Wednesday, August 12, 2015

¿Ocultó la Iglesia española caso de religioso desaparecido? Antonio Llidó, víctima de la dictadura chilena de Pinochet. VER DETALLES DE LO SUCEDIDO EN CHILE


La CEE y el arzobispado de Valencia se niegan a entregar los archivos


La Iglesia oculta documentación sobre la desaparición del religioso español Antonio Llidó en octubre de 1974 en Chile, durante la dictadura de Augusto Pinochet, reveló hoy el diario digital Público.
La fuente asegura que la Conferencia Episcopal Española y el Arzobispado de Valencia se niegan a entregar los documentos relacionados con el caso del sacerdote, una de las víctimas del general chileno recién fallecido Manuel Contreras.
Agrega que cuando el historiador Mario Amorós (autor del libro Antonio Llidó, un sacerdote revolucionario, publicado en 2007) quiso conseguir los documentos, el Arzobispado respondió que deben pasar 50 años para liberar esos archivos.
Al recurrir al archivo de la Conferencia Episcopal Española le informaron que el tiempo para tener acceso es de 100 años, según el periodista Danilo Albin, autor de la investigación.
El religioso viajó a Chile para trabajar en zonas empobrecidas donde fundó la agrupaciónCristianos por el Socialismo, fue secuestrado por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional al mando de Contreras y su cuerpo nunca apareció.
Hasta donde se conoce primero lo torturaron en el campo de concentración denominado José Domingo Cañas y luego lo llevaron a Cuatro Álamos, otro centro de detención, donde fue visto por algunos sobrevivientes.
En su libro, el historiador Amorós recoge el testimonio ofrecido en junio de 2003 ante la justicia chilena por el obispo luterano Helmut Frenz, quien se entrevistó con Pinochet para reclamar por la vida de Llidó. "Ése no es un cura, es un terrorista, un marxista; hay que torturarlo, porque de otra manera no cantan", respondió el dictador el 13 de noviembre de 1974, de acuerdo con la versión.
La hermana del religioso, Josefa Llidó, explicó a Público que además de ocultar los documentos relacionados con el caso, el Arzobispado de Valencia jamás rindió ningún tipo de homenaje ni reconocimiento al religioso víctima de la dictadura chilena.
(RD/Agencias)


Rut       : (Español)
F.Nacim. : 29-04-36, 38 años de edad
Domicilio : Quillota
E.Civil     : Soltero
Actividad : Sacerdote
C.Repres. : Miembro del Grupo Cristianos por el Socialismo
F.Detenc. : 1 Octubre 1974


SITUACION REPRESIVA

            El sacerdote Antonio Llidó Mengual, Español, miembro del Grupo Cristianos por el Socialismo, formados por laicos y religiosos en el gobierno de la Unidad Popular, fue detenido aproximadamente el 24 de septiembre de 1974, por agentes de la DINA, en una parcela ubicada en los alrededores de Santiago en circunstancias que se desconocen. Su arresto está al parecer relacionado con un grupo de personas vinculadas al MIR, entre ellas Ariel Salinas Argomedo, detenido por agentes de la DINA el 25 de septiembre de ese año, encontrándose también en calidad de detenido desaparecido. El padre Llido fue trasladado al recinto de la DINA ubicado en José Domingo Cañas con República de Israel, en donde fue visto hasta mediados de octubre de ese año, fecha en que fue trasladado a Cuatro Alamos, recinto de incomunicados de Tres Alamos y que también estaba a cargo de la DINA. Desde este recinto, desapareció alrededor del 25 de octubre de 1974.

            Durante su permanencia obligada en el recinto de José Domingo Cañas, fue cruelmente torturado y objeto de burlas por su condición de sacerdote. De las condiciones en que se encontraba, dan cuenta los testimonios de personas detenidas por la DINA y que sobrevivieron a las torturas y al método de desaparecimiento de personas implementado por ese organismo de seguridad del régimen militar.

            Doña Rosalía Martínez Cereceda, detenida junto a su cónyuge Julio Laks Feller el 22 de septiembre de 1974 y trasladada al recinto individualizado, expone en su testimonio que el 24 de septiembre llegó a ese lugar el Padre Antonio Llidó, quien permaneció allí hasta mediados de octubre de 1974.

            El sacerdote se encontraba muy mal de salud, sufría frecuentes hemorragias estomacales, sin embargo su ánimo era muy bueno y se dedicaba a reconfortar a los demás prisioneros. Por su parte, Julio Laks Feller declara que a los 2 o 3 días de haber llegado el sacerdote, fue objeto de repetidas sesiones de interrogatorios y cada vez volvía en peor estado físico. Al cabo de 3 días, tenía grandes dificultades para moverse a consecuencia de los golpes y la aplicación de electricidad en todo el cuerpo durante varias horas seguidas; tenía su camisa manchada con sangre y aparentemente tenía hemorragias internas y desgarros musculares. En una ocasión fue auscultado por un médico de la DINA, el cual recomendó su hospitalización inmediata, recomendación que fue rechazada por un Oficial de apellido Morel (se refiere a Marcelo Moren Brito) quien respondió que ello no era posible por cuanto los interrogatorios no habían concluido. El testigo agrega en su testimonio, que a pesar de su estado físico y del trato vejatorio que recibió por su condición de sacerdote, mantuvo siempre una presencia de ánimo sorprendente y aún encontraba fuerzas para consolar a sus compañeros de celda, compartiendo también con ellos lo poco que tenían para comer. El testigo, a mediados de octubre de 1974 fue trasladado a 4 Alamos. Allí, a los pocos días presenció la llegada a ese lugar del padre Llidó quien fue recluido en la celda N°13. Su estado de salud era algo mejor, pero sufría aún de grandes dolores.

            Alrededor del 20 del mismo mes, el sacerdote fue sacado de su celda y del recinto, junto a otros detenidos, con orden de llevar todas sus permanencias. Don Edmundo Lebrecht, en testimonio suscrito en Berlín, señala haber visto y conversado con la víctima durante los días 2 y 3 de octubre de 1974 en el recinto de José Domingo Cañas, enterándose que era sacerdote y que había sido detenido en una parcela de Santiago. Había sido víctima de aplicaciones prolongadas de golpes eléctricos y golpizas de todo tipo mientras permanecía maniatado a un camarote metálico. Por su condición de sacerdote, las torturas de que era objeto, estaban marcadas por el sado-sexualismo. Personalmente lo atendió cuando fue lanzado a la celda, en donde vomitaba y sufría de fuertes estertores producidos por la angustiosa sed que provocan los golpes de corriente.

            Doña Cecilia Jarpa Zúñiga, detenida por la DINA el 3 de octubre de 1974, expone en su testimonio haber sido trasladada a José Domingo Cañas en donde ya se encontraba en calidad de detenido el sacerdote Antonio Llidó.

            En los primeros días de su estadía allí, sólo escuchó su nombre, pero posteriormente fue trasladado a su celda -entre el 8 y 12 de octubre- debido a su mal estado de salud. Allí pudo verlo y constatar su mal estado físico, sufría de una úlcera gástrica que había hecho hemorragia. A pesar de ello, conservaba una gran entereza, caracterizándose por su permanente preocupación por los demás detenidos. Asimismo doña Marta Caballero Santa Cruz, expresa en su testimonio haber sido detenida el 5 de octubre de 1974 y trasladada a José Domingo Cañas, en donde se encontraba detenido el padre Antonio Llidó.
            La ex-detenida María Julia Andrés Plana, señala en su declaración que fue arrestada el 10 de octubre de 1974 y conducida con la vista vendada al 
recinto de José Domingo Cañas, en donde se percató de la presencia de numerosos prisioneros, entre ellos el sacerdote Antonio Llidó, quien se encontraba en mal estado de salud debiendo permanecer tendido en el suelo, sin embargo, mantenía presencia de ánimo, buen humor, y entregaba palabras de aliento a todos los que allí estaban. Agrega la testigo, que el 11 de octubre fue trasladada a 4 Alamos junto a un grupo de alrededor de 10 prisioneros entre los cuales se encontraba el sacerdote Llidó, siendo esta la última vez en que tuvo oportunidad de verlo.

           El ex-prisionero Hermann E. Schwember Fernández, expone en su testimonio haber sido detenido el 8 de octubre de 1974 por la DINA, siendo trasladado directamente a 4 Alamos desde donde, los días 11 o 12, fue sacado para ser interrogado a un recinto secreto. El 13 de octubre fue nuevamente llevado a 4 Alamos, permaneciendo recluido en la pieza N°13 que alojaba a unos 20 prisioneros. Allí encontró al padre Llidó Mengual, quien había ingresado en pésimas condiciones físicas, debido, según contó, a torturas por shock eléctrico y golpes en diversas regiones del cuerpo; tenía intensos dolores en el pecho y presentaba daño en la boca, glándulas salivales y en la dentadura. Por conversaciones que tuvo con él, pudo enterarse que su detención se produjo a raíz de la búsqueda de algunos activistas políticos conocidos por el Padre Llidó, y las torturas tenían por objeto que él entregara información sobre esas personas. Esa noche del día 13, los presos más antiguos organizaron un pequeño coro para levantar el ánimo a los que venían llegando de las casas de interrogación y tortura. En la mitad de la sesión de canto, se oyó la voz débil del cura que se sumaba al coro y que siguió cantando un buen rato. En los días siguientes, Antonio cantó, bailó, hizo clases de francés y conversó largamente con todos los presos de la celda. En su condición de sacerdote, era buscado por los prisioneros que requerían ayuda para reflexionar sobre su propia situación. Cerca de un día domingo, se propuso que celebrara una misa, lo que suscitó un largo y fraternal debate pues no había dificultad para obtener pan, pero el padre insistía que era necesario algo de vino, aunque sólo fueran unas gotas. Ocasionalmente tenían acceso a un guardia más razonable, Carlos "Mauro" (Carlos Carrasco Matus, posteriormente detenido y desaparecido), y a él le pidieron que consiguiera vino. El guardia manifestó tener dificultades para ese domingo pero que para el próximo haría lo posible por ayudar. El padre no se hacía muchas ilusiones respecto de salir luego de prisión e insinuó un par de veces, en forma tranquila, que sabía que lo que le esperaba no sería nada de fácil. Una mañana, alrededor del 25 de octubre, entró la guardia muy temprano a buscar a un grupo de detenidos, entre los que se encontraban Antonio Llidó, un arquitecto de nombre Carlos Gajardo Wolff y el sociólogo Ariel Salinas, todos desaparecidos hasta la fecha. Agrega el testigo en su testimonio, que mantiene en su retina la forma apresurada como Antonio, medio dormido, se vistió y se puso en fila y los miraba en forma tranquila, mientras los demás prisioneros se hacían la ilusión de que quizás los llevaban a la sección "Libre Plática". Otro sobreviviente de las casas de tortura de la DINA, don Juan Ramón Ramírez Cortés, detenido el 16 de enero de 1974 y que permaneció recluido en los recintos de Londres 38, Tejas Verdes, Cárcel de San Antonio, 4 Alamos, Ritoque y Puchuncaví, señala que en los dos primeros lugares fue objeto de todo tipo de torturas y vejaciones que lo dejaron en muy malas condiciones físicas. A 4 Alamos llegó el 30 de agosto de 1974, cuando aún ese recinto estaba a cargo de Carabineros, luego se hizo cargo la DINA, cuyo agente a cargo era uno de apellido Pacheco (se refiere a Pacheco Conrado). Expresa el testigo en su declaración, que pasadas las Fiestas Patrias de ese año, ingresó a su celda un sacerdote español, el Padre Antonio Llidó, de carácter firme, pero de profunda humanidad. En la noche en que ingresó se encontraba en malas condiciones, había sido torturado durante días, estaba físicamente destrozado y no podía moverse. Como estaban realizando un show, le pidieron que cantara, a lo que se negó por estar muy cansado; días después cantó y bailó una "Jota", pese a que se seguía sintiendo muy mal, tenía al parecer lesiones internas y sólo podía tomar leche. Al cabo de un tiempo lo sacaron de la celda y nunca más supo de él. Finalmente, don Cristián Esteban Van Yurick Altamirano, da cuenta en su testimonio haber sido detenido por la DINA el 12 de julio de 1974 siendo trasladado a Londres 38 en donde fue sometido a intensos interrogatorios con aplicación de tortura. Posteriormente fue llevado a 4 Alamos siendo recluido en la celda N°13, por donde pasaron numerosos prisioneros entre ellos el sacerdote Antonio Llidó Mengual, quien cayó en relación a Ariel Salinas Argomedo, según su propio convencimiento. Cree que la detención del sacerdote se produjo en la semana del 20 de septiembre de 1974, en una parcela. Pasó varios días en José Domingo Cañas. Le contó una anécdota que le sucedió con unos paquetes de maicena: que cuando los agentes iban a tratar de comérselos, descubrieron que tenían papeles con datos. El cantaba mucho y organizó un coro entre los detenidos.

            Cabe señalar, que el padre Antonio Llidó Mengual fue procesado en la causa A-637 de la Fiscalía Naval de Valparaíso, junto a varias personas acusadas de ser militantes del MIR. En dicha causa, al igual que otros inculpados que fueron arrestados por la DINA y que se encuentran en calidad de detenidos-desaparecidos, fue declarado rebelde suspendiendo la tramitación de la causa hasta su presentación o aprehensión.

            Pese a las numerosas gestiones y diligencias realizadas por su familia, autoridades de Iglesia, Consulado de España y grupos de religiosos de diversos países, aún se desconoce la suerte que corrió en manos de la DINA.   


  GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS

                Desde primeros de octubre de 1974 que la familia recibió noticias de la detención de Antonio Llidó ,el uno de octubre en Santiago , empezaron las gestiones para tratar de saber de las autoridades militares de Chile , su ubicación y los cargos que había en su contra.

        Antonio Llidó Mengual, era ciudadano español y sacerdote , por eso su hermana Josefa Llidó Mengual , el 17 de octubre 1974,  apeló al Ministerio de Asuntos Exteriores de España y a la Nunciatura Apostólica del Vaticano en España, por la detención y desaparición  de su hermano. La Embajada solicitó a las autoridades chilenas,  conocer el lugar donde se hallaba detenido Llidó  y autorización para su salida de Chile.

       Las llamadas realizadas por su hermana al obispo de Valparaíso , D. Emilio Tagle desde el primer momento de saber su detención tuvieron primero la respuesta de que estaba detenido pero que oficialmente no se sabría nada.

         El 27 de Junio de 1975 Monseñor Tagle sigue diciendo que :" Antonio Llidó está encarcelado y saldrá pronto" . Ante la insistencia  de la familia asegura :"la noticia es reciente y segura y no tendremos información oficial". El 23 de septiembre  de 1975 el abogado español Joaquín Ruíz-Giménez  de vuelta de Chile, donde trató del tema con el Cardenal Silva, con los dirigentes del Comité Ecuménico de Cooperación para la Paz, con el Encargado de negocios de la Embajada de España  y con Monseñor Tagle, dice : "Por desgracia, todas las informaciones coinciden en que se ha perdido toda huella del paradero de Antonio. Y no le oculto que por el momento la impresión es muy pesimista."

        El 29 de septiembre en conversación telefónica de Josefa Llidó con Monseñor Tagle , este dice "que no sabe nada de Antonio" .Y ante la extrañeza de la hermana, termina :"que eso es lo que le decían a él". Aquí terminaron los contactos de la familia con el obispo de Valparaíso, quien por otra parte nunca devolvió a la familia los objetos personales que estaban depositados en la pieza de la parroquia de Quillota donde habitaba Antonio.

         También resultaron infructuosas las gestiones realizadas por las Embajadas de Bélgica,  y Francia en Chile, Amnesty International , Comité de Defensa de los Derechos Humanos de Suecia, Cruz Roja  de Francia, Comisión de Derechos Humanos de la O.N.U., Comité Internacional de la Cruz Roja , Cruz Roja Española y las numerosas intervenciones que a lo largo de los años ha realizado la Embajada de España en Chile.

         También desde el momento de la detención se realizaron acciones desde Chile para saber el paradero de Antonio Llidó. El sacerdote español, D. Jesús Rodriguez, dejó constancia en declaración jurada de sus gestiones realizada para ubicar el paradero de Llidó. En ella expresa que realizó tres visitas al Obispo de Valparaíso, don Emilio Tagle Covarrubias. En una de ellas , ocurida en marzo de 1975, el Obispo le señaló que había hablado con un Ministro de Estado que le había comunicado que efectivamente Antonio Llidó estaba detenido en un lugar de reclusión y que se encontraba bien .  Posteriormente, en el mes de mayo de ese año, el señor Obispo le comunicó que había hablado con una muy alta  autoridad de Estado, en vistas a solucionar el problema del sacerdote detenido.               Al mes siguiente,  junio de 1975, monseñor Tagle estaba anímicamente decaído y le expreso "que por información recibida de un Ministro de Estado, había sabido que Antonio Llidó, al momento de ser trasladado de un recinto de detención a otro, se había fugado" ; le agregó el Obispo "no puedo entender esta situación . no logro entender lo que pasó."

        El 27 de noviembre 1974, el Embajador de España, se dirigió al Comandante de la II División del Ejercito y Comandante General de la Guarnición de Santiago, rogándole la liberación y eventual puesta a disposición del Consulado de España de Antonio Llidó Mengual y otros tres ciudadanos españoles.

      El 4 de  diciembre 1974. Monseñor Sotero Sanz Villaba, Nuncio Apostólico del Vaticano en Chile, dice:  " que según noticias dadas por una alta Autoridad del Gobierno de Chile, el Padre Llidó está detenido y bien de salud". Esta noticia la comunica a la Embajada de España en Santiago. Todo esto esta narrado en una carta del Núncio a D. José Ortuño, Director del Secretariado de la OCSHA  en Madrid.

        El 31 de enero 1975, el Encargado de Negocios de la Embajada de España en Chile, se dirige al Comité Internacional de la Cruz Roja en Providencia, Santiago, informando de las gestiones ante las autoridades locales para hallar el paradero de Antonio Llidó que han resultado infructuosas hasta la fecha.

      El 30 de  junio 1978, carta del Embajador de España en Chile al Director General de Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores, sobre la entrega al Director de Protocolo,  Ricardo Leteller, de la carta de (17-6-1978) del Presidente  Adolfo Suárez, al General Pinochet, en el que el Sr. Suárez ruega a Pinochet una investigación exhaustiva sobre el caso de Antonio Llidó Mengual.

     El 15 de enero 1979, Pepa Llidó Mengual, otorgó poderes notariales al abogado Alejandro González Poblete de la Vicaria de la Solidaridad, para que le represente en Chile, en cualquier causa criminal que se haya iniciado o se inicie para investigar su paradero; igualmente, le confiere poder para hacer la denuncia judicial, y ante autoridades administrativas de la situación que afecta al Sr. Llidó Mengual se le faculta especialmente para iniciar cualquier otra gestión judicial o extrajudicial conducente al mismo fin.

       El 22 de noviembre 1991, Josefa Llidó Mengual, confiere poder notarial amplio para actuaciones judiciales a favor de Don Hector Salazar Ardiles, para que le represente en todo juicio de cualquier clase y naturaleza que sea, y que actualmente se ventile u ocurra en el futuro en Chile, en relación al desaparecimiento del hermano de la otorgante, Antonio Llidó Mengual, ocurrido en dicho país en 1974.

     El 10 de  enero 1992, Josefa Llidó Mengual presenta ante el 14 Juzgado del Crimen de Santiago una querella por aplicación de tormentos y secuestro a favor de Antonio Llidó Mengual, este proceso ingreso con el rol 113608-FL.

        En la presentación se solicitó entre otras diligencias que se cite al Oficial de Carabineros Ciro Amerto Torre Sáez, que a la fecha de la detención de Llidó se desempeñaba en la DINA a cargo del recinto secreto de detención de José Domingo Cañas, recinto donde se mantuvo en cautiverio a la víctima, que se cite a declarar a Marcelo Moren Brito, Oficial del Ejército que también cumplió funciones opèrativas  en la DINA y al Oficial de Gendarmería Orlando Manzo Durán, quien fuera el responsable del recinto de la DINA llamado Cuatro Alamos.

      La Corte Suprema de Chile ha aplicado el Decreto de amnistía de la Junta Militar, de 18-4-1978, y ha sobreseído la querella interpuesta  el 10 de enero de 1992 por D. Josefa Llidó Mengual.

      El  4 de julio 1996, Pepa Llidó Mengual interpuso una querella contra Pinochet y otros ante la Audencia Nacional de España, por genocidio, terrorismo y torturas, en la que desde el 10 de Diciembre 1998 está procesado Augusto Pinochet y con orden internacional de detención.


18 de Mayo 2003  Zonaimapcto.cl
Contreras fue principal responsable de asesinato a padre Llidó

Satisfacción y la esperanza que se logre establecer el destino final del religioso, expresó la familia del sacerdote español Antonio Llidó Mengual ante el procesamiento dictado contra nueve ex miembros de la plana mayor de la DINA por el secuestro calificado registrado a fines de 1974.

Procesamientos

La siguiente fue la información difundida por Radio Cooperativa sobre la dictación de los autos de procesamientos dictados en la Causa por la desaparición y secuestro del padre Antonio Llidó:
“El padre Llidó llegó a Quillota en 1969, quedando a cargo de la Capilla "Medalla Milagrosa" de la Población O'Higgins.
“Aquí desarrolló una amplia labor apostólica, social y política. En este último ámbito, colaboró activamente con el MIR local.
“En septiembre de 1973 se refugió en Santiago, hasta octubre de 1974, cuando fue detenido, torturado y luego hecho desaparecer por la DINA.
“En la madrugada del martes pasado, la hermana del sacerdote desaparecido, Pepa Llidó, se comunicó desde España con este periodista para expresar su satisfacción por los procesamientos dictados por el ministro Jorge Cepeda:
“Para nosotros representa una tremenda satisfacción saber que por fin la Justicia está funcionando en Chile después e tantos años, no sólo porque hayamos logrado procesar a los máximos ejecutivos de la DI(NA, sino también porque existe la posibilidad de saber qué hicieron con sus restos; dónde los enterraron, porque estoy segura que los sepultaron...”
Pepa Llidó expresó desde España que el cambio en la aplicación de justicia en Chile se percibe con el avance que ha tenido la investigación sobre la desaparición de su hermano, causa que había sido sobreseída.
La “hermana del sacerdote español detenido desaparecido dijo que de resultar necesario, los familiares viajarán a Chile para contribuir al avance de las investigaciones”.

7 de Abril 2004  Zonaimpacto.cl
Documental "Padre Toño: un hombre, un compromiso, una lucha"

Punto Dos estrena el lunes 5 de abril, en Valencia, España, el documental para televisión, "Padre Toño: un hombre, un compromiso, una lucha", que relata la vida del sacerdote valenciano Antonio Llidó, desaparecido en Chile en octubre de 1974, tras el Golpe de Estado de Pinochet y el derrocamiento de Allende. La producción recrea las circunstancias que rodearon su desaparición, y el papel que jugó la Iglesia Católica en el golpe del 11 de septiembre de 1973.

El documental sobre el "Padre Toño"

La desaparición del sacerdote valenciano Antonio Llidó, tras el golpe de estado ocurrido en Chile en 1973, es un hecho bien conocido: Llidó, viaja a Chile a finales de los años 60 y encuentra un ambiente que desconocía y que era inexistente en España; luego se posiciona en un panorama político que lo lleva a la clandestinidad y también a ser detenido, secuestrado y "eliminado", por considerarse un sujeto peligroso para el nuevo régimen impuesto a la fuerza por Pinochet.

Se marchó de España cuando tenía treinta y tres años de edad, y apenas estuvo cinco en Chile hasta su "desaparición". Llidó aprovecha los días y las noches para narrar, paso a paso, su llegada a Valparaíso, a Quillota y a La Calera, los municipios donde ejercerá su apostolado; nos introduce en el estilo de vida de sus vecinos y en sus formas de pensar, y él mismo, poco a poco, es consciente de su implicación en el proceso que vive todo el país: se entrevistará con Allende, hablará con Fidel Castro, formará con otros sacerdotes un grupo de cristianos que prestará su apoyo a la tesis socialistas que la mayoría del país exige y acabará llevando sus ideas a la práctica, acompañando a sus vecinos a "nacionalizar" latifundios y a ocupar tierras de grandes terratenientes, a "romper el cerco" enfrentándose a su obispo y a los máximos dirigentes de la Iglesia Católica chilena que; sin embargo, nunca se atreven a suspenderlo como sacerdote y únicamente lo apartan de sus obligaciones o intentan trasladarlo.

El guión del documental se estructura siguiendo los pasos de Antonio Llidó: en España, para comprender los antecedentes que lo motivan a su posterior actuación en Chile, desde su población de origen (Xàbia, en la comarca de la Marina Alta), a su ordenación y su primer destino como sacerdote, las localidades de Quatretondeta y Balones, donde ya comenzará a mostrar su inquietud por ir siempre más allá de las simples obligaciones que le encomienda el Obispado. También los primeros enfrentamientos con sus superiores, que le conducirán al Ferrol, donde ingresa en la Marina, un lugar que no detiene a Llidó y del que lo "expulsan" a los diez meses de su llegada; es, en ese momento, en que coincide con una visita de representantes de la Iglesia chilena a España y que piden sacerdotes para que los acompañen. Antonio Llidó, acatando siempre las decisiones de su obispo, se marcha a Chile.

Un trabajo audiovisual, escrito y dirigido por Eduard Torres, nacido igual que Llidó en Xàbia, que ha contado con la ayuda de la Asociación Cultural Antoni Llidó, que preside la hermana del mismo, Pepa Llidó, quien con su familia y numerosos amigos han consagrado treinta años de esfuerzos para que la memoria, la figura y la obra de Antonio no se perdiera en el olvido.

La estructura narrativa del documental se enmarca entre las declaraciones de familiares, amigos íntimos, conocidos y compañeros de Antonio, con una narración en "off" que será la voz de Llidó a través de los textos que nos ha legado en sus cartas. Los escenarios en los que ejerció sus funciones de sacerdote sirven de fondo para enmarcar las entrevistas e ir descubriendo, paso a paso, la personalidad que ha llevado al "Padre Toño" a ser considerado un mártir por el pueblo de Chile, lejos de las instancias oficialistas de la Iglesia Católica y, cuyo papel en el golpe, Llidó puso en entredicho.

El documental es fruto de una coproducción de la empresa valenciana General Video y de la chilena JP Cine, que ha contado con la colaboración económica de la Filmoteca Valenciana y, también de la propia Televisión Autonómica. Durante un año de investigación y entrevistas, se han grabado más de treinta horas de conversación entre testimonios españoles y chilenos, consiguiendo declaraciones de las personas que vieron por última vez con vida a Llidó en los centros de tortura de la DINA. "Padre Toño", tras su estreno en Punt Dos este lunes, será presentado en varios festivales españoles y también en certámenes internacionales. Gracias a esto, se podrá difundir la figura del sacerdote valenciano y su compromiso, hasta la muerte, con los más desfavorecidos.


27 de Abril 2006 La Nacion

Quillota: Instalan escultura en honor de sacerdote Llidó Mengual
Al mediodía del próximo sábado se efectuará en la Plaza Los Ceibos de Quillota la instalación de una escultura en piedra que recordará la memoria del recordado sacerdote Antonio Llido quien fuera asesinado y hecho desaparecer durante la dictadura,

En la oportunidad, se hará un recorrido por los lugares donde el recuerdo del padre “Toño” como era conocido por la población, es más nítido. Este recorrido se ha denominado “Las cuatro estaciones de Llido” y en cada lugar diversos estamentos de la población recordarán su memoria. 

Por otra parte, se espera que asista a la ceremonia Helmut Frenz quien junto al ex obispo de Copiapó Fernando Ariztía en representación de Pro Paz Chile, consultó en más de una ocasión a Pinochet por la detención de Antonio Llido, intentando de esa manera salvar la vida de este sacerdote.


9 de Diciembre 2006 tvn.cl
Pinochet desaforado por crimen de cura
La Corte de Apelaciones de Santiago resolvió quitarle la inmunidad como ex mandatario al ex dictador Augusto Pinochet en la investigación por la desaparición del sacerdote español Antonio Llidó, detenido por agentes de la DINA, en 1974.
Según el tribunal de alzada, cuya resolución oficializó el fallo dictado el pasado 8 de noviembre, existen elementos que "autorizan a sospechar fundadamente que (Pinochet), con conocimiento de causa, eludió intervenir a favor (del religioso), estando en situación de hacerlo".
El fallo fue oficializado el jueves pasado y sólo se conoció hoy debido al feriado religioso del viernes.
La Corte de Apelaciones determinó que los elementos probatorios entregados por el juez especial Jorge Zepeda, permiten concluir que Pinochet sabía de la situación en la que se encontraba el religioso, cuyo destino se desconoce desde octubre de 1974, cuando fue detenido por agentes de la policía secreta.
Uno de los elementos probatorios relevantes es el testimonio del hoy fallecido obispo de Copiapó, Fernando Ariztía, quien relató que durante un encuentro entre el ex gobernante y el comité Pro Paz, Pinochet dijo que "éste no es un cura, es un mirista", cuando se le mostró una foto de Llidó.
La defensa de Pinochet podrá apelar a la resolución judicial ante la Corte Suprema, instancia que determinará definitivamente si podrá o no ser juzgado en esta causa.


Martes 23 de septiembre de 2008    La Nación
Condena por sacerdote español

En sentencia de primera instancia, el ministro Jorge Zepeda condenó al ex jefe de la DINA, Manuel Contreras, y otros tres agentes, a siete años de presidio por el secuestro y desaparición del sacerdote español Antonio Llidó Mengual ocurrido en octubre de 1974 en Santiago.

En la resolución el magistrado absolvió a los ex agentes Francisco Ferrer Lima, Fernando Lauriani Maturana y Orlando Manzo Durán, pues no se les comprobó participación.

Zepeda condenó igualmente al fisco de Chile a pagar una indemnización de 100 millones de pesos por daño moral, a Josefa Llidó Megual, hermana de Antonio representada por el abogado Héctor Salazar.

El sacerdote llegó a Chile en la década de los sesenta enviado por la Comisión Especial de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, para desempeñarse como sacerdote en Quillota V Región.

Llidó participó en el Movimiento Cristianos por el Socialismo y apoyó en 1970 la campaña presidencial de Salvador Allende y luego al gobierno de la Unidad Popular.

Llidó entró en conflicto con el obispo de Valparaíso Emilio Tagle, quien lo suspendió de sus funciones en Quillota, pero siguió ejerciendo en Limache y La Calera.

Tras el golpe militar el religioso se refugió clandestino en Santiago. Logró mantenerse oculto hasta el 1 octubre de 1974, cuando fue arrestado por agentes de la DINA en una parcela en una zona rural de Santiago.

Fue conducido al centro clandestino de José Domingo Cañas donde fue visto en malas condiciones físicas a causa de las torturas por varios prisioneros que salvaron con vida y relataron su vivencia con Llidó en el proceso.

A pesar de su estado, los ex detenidos declararon en el juicio que el sacerdote se dedicó a asistir espiritualmente a los detenidos y a "levantarles el ánimo" permanentemente.

Llidó fue trasladado luego al centro de detención abierto de Cuatro Alamos, desde donde los agentes lo sacaron el 25 de octubre de 1974 junto a otros prisioneros, desapareciendo hasta ahora.
Respecto de Llidó el dictador Augusto Pinochet dijo en su momento a representantes de las iglesias que preguntaron por él, "ese no es un cura, es un marxista", justificando con ello su detención, la que en todo caso siempre fue negada a los tribunales por las autoridades del régimen.


Jueves 15 de octubre de 2009          La Nacion
Penas de hasta 7 años por crimen de sacerdote Llidó

La Corte de Apelaciones de Santiago dictó sentencia en caso de secuestro de sacerdote Antonio Llidó Mengual, ocurrido a partir de fines de septiembre o comienzos de octubre de 1973 en Santiago.

La Tercera Sala del tribunal de alzada, conformada por los ministros Lamberto Cisternas, Gloria Ana Chevesich y la abogada integrante Claudia Chaimovich ratificaron el fallo de primera instancia del ministro Jorge Zepeda Arancibia, que estableció las siguientes sanciones:
Manuel Contreras Sepúlveda. 7 años de presidio por su responsabilidad como autor.
Marcelo Moren Brito. 7 años de presidio por su responsabilidad como autor.
Miguel Krassnoff Martchenko. 7 años de presidio por su responsabilidad como autor.
Basclay Zapata Reyes. 7 años de presidio por su responsabilidad como autor.
Francisco Ferrer Lima. Absuelto.
Fernando Lauriani Maturana. Absuelto.
Orlando Manzo Durán. Absuelto.

En el caso de Manzo Durán la decisión se adoptó con el voto en contra de la abogada integrante Chaimovich quien estuvo por condenar a este oficial.

En la arista civil del caso se ratificó la condena al Fisco a pagar una indemnización de 100 millones de pesos a la hermana del sacerdote Josefina Llidó Mengual



 27 de Septiembre 2010
ZonaImpacto.cl
Escandalosa rebaja de penas a los autores del secuestro y desaparición del Padre Llidó
En libertad cumplirán sus penas los autores del secuestro calificado, homicidio y desaparición de los restos del sacerdote español Antonio Llidó, quien cumplió una fructífera misión pastoral, social y política en Quillota.
El cura valenciano, querido y recordado en esta ciudad, fue detenido y hecho desaparecer por agentes de la dictadura a fines de septiembre de 1974 en la Región Metropolitana, donde se había refugiado después del golpe militar. 
Hay múltiples testimonios de que se le mantuvo detenido en centros clandestinos de reclusión, donde fue cruelmente torturado hasta provocar su muerte y luego los represores hicieron desaparecer su cadáver.
En septiembre de 2008, el ministro en visita Jorge Zepeda determinó penas de 7 años de presidio, sin beneficios, para los autores del crimen: Manuel Contreras, Marcelo Moren, Miguel Krassnoff y Basclay Zapata.
Pero ahora, en fallo dividido, la Segunda Sala de la Corte Suprema dictó sentencia definitiva. Los ministros Nibaldo Segura, Jaime Rodríguez, Rubén Ballesteros, Hugo Dolmestch y Carlos Künsemüller condenaron a cinco años de presidio a los ex integrantes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Contreras Sepúlveda, Moren Brito, Krassnoff Martchentko y Zapata Reyes rebajando sus penas a cinco años, pero concediéndoles el beneficio de la libertad vigilada; es decir, en sus casas o para que caminen libres por las calles aunque todos están encarcelados (en prisiones vip, por supuesto) por otros crímenes de lesa humanidad.
En su resolución, los ministros -además- absolvieron por falta de participación a los ex agentes Maximiliano Ferrer Lima, Fernando Lauriani Maturana y Orlando Manzo Durán.
De igual forma, y demostrando un desprecio absoluto por el sufrimiento que la familia arrastra por 36 años, la Suprema rechazó la demanda de indemnización de perjuicios contra el Estado de Chile interpuesta por la hermana de la víctima, Josefa "Pepa" Llidó, a quien se había concedido una indemnización. El máximo tribunal acogió la excepción de incompetencia absoluta del tribunal de primera instancia y la dejó sin efecto.
En su fallo, la Corte Suprema aplicó la atenuante de la "media prescripción" o "prescripción incompleta" -que otros ministros han rechazado- , con los votos favorables de los ministros Segura, Ballesteros y Dolmestch, y con la opinión contraria de los magistrados Rodríguez y Künsemüller.
Decisión escandalosa
El fallo definitivo de la Segunda Sala de la Corte Suprema es percibido por familiares y amigos del Padre Llidó como una determinación verdaderamente escandalosa, pues deja de manifiesto la indolencia de la justicia chilena frente a un caso tan cruel como emblemático de violación contra los derechos humanos.
Consta en el proceso que durante las décadas de investigación, ninguno de los autores intelectuales o materiales del secuestro, las torturas, el homicidio y la desaparición de los restos del Cura Toño -como lo conocimos en Quillota- colaboró con las indagaciones. Por décadas negaron no sólo su participación, sino engañaron a los jueces con datos falsos, tergiversaron los hechos, ocultaron antecedentes y actuaron ante los tribunales con repugnante cinismo.
El esclarecimiento parcial de lo sucedido con el Padre Llidó sólo fue posible gracias a la tenacidad y profesionalismo de magistrados como el ministro Zepeda, que no se rindió hasta acercarse a la verdad...
...Solamente acercarse, porque siguen ocultando la verdad total. Las confesiones sólo se lograron porque fueron cayendo en absurdas contradicciones. Pero nunca han querido revelar por qué lo secuestraron y torturaron con tanta crueldad, quién le dio muerte, qué hicieron con sus restos o dónde los ocultaron hasta ahora.

Escasas repercusiones locales
La escandalosa rebaja de penas y la negativa a indemnizar a la todavía acongojada familia ha tenido escasa repercusión en los medios nacionales. Sólo el diario La Tercera entregó una información relativamente amplia, de 278 palabras. También emisoras como Cooperativa, Bio Bio y Universidad de Chile le dedicaron algún espacio, sin mayor trascendencia. "El Observador" de Quillota -que antes de 1973 fue gran crítico de las actividades del Cura Toño- publicó una crónica de 291 palabras.
Al cerrar esta nota (noche del miércoles 22), descubrimos una nota publicada por El Mercurio, de 261 palabras, informando sobre el hecho.
En cambio, a nivel internacional el vergonzoso fallo tuvo gran repercusión.
El buscador Google da cuenta de publicaciones en medios escritos como El País, El Periódico, El Diario de Levante y El Diario Vasco de España, La Jornada de México, Agencia Ansa Latina, China.Org.cn y Agencia Xinhua de China, entre muchos otros.
El abogado
El abogado de la familia Llidó en Chile, Héctor Salazar, criticó la resolución del máximo tribunal estimando que es "demasiado blanda la mano para un delito de esta naturaleza, en un caso donde incluso todos quienes aparecen involucrados y condenados jamás aportaron información, ni siquiera para saber dónde quedaron los restos del padre Llidó".
Además, el abogado Salazar lamentó el rechazo de la indemnización fijada en un primer momento para los familiares del ciudadano español, porque "deja al Estado chileno, desde el punto de vista de sus compromisos internacionales, en un mal pie", pues no resolvió la "reparación que va envuelta en esta clase de delitos".


MEMORIA VIVA

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