santo así!

Mi herida y mi conversión 

Al igual que Ignacio, cada uno de nosotros ha podido ser alcanzado en su vida por una bala de cañón, un choque, un incidente, un acontecimiento particular que nos ha herido, nos ha hecho sufrir, nos ha puesto en una situación de duda e incertidumbre, de minusvalía, y que ha llevado a un punto de inflexión en nuestra vida, a una conversión, a un cambio. En ese momento particular, el Señor amoroso nos alcanzó, tocó el corazón de cada uno de nosotros, de una u otra manera. Vino a nuestro encuentro. Curó la herida y nos permitió retomar el camino. 

No tenemos que mirar muy lejos para identificar esta herida: traumas personales, problemas de salud, pandemia mundial, crisis ecológica, polarización, racismo, pobreza, marginación, colonialización, corrupción, violencia, guerra, hambre, etc. Miramos a Jesús, que comprendió los líos en los que estamos inmersos, algunos de ellos de nuestra propia cosecha, y nos mostró un camino a través de las heridas. Hay quienes sugieren que algunos de nuestros líos pueden ser vistos como dones, formas de reconocer y elevar nuestras vulnerabilidades, involucrando la "lucha" o la energía o la pasión de Jesús, y permitiéndonos convertirnos para vivir más plenamente la "civilización del amor" o el reino de Dios tal como lo promueven Jesús, Ignacio y el Papa Francisco. 

El P. Greg Boyle, S.J., de Homeboy Industries en Los Ángeles, California, EE.UU., describe la experiencia de un antiguo miembro de una banda que sufrió muchos abusos físicos y emocionales cuando era niño. Solía llevar tres camisetas al colegio para cubrir la sangre y las cicatrices de su espalda. Solía avergonzarse de sus heridas y buscaba regularmente ocultarlas, hasta que se dio cuenta de que debía acoger sus heridas, hacerse amigo de sus heridas, para que, a través de su propia experiencia de herida, pudiera ayudar a curar las heridas de los demás. Esta toma de conciencia fue el momento significativo


• Me tomo el tiempo de identificar mis "benditas" heridas. Pueden ser personales, comunitarias, en mi familia, en mi lugar de trabajo, en la Iglesia, en el mundo. 

• Recuerdo ese momento concreto en el que el Señor vino a encender mi corazón y a despertar en mí el deseo de seguirle. ¿Qué sentí? 

• En nuestros días hay diferentes campos que necesitan nuestra conversión: conversión a los pobres y a las víctimas de nuestro mundo, conversión a la ecología, conversión a la diversidad y a la pluralidad de religiones y culturas, conversión a la Iglesia y al Evangelio... entre otros...

 o ¿Qué conversión necesito? 

o ¿De qué manera puedo contribuir a una civilización de amor, reconciliación y sanación?


Ad Amorem 

En la contemplación para alcanzar amor, Ignacio nos dice que el amor está en las obras más que en las palabras, y que consiste en una comunicación recíproca, en un intercambio. Ahora todo lo que soy, todo lo que poseo, viene del Señor. Nada me pertenece. Reflexiono sobre este salmo: "¿Qué le devolveré al Señor por toda su bondad para conmigo?" (Sal 116,12) Este es el corazón mismo de la espiritualidad ignaciana. No hacemos acciones buenas para ganar la salvación, hacemos el bien porque es nuestra manera de agradecer el amor absoluto que hemos recibido de Dios, que ha obrado para mi salvación en cada cosa de la Creación y de mi vida. 


• ¿Qué puedo ofrecerle a cambio de su amor? ¿Cómo puedo expresar mi amor y mi gratitud? Sólo puedo devolverle todo lo que me ha dado: "Toma, Señor, y recibe toda mi libertad...". (EE.EE. 234) 

• Considero mi realidad concreta, mi vida y mi mundo. Considero mi tiempo, mis dones, mi disponibilidad, mi experiencia, mi sabiduría. ¿Qué me corresponde hacer? Es importante ser auténtico con el papel que cada uno de nosotros desempeña y no juzgar lo grande o pequeño que es ese papel. Cada uno de nosotros está hecho a imagen de Dios; cada uno de nosotros revela esa parte de Dios que nadie más puede revelar


Este deseo, este impulso de querer seguir al Señor es sólo el fruto de un encuentro personal con el sanador. Cuando somos curados, somos conducidos a un conocimiento interior de aquel que nos ama gratuitamente hasta dar su vida por nosotros. A partir de esta experiencia, queremos estar bajo el estandarte del Señor, comprometernos a servirle. 

Es cierto que el compromiso no es una cuestión de palabras. El compromiso, en primer lugar, emana del corazón. Es un movimiento interior y el resultado de un proceso. Pero como seres humanos necesitamos palabras para expresar lo que vivimos en un proceso. Necesitamos un momento para detenernos y decir "sí, te quiero" y esto expresaría un proceso de muchos años de amistad con otra persona y con Dios. Para algunos, hacer un compromiso de forma pública permite dar testimonio de mi amor al Señor, concretar ese intercambio del que habla Ignacio en el Ad Amorem. Es como el compromiso de dos esposos que intercambian el "sí" en presencia de Dios y de los testigos que representan a la Iglesia. Es también como el "sí" de María ante el Ángel el día de la Anunciación. Y como el "sí" implícito que pronunciamos, consciente o inconscientemente, cuando tenemos la oportunidad de renovar públicamente las promesas de nuestro Bautismo en Pascua o cuando asistimos a otro Bautismo. Este es nuestro compromiso fundamental. 

Compromiso significa libertad, fidelidad, responsabilidad. Si pensamos en ello, encontramos que el compromiso con la CVX es bastante natural, pero deliberado y consciente. Podemos entonces alabar al Señor con el salmista: "¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? ... Cumpliré mis promesas al Señor, sí, ante todo su pueblo" (Sal 116,12; 18) 

A medida que profundizamos en nuestro compromiso con el amor, el servicio y el estilo de vida CVX, nuestros miembros pueden sentir la llamada a expresar este compromiso públicamente. Muchas comunidades han desarrollado hermosas ceremonias de compromiso que los animamos a compartir.


• ¿Cómo me encuentro profundizando en el compromiso con Dios, con el estilo de vida CVX, tanto interna como externamente? 

• ¿Me siento atraído a hacer un compromiso público con el estilo de vida CVX? Si ya he hecho un compromiso público con el estilo de vida CVX, ¿cómo ha impactado esto en mi vida y cómo me ha ayudado a crecer en el amor, el servicio y la amistad en Cristo?


La amistad de San Ignacio y San Francisco Javier 

De las biografías de estos dos santos se desprende que ambos eran originarios de la región vasca de España, pero que se conocieron por primera vez como estudiantes en la Universidad de París. Ignacio fue una importante influencia para Javier, y aunque inicialmente era reacio a hacer los Ejercicios Espirituales, los hizo con Ignacio. Su compañerismo con otros cinco se profundizó en los años siguientes, de modo que el 15 de agosto de 1534 pronunciaron los votos. No eran sacerdotes (sólo Pedro Fabro lo era), sólo Amigos en el Señor. En 1537, fueron ordenados sacerdotes; y en 1540, sus continuas conversaciones espirituales llevaron a la fundación formal de la Compañía de Jesús. Su experiencia nos enseña que la conversación espiritual después de la oración personal es la herramienta más útil para el discernimiento en común. 

Tanto Ignacio como Javier eran conocidos por su pasión y compromiso con su trabajo al servicio de Dios. Su comportamiento se caracterizaba por la alegría, la calma, la vitalidad e incluso la risa. Javier era conocido por su entusiasmo como misionero, y lo atribuía al apoyo y a las oraciones recibidas de los que le enviaban y "a la belleza con que veía su servicio". Servía a Dios y ayudaba a los demás, ayudando a los demás a encontrar a Dios. 

Leyendo la vida de estos dos santos, podemos apreciar cómo se animaron mutuamente a profundizar en su comprensión de los caminos de Dios y en su compromiso de estar al servicio de Dios. 


• ¿De qué manera las amistades hechas en la CVX me animan en los caminos de las conversaciones espirituales y a encontrar la alegría en el servicio con Cristo?


Conclusión 

En este año ignaciano, y especialmente en nuestro Día Mundial de la CVX -25 de marzo de 2022-, animamos a todos a atreverse a hacer oír su "sí", como María, como Ignacio, como Francisco Javier, como tantos otros testigos. 

El Papa Francisco dijo recientemente en una misa en Grecia: "Por lo que respecta a Cristo, sólo tenemos que abrir la puerta y dejar que entre y haga sus maravillas". Que, en nuestra herida y vulnerabilidad, abramos nuestro corazón a la conversión, al compromiso y al servicio en la amistad de Cristo y de los demás. Llenas del amor, la alegría y la paz de Cristo, nuestras comunidades pueden ser instrumentos de sanación en nuestro mundo. 

Se anima a las comunidades a compartir reflexiones, fotos, vídeos, etc. con nuestra comunidad mundial directamente en nuestras cuentas de medios sociales o a nuestro Secretario Ejecutivo, Manuel Martínez (exsec@cvx-clc.net).

Denis DOBBELSTEIN 
Presidente
Ann Marie BRENNAN 
Vicepresidente
Catherine WAIYAKI
Secretaria


Fernando VIDAL
Consultor

Najat Sayegh
Consultora

Daphne Ho
Consultora

Diego Pereira
Consultor


Manuel Martínez
Secretario Ejecutivo

José de Pablo, S.J.
Vice-Asistente Eclesiástico

Roma, 17 de diciembre de 2021

Estudio 9: La Iglesia en Colombia signo de esperanza en busca de la paz

 


En el programa de esta semana conversamos con los miembros de la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia, quienes se reunieron esta semana con el Papa Francisco. Comparten su experiencia, de vida eclesial y el camino sinodal, que están viviendo en medio de las dificultades propias de la nación, especialmente, la situación de conflicto armado e ilegalidad que no da tregua a la reconciliación y la paz que tanto anhelan los colombianos.

Vatican News

Tantos desiertos por Almudena Colorado


Este fin de semana recé con el texto de la llamada de Dios a Moisés, que desde la zarza le encomienda una difícil misión: sacar a su pueblo de Egipto. Aquello no iba a ser fácil: habrá que resistir ante los egipcios, esperar a que sean ellos los que tengan que desistir y, finalmente, dejarlos ir. Pero lo logran: Moisés, de la mano de Dios, consigue sacar a su pueblo de la tiranía del faraón. Por delante: 40 años de desierto. 40 años… ¡casi nada!

Esto me recordó a ese niño ucraniano que recorrió 1000 km, con un teléfono apuntado en su mano, en busca de un futuro sin bombas ni destrucción. Respecto a él, el otro día vi la feliz noticia (menos mal, una buena noticia) de que por fin se había reunido con su madre. Todo un desierto por delante, esta vez con final feliz. Y como él, tantos y tantos que van atravesando ese desierto plagado de peligros, buscando la huida de una vida amenazada continuamente, con la esperanza de una «tierra prometida» que no es otra que un techo, un colchón, comida y protección.

Son tantos los desiertos que atravesamos a lo largo de nuestras vidas… Algunos son desiertos silenciosos, callados, que transcurren no solo externamente, sino también, sobre todo, internamente. Desiertos áridos, indeseados, no buscados, insoportables, a veces infinitos. Explanadas áridas abiertas ante nosotros; dudas que nos asaltan; becerros de oro a los que intentamos aferrarnos; maná que cae del cielo a modo de consuelo temporal; protestas y arrepentimientos por haber dejado lo que parecía, quizás no una vida plena, pero sí una vida en la que uno al menos podía saber lo que le esperaba y a qué atenerse.

Sin embargo, cuando se decide emprender ese camino, cuando se da ese primer paso sobre tierras tan inhóspitas, sí es verdad que no hay vuelta a atrás. Quemas tus naves y destruyes puentes de retorno, porque sabes que el desierto te cambia por dentro. Ya nunca serás la misma persona, pues el desierto es el encuentro con uno mismo; simboliza el límite en el que eres capaz de ver lo que importa, lo que añoras, lo que de verdad te llena…En definitiva, en el desierto te topas con el verdadero yo, el verdadero tú, con la vida al desnudo…y también con Dios.

Moisés no saca a su pueblo prometiendo una rápida solución a su estado. Solo tiene una promesa de parte de Dios y una confianza plena en Él. Así es como se atraviesa un desierto: cargados de fe y confianza, como lo hizo el niño ucraniano del que hablé antes. Sabiendo que el final no será inmediato, que los oasis serán esporádicos, que la sed abunda, que el calor asfixia y el cansancio parece ganarte la partida. Pero, por lo menos en lo que a mí respecta, siempre me ha merecido la pena. Y esto por experiencia lo digo y no porque quede bonito como final a este texto que escribo. Miro atrás y soy capaz de ver la presencia de Dios guiándome, sutil pero firme, a su ritmo, que no es el mío ni el de ninguno de nosotros (y eso que ya nos gustaría).

Ojalá los desiertos que a muchos les toca atravesar hoy (los de los corredores humanos, los exilios forzados y, también, los retos vitales que llegan sin avisar) sean desiertos acompañados, que fortalezcan por dentro sin endurecer el corazón y donde la esperanza sea siempre bastón y meta.

Almudena Colorado
pastoral sj


 

Dime una Palabra por Luis Fernando Crespo SM. Contigo


25 de marzo
Anunciación de Nuestro Señor Jesucristo

Lc 1, 26-38 El Señor está contigo

Por activa y por pasiva lo repito…tú estás con nosotros, siempre, en cada momento, en cada circunstancia de la vida, lo sepamos o no, lo sintamos o no, lo creamos o no. Tú estás. Y tu presencia es tu gracia salvadora. Entras en el ser, te encarnas, y tomas cuerpo de la humanidad. Naces de María Virgen. Gracias.

Luis Fernando Crespo SM
Dime una Palabra


 

Celebración de la Penitencia y Acto de Consagración, 25 de marzo de 2022, Papa Francisco

 


Desde la Basílica Vaticana, Celebración de la Penitencia presidida por el Papa Francisco con la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María

Vatican News

En el Día Mundial de la CVX, iniciamos el contacto con este estreno musical: Hace falta gente | Cristóbal Fones, SJ - OPA Canta Irala

 


HACE FALTA GENTE Texto y música © 1984. Casimiro Irala, SJ. Esta canción del P. Irala fue creada en 1984. Desde los años 60, sus composiciones han enriquecido la música religiosa con obras innovadoras y de gran valor comunitario. Principalmente porque traen dentro de sí una forma especial de orar con el arte. Esta propuesta lo llevó a crear OPA, Oração pela Arte. Una forma original de estar con Dios: orar mientras se crea. Conoce más sobre OPA en http://www.opa.art.br o en su canal de Youtube (https://bit.ly/3NkkPTx). Esta versión, que forma parte de un homenaje a sus composiciones, quiere expresar toda la fuerza de su mensaje en conexión con los urgentes llamados que hoy el Señor nos hace para promover la paz, que es fruto de la justicia. Esa gente que falta también somos nosotros. Intérprete: Cristóbal Fones, SJ. Guitarras, bajo y percusiones: Luciano Valdebenito. Quenacho: Tomás Carrasco. Piano: José Patricio Fuentes. Coros: Alfonso Pérez. Producción musical: Luciano Valdebenito (https://bit.ly/323j6fk). Ingeniero de sonido: Alfonso Pérez. Estudio de grabación: Madreselva (http://www.estudiomadreselva.cl). Montaje de video: Cristóbal Fones, SJ.

Wednesday, March 23, 2022

Audiencia General: Francisco contra la guerra: Que el Señor nos libre de “esta necesidad de autodestrucción”

 


Al terminar su catequesis semanal el Papa volvió a hablar de la guerra en Ucrania. Estaba visiblemente conmovido.

FRANCISCO
Querría parar un minuto para recordar a las víctimas de la guerra.

Dijo que toda guerra era una derrota de la humanidad y que en cualquier guerra no hay vencedores.

FRANCISCO
Que el Señor envíe su espíritu para que nos ayude a entender que la guerra es una derrota de la humanidad, porque necesitamos vencer haciendo la guerra, como una necesidad que nos destruye y que nos libere de esta necesidad de autodestrucción.

También pidió oraciones para que se frene la venta de armas. Dijo que la solución no es hacer la guerra sino, como dice la Biblia, hacer de las armas, instrumentos para la paz.

Minutos después de que finalizara la audiencia el Vaticano dio a conocer la oración que se usaría para la consagración de Rusia y Ucrania. Una oración larga y muy sentida, en la que se le pide que interceda a Dios para que se haga el milagro y llegue la paz.

JRB

Rome Reports

Audiencia General: Francisco recuerda que fue su abuelo quien le inculcó “odio a la guerra”

 


Durante la audiencia general el Papa recordó lo mucho que los ancianos enseñan a sus nietos. De hecho, recordó una enseñanza de su abuelo que se le quedó grabada.

FRANCISCO
Yo puedo ofrecer un testimonio personal. Mi odio, mi rabia hacia la guerra, la aprendí de mi abuelo porque estuvo en batalla de Piave en el 14 (Primera Guerra Mundial). Y él me transmitió esta rabia a la guerra. Porque me contó los sufrimientos de la guerra y esto no se aprende en los libros. Se aprende así. Transmitiéndolo de abuelos a nietos. Y esto es insustituible.

El Papa también dijo que el diálogo entre generaciones es esencial para transmitir la fe.

Porque dijo que los jóvenes no tendrán fe solo por estudiar el catecismo. Necesitan el ejemplo encarnado de sus abuelos.

FRANCISCO
¿Cómo se transmite la fe? Ah, aquí hay un libro, estudia. No. Así no se puede transmitir la fe. La fe se transmite “en dialecto”, es decir, en familia, entre abuelos y nietos. La fe se transmite siempre en dialecto, en ese dialecto familiar, experiencial de los años. Por esto es muy importante el diálogo en una familia, el diálogo de los niños con los abuelos, que son los que tienen la sabiduría de la fe.

Por último, también subrayó que al transmitir la fe no hay que temer transmitir los errores cometidos. La Biblia, por ejemplo no esconde los errores de los discípulos o de otros personajes del Antiguo Testamento.

FRANCISCO
No es leal la ideología, que somete la historia a sus esquemas. No es leal la propaganda, que adapta la historia a la promoción del propio grupo. No es leal hacer un tribunal en el que se condena todo el pasado y quita el ánimo para afrontar el futuro. El testimonio directo de persona a persona tiene tonos y modos de comunicar que ningún otro medio puede sustituir. Un viejo que ha vivido mucho y tiene el don de poder dar un testimonio lúcido y apasionado de su propia historia, es una bendición insustituible.

Cada vez se ve a más gente en los eventos papales, casi a niveles de “prepandemia”. El Aula Pablo VI estaba casi llena.

JRB
Rome Reports

Audiencia General: Francisco explica las lecciones que Moisés dio en su ancianidad

 


El Papa reflexionó en las enseñanzas de Moisés en su ancianidad: “En los días previos a su muerte, Moisés pronunció su testamento espiritual, que es una hermosa confesión de fe. Sus palabras no sólo testimonian el amor y la fidelidad de Dios, sino también las infidelidades de su pueblo”.

El Papa dijo que ese testamento espiritual es la “transmisión de la fe” que debe pasar de generación en generación y recomendó hacerse esta pregunta: “¿cómo transmitimos la fe a las futuras generaciones?, ¿damos testimonio gozoso de la presencia de Dios en nuestra vida, sabiendo reconocer, al mismo tiempo, nuestras faltas de coherencia?”. 

RESUMEN DE LA CATEQUESIS DEL PAPA EN ESPAÑOL

Queridos hermanos y hermanas:

Reflexionamos hoy sobre la memoria y el testimonio que transmiten los ancianos, y nos centramos particularmente en la historia de Moisés.

En los días previos a su muerte, Moisés pronunció su testamento espiritual, que es una hermosa confesión de fe. Sus palabras no sólo testimonian el amor y la fidelidad de Dios, sino también las infidelidades de su pueblo.

Esta transmisión de la fe y del sentido de la vida —que se hace a partir de las propias experiencias, sin ocultar las luces y las sombras— es la tradición, que pasa de generación en generación.

También el Evangelio nos da testimonio de la historia de Jesús y de las experiencias de los discípulos. Lo hace con honestidad, sin esconder las fragilidades e incluso las traiciones de los seguidores de Jesús.

Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cómo transmitimos la fe a las futuras generaciones?, ¿damos testimonio gozoso de la presencia de Dios en nuestra vida, sabiendo reconocer, al mismo tiempo, nuestras faltas de coherencia?

Saludo cordialmente a los fieles de lengua española, de modo particular al grupo de peregrinos colombianos “Por los caminos de María”. Siguiendo el ejemplo de Moisés, y de la Virgen María, pidamos al Señor que nuestra vida sea un cántico de alabanza por las maravillas que hace en nosotros. Y que este magníficat sea testimonio alegre y memoria agradecida que transmita a las nuevas generaciones la antorcha de la fe. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

Rome Reports

HUMOR RELIGIOSO: De Agustín de la Torre


 

Chile: el dolor de los migrantes, capítulo a capítulo por Roberto Urbina


Visibilizar la migración y colaborar a sensibilizar frente a ella, fueron los objetivos propuestos en la pastoral juvenil diocesana de Talca para publicar un libro

Presentado por el obispo de tALCAGalo Fernández, el libro ‘Migrantes, peregrinos de la tierra’ contiene 12 testimonios de jóvenes  inmigrantes que trabajan en diversos lugares de la diócesis, a partir de entrevistas realizadas por integrantes de la pastoral juvenil de la diócesis.

“Quisimos dar visibilidad a la realidad de algunos migrantes, dijo a Vida Nueva, Esteban Salas, delegado episcopal para la Pastoral Juvenil diocesana, mostrar lo que viven en esta diócesis, predominantemente rural. Han llegado muchos migrantes, sobre todo haitianos y venezolanos a trabajar en actividades agrícolas”. Como una manera de colaborar a generar un clima de acogida se propusieron “dar a conocer lo que viven, sus alegrías, sus dificultades y sus penas, de manera testimonial, que ellos mismos cuenten sus experiencias y cómo viven su fe y la presencia de Dios en esta nueva realidad que están viviendo”.

Que los mismos migrantes nos hablaran

Desafiados por la lectura de Christus Vivit, la Exhortación Apostólica post sinodal dirigida a los jóvenes, donde el papa Francisco  pone la migración ante los ojos juveniles, se propusieron seleccionar a 12 de ellos de diversos orígenes y en distintas localidades de la diócesis, entrevistarlos y publicar un libro con esos testimonios. “Queríamos que los mismos migrantes, especialmente jóvenes, nos hablaran”, acota Esteban.

Esteban, diácono permanente, y su esposa Rebeca Contreras, animan la pastoral juvenil diocesana y han sido los impulsores de esta iniciativa. Trabajaron dos años, hasta el acto de presentación pública del libro.

En la presentación, el obispo Fernández dijo que leer este libro “fue una experiencia conmovedora, porque nos permite acercarnos a realidades humanas en donde los grandes valores de la humanidad aparecen: la lucha por salir adelante, las dificultades que se experimentan tanto en la tierra donde estaban como en esta tierra en que buscan ser acogidos y que se le ofrezca un espacio, pero ante todo la preciosa dignidad de una lucha por vivir en paz, con alegría, por abrir espacio a sus hijos e hijas, a los suyos”.

“La migración, continuó el obispo, no es simplemente un fenómeno social, económico o político, es una realidad humana, para un discípulo de Cristo esto es fundamental, no podemos dejarnos persuadir equivocadamente por criterios muy del mundo”.

Visibilizar la realidad de la migración

Después de la motivación provocada por la lectura de la Exhortación del Papa, el hecho de la migración en la diócesis se presentó en los grupos juveniles como una realidad social importante por su magnitud, pero también por su conflictividad. No todos se muestran igualmente acogedores, generando más dolores en quienes buscan nuevos horizontes, además de situaciones de injusticia que viven en sus trabajos.

En el territorio de la diócesis de Talca hay una de las mayores poblaciones de inmigrantes haitianos y venezolanos del país.

Durante la preparación del libro buscaron encuentros con migrantes para conocer sus realidades, fueron identificando a quienes podrían entrevistar, pero siempre lo que más buscaron fue visibilizar esa realidad.

Algunos migrantes se han incorporado a comunidades juveniles, aunque son pocos. Su principal aporte y vinculación es a través de la música y el canto.

Esteban Salas se muestra satisfecho por este trabajo. “Conocer las situaciones de dolor que viven estos hermanos, ayudar a superar la mirada negativa que se está gestando en nosotros respecto de ellos, es gratificante. Nos ha ayudado a todos a tomar conciencia que somos peregrinos en la tierra”.

“Este proyecto no nació con el fin de vender el libro, sino repartirlo a jóvenes de la pastoral, regalarlo a otras pastorales. Pedimos a cada uno que una vez leído también lo regalen. Que muchos puedan conocer estos testimonios y sensibilizarse frente a esta realidad”, concluye Esteban.

Roberto Urbina Avendaño
Vida Nueva


 

Dime una Palabra por Luis Fernando Crespo SM. No olvides


23 de marzo
Miércoles III cuaresma

Dt 4, 1-5-9 Guárdate olvidar las cosas que han visto tus ojos

Y que no se aparten de tu corazón mientras vivas. ¿Cómo olvidar, Señor, tu gran misericordia conmigo, tu bendición incesante, cada día? ¿Cómo olvidar las maravillas que han visto mis ojos? ¿Cómo olvidar tu paso por mi vida? Que siga cantando tu bondad y tu fidelidad, que mi vida sea un canto de alabanza a tu nombre.



 

La Cuaresma y las cosas por Carlos Maza sj


Dice Byung-Chul Han en No-cosas (Taurus, 2021) que las cosas están despareciendo. Esas cosas que, según Hannah Arendt, estabilizan la vida, estarían siendo sustituidas por su reverso en datos. Es una experiencia que hacemos millones de personas en el mundo. Por eso la advertencia se repite a menudo, hasta el punto de dar la impresión de que va perdiendo pegada, volviéndose roma.

La disminución y desaparición de las cosas nos deja una consecuencia evidente: cada vez nos podemos medir menos con ellas. En ese sentido, uno de los primeros beneficios que sentimos cuando hacemos el examen del día es el de recuperar nuestro cuerpo. La silla nos sostiene, el colchón de la cama nos acoge, la estancia se hace concreta y consistente. A veces da la impresión de que la jornada nos ha ido alejando de nosotros mismos: este es el momento de volver a sentir nuestro cuerpo, de recuperar nuestra estatura. Pensar y rezar tienen que ver, también, con el tacto.

Necesitamos de las cosas para saber cuánto medimos. No es lo mismo comenzar a escribir estas líneas aferrando un boli y frente al humilde espacio de una libreta o un folio, que hacerlo delante del ordenador. Frente al espacio infinito de las hojas de un procesador de texto, y con los dedos libres junto al teclado, puedo sentirme desubicado, confuso. Paradójicamente, el lugar en el que todo parece posible se convierte en un lugar donde me encuentro perdido.

Siempre decimos que la Cuaresma es un tiempo de preparación, y es así. Al final, todo en la vida cristiana se ha de medir con la muerte y la resurrección del Señor. Pero la Cuaresma también tiene que ver con recuperar la propia estatura y el uso de nuestros sentidos. Si las cosas a nuestro alrededor desaparecen, si yo mismo llego demasiado engrandecido o empequeñecido, ¿cómo podré ver bien lo que sucede en la Semana Santa? ¿Cómo no confundirse y acabar pensando que soy yo quien doy la vida por el Señor, o creer que no valgo lo suficiente para que Él la dé por mí? En Cuaresma, la oración, el ayuno y la limosna nos ayudan a desinflarnos, pero también a ganar cuerpo, cuando nos hemos reducido demasiado. Porque, cuando no somos casi nada, oración, ayuno y limosna nos ayudan a recordar que siempre podemos volver a entrar en relación con Dios, con nosotros mismos y con los demás.

¿Quién no ha sentido que hacía más verdad sobre sí mismo y sobre la vida contemplando el mar o una montaña? Necesitamos de las cosas para conocer nuestra estatura. Sobre todo, de esas cosas tremendas, como el mar o la montaña, que permiten medirnos y soñar a la vez; o infinitas, como tu rostro, que lo hace todo posible en el amor. Pero a veces hay que empezar por esta silla, por la mesa y el lápiz, para seguir en Cuaresma.

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