Sunday, December 28, 2014

Encuentro de Francisco con familias numerosas. Texto completo saluda del papa + video. El papa afirma que las familias numerosas son "la esperanza de la sociedad"


Francisco asegura que "el hijo es un milagro que cambia la vida"


"Contento del ejemplo de amor que dais. Habéis venido con los frutos más bellos de vuestro amor"


La presencia de abuelos es una presencia preciosa tanto para servir de apoyo como para la educación, pues ayudan a los padres a transmitir valores a los hijos

El papa Francisco destacó hoy la riqueza y la vitalidad de las familias numerosas que son "la esperanza de la sociedad" y alabó el hecho de que en ellas "varias generaciones se encuentren y se ayuden".
Jorge Bergoglio realizó estas reflexiones durante la primera audiencia que mantuvo en sus casi dos años de pontificado con miles de integrantes de familias numerosas procedentes de todo el mundo.
"Estoy contento de encontrarme hoy con vosotros que formáis parte de la Asociación Nacional de Familias Numerosas. Amáis la familia y amáis la vida", afirmó el pontífice ante los fieles católicos que se encontraban en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Y añadió: "En las familias amplias como las vuestras, varias generaciones se encuentran y se ayudan. (...) La presencia de abuelos es una presencia preciosa tanto para servir de apoyo como para la educación, pues ayudan a los padres a transmitir valores a los hijos".
El obispo de Roma subrayó el valor de la vida y de estas familias que son, reconoció, "la esperanza de la sociedad", precisamente dos meses después de que se celebrara en el Vaticano el Sínodo extraordinario sobre la familia.
"Estoy contento del ejemplo de amor a la vida que dais. Habéis venido con los frutos más bellos de vuestro amor. Maternidad y paternidad son dones de Dios. Cada uno de vuestros hijos es una creación única que no se repetirá más en la historia de la humanidad", señaló.
"Cuando se comprende esto -prosiguió-, que cada uno ha sido querido por Dios, se comprende que es milagro. Un hijo cambia la vida, todos nosotros hemos visto hombres y mujeres que cuando tienen hijos sus vidas cambian. El hijo es un milagro que cambia la vida".
Finalmente, el máximo representante de la Iglesia católica aludió a la "baja natalidad que existe en italia, más baja del 1%", para hacer un llamamiento a las "autoridades políticas y de la administración pública" y que estas favorezcan "el apoyo a las familias". (RD/Agencias)
Texto completo del saludo del Papa
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Antes que nada una pregunta y una curiosidad. Díganme: ¿a qué hora se han despertado hoy? ¿a las seis? ¿a las cinco? ¿y no tienen sueño? ¡Pero yo con este discurso los hare dormir!
Estoy contento de encontrarlos en ocasión de los diez años de la Asociación que reúne en Italia a las familias numerosas. ¡Se ve que ustedes aman a la familia y aman la vida! Y es bello agradecer al Señor por esto en el día en el cual celebramos la Sagrada Familia.
El Evangelio de hoy nos muestra a María y José que llevan al Niño Jesús al templo, allí encuentran a dos ancianos, Simeón y Ana, que profetizan sobre el Niño. Es la imagen de una familia "alargada", un poco como son sus familias, donde las diversas generaciones se encuentran y se ayudan. Agradezco a Mons. Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, - especialista en hacer estas cosas - que ha deseado tanto este momento, y a Mons. Beschi, que ha fuertemente colaborado en hacer nacer y crecer su Asociación, surgida en la ciudad del beato Pablo VI, Brescia.
Han venido con los frutos más bellos de su amor. La maternidad y la paternidad son dones de Dios, pero recibir este don, maravillarse de su belleza y hacerlo resplandecer en la sociedad, esto es su tarea. Cada uno de sus hijos es una creatura única que no se repetir nunca más en la historia de la humanidad. Cuando se entiende esto, es decir que cada uno ha sido querido por Dios, ¡nos quedamos sorprendidos de cuanto grande es el milagro de un hijo! ¡Un hijo cambia la vida! Todos nosotros hemos visto - hombres, mujeres - que cuando llega un hijo la vida cambia, es otra cosa. Un hijo es un milagro que cambia una vida. Ustedes, niños y niñas, son propio esto: cada uno de ustedes es un fruto único del amor, vienen del amor y crecen en el amor. ¡Son únicos, pero no solos! Y el hecho de tener hermanos y hermanas les hace bien: los hijos y las hijas de una familia numerosa son más capaces de la comunión fraterna desde la primera fase de la infancia. En un mundo marcado frecuentemente por el egoísmo, la familia numerosa es una escuela de solidaridad y de convivencia; y estas actitudes luego son un beneficio para toda la sociedad.
Ustedes, niños y jóvenes, son los frutos del árbol que es la familia: serán frutos buenos cuando el árbol tiene buenas raíces - que son sus abuelos - y un buen tronco - que son sus padres - Decía Jesús que todo árbol bueno da frutos buenos y que todo árbol malo da frutos malos (cfr. Mt 7,17). La gran familia humana es como un bosque, donde los arboles buenos traen solidaridad, comunión, confianza, ayuda, seguridad, sobriedad feliz, amistad. La presencia de las familias numerosas es una esperanza para la sociedad. Y por esto es muy importante la presencia de los abuelos: una presencia preciosa sea por la ayuda práctica, sea sobre todo por el aporte educativo. Los abuelos cuidan en sí los valores de un pueblo, de una familia, y ayudan a los padres a transmitirlos a los hijos. En el siglo pasado, en muchos países de Europa, han sido los abuelos a transmitir la fe: ellos llevaban a escondidas al niño a recibir el bautismo y transmitían la fe.
Queridos padres, les estoy agradecido por el ejemplo de amor a la vida, que ustedes cuidan desde el concebimiento hasta el fin natural, a pesar de todas las dificultades y lo pesado de la vida, y que lamentablemente las instituciones públicas no siempre los ayudan a llevar adelante. Justamente ustedes recuerdan que la Constitución Italiana, en el artículo 31, exige una atención especial a las familias numerosas; pero esto no encuentra un adecuado reflejo en los hechos. Se queda en las palabras. Deseo pues, pensando también a la baja natalidad que de hace tiempo se registra en Italia, una mayor atención de la política y de los administradores públicos, a todo nivel, con el fin de dar la ayuda prevista para estas familias. Cada familia es célula de la sociedad, pero la familia numerosa es una célula más rica, más vital, y el ¡Estado tiene todo el interés de invertir en ella!
Sean bienvenidas las familias reunidas en Asociaciones - como esta italiana y como aquellas de otros países europeos, aquí representados - y sea bienvenida la red de asociaciones familiares capaces de estar presentes y visibles en la sociedad y en la política. San Juan Pablo II, en este sentido, escribía: «las familias deben crecer en la conciencia de ser protagonistas de la llamada política familiar y deben asumir la responsabilidad de transformar la sociedad: diversamente las familias serán las víctimas de aquellos males que se han limitado a observar con indiferencia» (Exh. Ap. Familiaris consortio, 44). El compromiso que las asociaciones familiares desarrollan en los diversos "foros", nacionales y locales, es propio aquel de promover en la sociedad y en las leyes del estado los valores y las necesidades de la familia.
Bienvenidos también los movimientos eclesiales, en los cuales ustedes miembros de las familias numerosas están particularmente presentes y activos. Siempre agradezco al Señor al ver a papás y mamás de las familias numerosas, juntos a sus hijos, comprometidos en la vida de la Iglesia y de la sociedad. Por mi parte les acompaño con mis oraciones, y les encomiendo bajo la protección de la Sagrada Familia de Jesús, José y María. Y una bella noticia es que propio en Nazaret se está realizando una casa para las familias del mundo que van en peregrinación allá donde Jesús creció en edad, sabiduría y gracia. (cfr. Lc 2,40).
Rezo en especial por las familias más afectadas por la crisis económica, aquellas donde el papá o la mamá han perdido el trabajo, - y esto es duro - donde los jóvenes no logran encontrarlo; las familias heridas en sus sentimientos y aquellas tentadas a rendirse a la soledad y la división.
¡Queridos amigos, queridos padres, queridos jóvenes, queridos niños, queridos abuelos, buena fiesta a todos ustedes! Cada una de sus familias sea siempre rice de ternura y de la consolación de Dios. Con afecto los bendigo. Y ustedes, por favor, continúen a rezar por mí, que yo soy un poco el abuelo de todos ustedes. ¡Recen por mí! Gracias.

Una pareja con 10 hijos organiza el encuentro de Francisco con familias numerosas



Los responsables del encuentro son Giuseppe y Raffaella. Pertenecen a laAsociación de Familias Numerosas de Italia, que cumple 10 años. Por esoescribieron al Papa para pedirle este encuentro y la respuesta no se hizo esperar.

GIUSEPPE Y RAFFAELLA BUTTURINI
Asociación de Familias Numerosas de Italia
"Esta asociación nació del choque entre dos carros de la compra en un supermercado en agosto de 2004. Dos padres se encontraron mirando al mismo pescado diciendo: 'Ah, ojalá lo pudiéramos comer'. Pero eso era imposible porque con tantos hijos sobre sus espaldas, 4 y 6, no se lo podían permitir”.

Giuseppe y Raffaella quieren que el encuentro sirva para enviar un mensaje: que una familia numerosa es el mejor ambiente para enseñar a los niños a quererse, sacrificarse y apoyar a los demás. Ellos son padres de 10 hijos. 

GIUSEPPE Y RAFFAELLA BUTTURINI
Asociación de Familias Numerosas de Italia
"Hemos visto lo importante que es ser familia numerosa, cómo los hijos me sostuvieron cuando mi marido estuvo enfermo. Pasamos por dificultades económicas importantes en algunos momentos, también tuvimos una inundación en casa en el 2010”.

Al encuentro se han sumado asociaciones de familias numerosas de otros países y para participar no hace falta pertenecer a ellas. 

La audiencia será a las 11.30 del domingo 28 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia. En estos momentos, además, la familia es uno de los temas sobre los que más habla el Papa. En octubre de 2015 se celebrará en el Vaticano la última etapa del Sínodo de la familia.

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