Friday, January 05, 2018

Ruidos disonantes esperan a Francisco en Chile



A pocos días de la llegada del Papa aparecen expresiones que incomodan a los organizadores y que anuncian posibles manifestaciones ante el Papa

“Con su estilo pastoral, franco y directo, el Santo Padre viene a Chile para ser una voz que clama invitando a la sabiduría, a una convivencia justa y solidaria, a una esperanza que se funda en los valores más profundos de la conciencia humana y a la fe de quienes creemos en el mensaje del Evangelio de Jesús”, expresa el cardenal Ricardo Ezzati, sdb, arzobispo de Santiago, en carta reciente a los fieles. En cuando al país que espera al Papa dice que “en Chile conviven enormes progresos junto con dolorosas carencias. Los buenos promedios económicos no son sinónimos, por sí solos, del reconocimiento a la dignidad humana de todos los compatriotas”. De ahí concluye: “el Papa Francisco vendrá ciertamente a inquietar las conciencias y a despertar una renovada esperanza para muchos. A todos nos hará un gran bien”.
Por su parte, el último día del año la presidenta Michelle Bachelet publicó una columna en el diario “El Mercurio” para referirse al país que recibe al Papa. “Seguramente sobre estos desafíos el Papa Francisco dará luces a nuestros compatriotas, y nos convocará a enfrentar el futuro de manera colectiva, solidaria y unida”, expresa. Y luego de describir los positivos cambios que ha vivido el país desde la visita, 30 años antes, de san Juan Pablo II, concluye: “Esto nos habla de una mirada no solo profundamente católica, sino también de una perspectiva humana, humanista, que debemos trasladar a nuestra convivencia y a nuestras prioridades de desarrollo, más allá de credos y diferencias. En esta convicción en la que coincidimos, me honra encabezar como Jefa de Estado el Chile más justo, inclusivo y digno que el Papa Francisco conocerá y recorrerá. Estoy segura de que su visita enriquecerá en una perspectiva ética y humanista el diálogo plural que nos constituye como nación”, finaliza.

Iglesia en crisis

Los preparativos para la visita están en su fase final. Preparativos que también realizan quienes desean manifestar su dolor, rabia o decepción ante el Papa, especialmente por la poca acogida que tienen en la Iglesia.
El diario “La Tercera” del domingo 31 de diciembre destaca en portada: “Crisis de la iglesia chilena inquieta en El Vaticano” y en el suplemento “Reportajes” agrega un largo artículo sobre “La resistencia que encontrará el Papa en Chile”. Esa crisis estaría centrada en la creciente desconfianza de la Iglesia que se vive en el país y que podría ser causa de la fuerte baja en quienes profesan el catolicismo. La publicación trae datos de la última encuesta Bicentenario de la Universidad Católica, donde se señala que los católicos bajaron entre 2007 y 2017 de 66% a 59%. Además, cita el estudio de valoración de la consultora The Lab Y&R, que da cuenta que en la década pasada la apreciación pública de la Iglesia Católica chilena cayó 43 puntos, de un 91,8 en 2001 a un 48,6 en 2010. Menciona también que un reciente estudio de Latinobarómetro mostró que hoy solo un 36% de los chilenos muestra confianza en la iglesia, el número más bajo de toda Latinoamérica.
Esta situación, según el diario, habría estado en el centro de las dos largas reuniones del Papa con todos los obispos chilenos en la visita ad limina en febrero pasado. Y cita al presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva, en entrevista publicada en L’Osservatore Romano, donde expresa que uno de los desafíos que preocupa a la Iglesia en Chile “es el cierto descrédito (que ha experimentado) por los casos de abusos sexuales por parte del clero (…). De eso hablamos con el Santo Padre”.
Los casos de abusos y también la secularización creciente en la sociedad, explican la crisis, según el jesuita Antonio Delfau, que trabaja hace más de dos años en la Curia general jesuita en Roma, citado por La Tercera. “Chile está viviendo, desde un punto de vista eclesial, una crisis muy grande, señala Delfau. Todas las encuestas lo dicen. Un episcopado chileno que está dividido, una Iglesia que se ha vuelto un poco irrelevante, más aún para quienes vimos la Iglesia de la dictadura y de la post dictadura, que era una Iglesia muy respetada”.
No faltan quienes se preguntan si todo esto habrá influido en la decisión de hacer esta visita del Papa, anunciada con pocos meses de anticipación.

Descontento y decepción

Hay varios focos que tensionan la preparación de la visita. Uno de ellos proviene del pueblo mapuche que mantiene un conflicto por varias décadas, incluso con expresiones de mucha violencia como la quema de capillas católicas y evangélicas. Hace pocos días unos 50 mapuche se tomaron la sede de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), en Temuco, durante tres horas, mostraron lienzos, gritaron consignas y consiguieron una reunión para el día siguiente. Una de sus quejas es que nadie les pidió permiso para realizar la Misa papal en un territorio que ellos reclaman pertenecer al pueblo mapuche, la base aérea Maquehue, y que no entienden cómo un hombre de paz aceptó ir a un territorio en conflicto.
La dirigente mapuche Albertina Urrutia estuvo en la toma y luego entrevistada por radio “Cooperativa” se lamentó: “La represión ya empezó. Nosotros estamos sitiados por Carabineros acá. O sea, todavía el Papa no viene y ya estamos siendo reprimidos“, y adelantó que vendrán “muchas manifestaciones más”. “Si el papa es una persona que viene a traer la paz, es una violencia que se paren en una tierra que es de nosotros y que no la han devuelto“, afirmó la líder mapuche.
Aucan Huilcamán, vocero del Consejo de Todas las Tierras, de los mapuches en La Araucanía, en entrevista al diario argentino “La Nación” dijo que “el asunto es mucho más complejo que la situación del aeródromo”. “El Papa es un vecino ilustrado, de origen argentino, que viene a visitar territorio mapuche. Él sabe muy bien cómo fue la conquista en Neuquén, Río Negro, Chubut y la pacificación de la Araucanía. El 16 de enero tendremos una reunión a la que viene una gran delegación de mapuches argentinos, para fijar una posición y hacerle llegar un mensaje”, señaló. Ese mensaje, comentó Huilcamán, “es que aquí se cometió el crimen de genocidio de parte del Estado chileno y argentino, y se ocupó y confiscó territorio mapuche”.
También quienes sufren la violencia del pueblo mapuche, empresarios agrícolas y de transporte de carga, han expresado decepción por no tener acogida con sus planteamientos en la preparación de la visita del Papa. Valeria Ceroni, dirigente de Mujeres por la Araucanía dice: “hicimos gestiones en Temuco y Santiago. Vimos nula disposición de la alta jerarquía de la Iglesia. Esperamos que el mensaje del Papa no eche más bencina al fuego”. “Nos choca la frialdad que percibimos hacia nosotros”. La Multigremial de La Araucanía tuvo igual respuesta. Todos ellos analizan cómo se manifestarán durante la visita.

Víctimas de abusos

No son sólo los mapuche. Organizaciones de la diversidad sexual también están preparando un seminario para debatir sobre la discriminación y el rol que allí ocupa la Iglesia Católica. En Iquique se habla de posibles manifestaciones de inmigrantes por el trato discriminatorio que reciben y de grupos procedentes de Bolivia para apoyar la salida al mar de ese país.
Finalmente, tres víctimas de abusos de Fernando Karadima, sacerdote castigado por el Vaticano, preparan un seminario que tendrá lugar en el momento en que el Papa aterrice en Santiago con líderes de organizaciones de víctimas en varios países. Entre ellos estarán Sara Oviedo, ecuatoriana elegida vicepresidenta del Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas; Peter Saunders, inglés que fue abusado por dos curas en su niñez, fundador de la Asociación Nacional de Personas que Sufrieron Abusos en la Infancia y que formó parte de la Comisión Abuso impulsada por el Vaticano. También estarán Alberto Athie, mexicano que ayudó a destapar los casos de abuso de los Legionarios de Cristo, en México; Pedro Salinas, peruano que investigó y denunció, a través de un libro publicado este año en Perú, los abusos al interior del Sodalicio de Vida Cristiana; y Denise Buchanan, jamaiquina que escribió “Pecado de los Padres”, sobre su experiencia luego de quedar embarazada tras la violación de un sacerdote en Kingston, embarazo que fue abortado luego de que las autoridades de la Iglesia de esa ciudad se lo ordenaran. A ellos se sumarán unas 30 personas de la diócesis de Osorno, cuyo obispo Juan Barros es acusado de encubrir los abusos cometidos por Fernando Karadima en la iglesia de El Bosque, a quien el Papa Francisco trasladó a esa diócesis y luego apoyó con declaraciones en 2015, cuando dijo: “La única acusación que hubo contra ese obispo fue desacreditada por una Corte Judicial. Entonces, por favor, no pierdan la serenidad. Osorno sufre, sí…, pero por tonta. Porque no abre su corazón a lo que Dios dice y se deja llevar por las macanas que dice toda esa gente”.


Juan Carlos Claret, vocero de los laicos de Osorno, contó a Radio Cooperativa que durante varios meses gestionaron la posibilidad de un encuentro con el Papa a fin de explicarle personalmente el rechazo de su comunidad al obispo Juan Barros. Como respuesta, “la Iglesia en Chile y en Roma nos cerró las puertas”, dijo Claret, quien lamentó las expresiones de respaldo que ha tenido en más de una ocasión el Papa respecto a Barros; situación que se ha replicado en la Conferencia Episcopal y entre los cardenales. “Esa defensa corporativa habla de que en la Iglesia hay una estructura de confianza ciega y eso es grave, porque si no hay capacidad para el disenso, la Iglesia así constituida, configurada y entendida es sumamente peligrosa“, alertó.

Escuchar al Papa

El obispo auxiliar de Santiago y presidente de la Comisión preparatoria de la visita del Papa, Fernando Ramos, llamó a la tranquilidad para escuchar el mensaje de Francisco. “Si tratamos de imponer a otros una cierta visión, una cierta posición, evidentemente no surge el encuentro. Nuestra invitación a todos aquéllos que se puedan sentir preocupados o en contra de la visita del Papa es a que escuchen lo que el mismo santo padre quiere decir. Creo que para todos en nuestro país va a ser una gran fiesta”, dijo Ramos.
También el cardenal Ezzati mantiene la esperanza. En su mensaje a los católicos de Santiago les alienta: “La visita del papa Francisco puede, si así lo queremos, ser una ocasión de mirar nuestras posibilidades y progresos con humildad y gratitud. También una oportunidad para sanar antiguas y nuevas heridas y proponernos nuevos y exigentes desafíos en el gran propósito de hacer de Chile un hogar para todos, un país en que nadie sobre, en que nos cohesionemos más, cuidando unos de otros, y en que rija como máxima lo que hemos pedido los obispos respecto a la dignidad de toda persona: “Mientras más débil, más respetable”, indicó.

Vida Nueva

No comments: