LLegar a ser libre exige el camino hacia la simplicidad. Hay tantas cosas en nuestra vida a las que deseamos aferrarnos - un buen trabajo, seguridad económica, amigos colaboradores, una buena salud, la estima de los que nos rodean, una buena reputación, y la vida en sí misma. San Ignacio indica que algunas de las cosas que deseamos son apegos que no nos ayudan, y está especialmente preocupado de aquellos que influyen en las decisiones que tomamos y que en definitiva manejan nuestras vidas. Estos "apegos desordenados" son un gran obstáculos para nuestra libertad. Se necesita tiempo, gracia y valentía para librarnos de nuestros numerosos apegos. Luchamos por librarnos de estas muletas, para poder obtener lo que deseamos profundamente, esos deseos que Michael Paul siempre recomendaba que se encontraran, los deseos que vienen de Dios. Al asumir estos deseos, llegamos a obtener los deseos de Dios, y en esa forma llegamos a ser libres.
Thomas G. Casey SJ
Espacio Sagrado
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