Wednesday, May 30, 2018

Llega un tiempo nuevo: Mujeres en Red por Laly Serrano

Imagen de María José Gómez Pérez

Yo sigo con uno de mis temas favoritos, porque lo cierto es que las redes, últimamente, nos están dando muchas alegrías. En esta ocasión se trata de redes de mujeres, incluso aquí en mi tierra. Y es hace justo una semana echó a andar #MujeresProfesionalesEnRed en Extremadura, una iniciativa a las que unas cuantas llevábamos unos meses dándole vueltas, impulsadas por Elisa Martín Crespo. Mi amiga Elisa tiene esa visión: mujeres líderes colaborando estrechamente unas con otras, cada una desde su ámbito profesional, para que ser mujer no sea una limitación y la empresa y la sociedad ganen con ello.
A esta visión de Elisa nos hemos sumado ilusionadas muchas otras, que pensábamos que estábamos un poco solas y hemos descubierto con alegría inmensa que estamos rodeadas de mujeres valiosas y potentes, deseando colaborar, ayudar, construir, desde lo mucho que nos une.Para muchas ha sido una inyección de energía, una fuente inagotable de ánimo para seguir trabajando por el propio futuro profesional (difícil en esta tierra mucho más que en otros lugares de España) y por el futuro de este mundo tan complejo.
Estamos aún diseñando nuestra estrategia y concretando nuestros objetivos, pero tenemos claro que nuestras niñas tienen que tener referentes potentes de mujeres que han llegado a desarrollar las profesiones más dispares, más “masculinas” si queremos. Porque estamos seguras de que toda la sociedad ganará con ello, ganará si todos y cada uno de nosotros, hombres y mujeres, desplegamos al máximo nuestro potencial y lo ponemos a trabajar por el bien común.
Es una evidencia que las mujeres lo tenemos bastante más complicado. Y no descubro nada si digo que el primer obstáculo está en los estereotiposque cada una hemos interiorizado de nuestras familias, nuestra cultura, nuestra historia … Incluso el lenguaje condiciona nuestro pensamiento (hoy mismo he visto una charla TED sobre esto mismo muy iluminadora, si tenéis interés podéis verla aquí).
Contra todo esto hay que luchar por justicia, pero también por muchos otros motivos. En numerosos artículos de entreParéntesis se ha incidido ya en ello y se continuará incidiendo, pero en este post mío me gustaría resaltar estas cuatro razones:
  • Cada vez es más urgente acabar con la violencia machista. Las mujeres tienen que sentirse libres, capaces e independientes, porque no hay ningún motivo por el que no lo puedan ser. Y toda la sociedad debe acompañarlas, estar alerta y reaccionar al mínimo indicio, para que puedan vivir seguras, y con la máxima protección en caso necesario. Sólo con la implicación de todos, y sólo con una visión feminista podremos acabar con esta violencia brutal. Pero la tendencia no parece esa. Es alarmante la creencia que se percibe en muchas de nuestras adolescentes y jóvenes que otorga a sus parejas masculinas el derecho a controlar sus vidas hasta límites demenciales, que las somete a la presión de los cánones de belleza de nuestro mundo occidental, para el que la imagen de la mujer se trata tantas veces un mero objeto de consumo.
  • La perspectiva de las mujeres se pierde en los sitios donde no estamos presentes. Y con presencia no me refiero a presencia testimonial o invisible, me refiero a la capacidad de influir, a estar y tener voz y voto donde se deciden los asuntos importantes. Esta ausencia de la visión femenina lo empobrece todo: la empresa, la política, la Administración, la sociedad en general. Incluso llega a distorsionar los resultados que se persiguen. Como en el caso de La Manada, cuya sentencia es producto de un tribunal integrado solo por hombres, interpretando una ley pensada, en principio, para ampliar la protección de las mujeres. Muy interesante el programa “Ellas Pueden” de Radio 5 del domingo pasado sobre las consecuencias de esta sentencia (os dejo aquí el audio).
  • El entorno de este mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA por sus siglas en inglés), hace imprescindible que contemos con todos los talentos disponibles, también con los talentos de las mujeres. Y ¿qué talentos van a surgir si las niñas creen firmemente que hay profesiones que son de chicos? Las chicas parecen descartar por sistema las que tienen que ver con el conocimiento STEM (siglas en inglés de ciencias tecnología, ingeniería y matemáticas), imprescindibles para la Cuarta Revolución Industrial que está llegando ya. De no corregirse esta tendencia, si no convencemos a las niñas de que tienen la misma capacidad que sus compañeros y que pueden ser grandes matemáticas, ingenieras informáticas, expertas en Big Data, etc., hay un riesgo grave de involución, y todos perderemos con ello.
  • En España, la demografía hace tiempo que es un grave problema que nuestros políticos parecen obviar de forma sistemática. Y muchos de los pocos niños que tenemos se están criando prácticamente solos, o con los sufridos abuelos como cuidadores principales. Este problema seguirá mientras pensemos que la conciliación es solo cosa de mujeres, mientras no haya una estrategia que lo aborde desde todos los ámbitos: cultural, social, familiar, empresarial, legislativo, … Y sobre todo, mientras las mujeres no nos creamos que los hijos son responsabilidad de ambos padres al 50% y actuemos para que esto sea una realidad negociando sin cesar, renunciando incluso a ciertas prerrogativas que nos han hecho creer que son irrenunciables.
Estamos viendo que esto de los estereotipos es crucial, así lo vivimos cada una de nosotras en esta red maravillosa que hemos puesto en marcha. Y con la misma visión estamos contactando con muchas otras redes que luchan por objetivos similares. Como el Club de Malasmadres, en el que participan miles de mujeres que ven la necesidad de adaptar la maternidad a estos tiempos tan complicados, la necesidad de no sentirse culpables por no obedecer al modelo de madre perfecta, de no renunciar a sus sueños y a su carrera profesional, de no dejar de ser una persona completa por ser madre.
En este club, iniciado por Laura Baena desde su propia y dura experiencia personal, todas comparten vivencias y se sienten acompañadas. Y luchan por ellas, por sus hijos y por un mundo mejor, como dice la entradilla de su web: “Club de Malasmadres con mucho sueño, poco tiempo, alergia a la ñoñería, con ganas de cambiar el mundo o al menos de morir en el intento“. Interesantísima su campaña “Yo No Renuncio” que podéis ver aquí y que incluye el Informe Somos Equipo, estudio sociológico sobre el problema de la conciliación, presentado a todos los grupos políticos del Congreso.
Otra red que hemos conocido es Inspiring Girls, fundada en Reino Unido hace tres años por la abogada española Miriam González, con presencia en varios países, en España desde hace casi dos años. Como dice su web, su objetivo es “aumentar la autoestima y la ambición profesional de las niñas en edad escolar, así como sus expectativas laborales, ayudándolas a visibilizar la amplia variedad de profesiones y trabajos que existen, sin que el hecho de ser mujer suponga ninguna limitación, siempre que se basen en el trabajo y el esfuerzo”.
Esto lo hacen con mujeres profesionales voluntarias de todos los sectores, que dan charlas en los colegios para acabar con los estereotipos de género, para que las niñas tengan referentes femeninos potentes de las profesiones más increíbles. Como la Comandante de la Guardia Civil Silvia Gil, Premio Mujer Líder 2018 entregado por la Escuela Internacional de Negocios ALITER (aquí os dejo una entrevista a esta mujer tan “superinspiring” ;).
Entre las embajadoras de Inspiring Girls España están María Blasco, Directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas; Fuencisla Clemares, Directora de Google para España y Portugal; Sara Gómez, Catedrática y Consejera de la Real Academia de Ingeniería; Rocío González, Capitana, piloto de combate; Jennifer Miranda, Campeona de boxeo de España y del mundo. Mujeres increíbles todas ellas, que quieren inspirar a nuestras niñas para que lleguen donde les lleve su vocación, y para que su vocación no esté sesgada por estereotipos de género.
Una asociación más que ejemplifica todo este movimiento es EJE&CON, Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras, que nació en 2015 con la misión de “promocionar la presencia de las mujeres en los puestos de Alta Dirección y Consejos de Administración”, y con la creencia firme de que, para que nuestra sociedad y nuestras empresas avancen, las mujeres tenemos que ser visibles y ocupar puestos de poder, en el porcentaje que nos corresponde según el porcentaje de población femeninaEn este sentido, a mi juicio es un avance importante el Código EJE&CON de Buenas Prácticas para la Gestión del Talento y la Mejora de la Competitividad de la Empresa (puede consultarse en este enlace),presentado en sociedad hace unas semanas y al que ya se han adherido empresas de las más importantes de nuestro panorama nacional.
Con todas estas redes de mujeres, y con alguna más, nuestras #MujeresProfesionalesEnRed de Extremadura ya hemos empezado a tejer nuestra historia, y vamos a seguir haciéndolo. Como inicio, nos hemos puesto el ilusionante objetivo de apoyar a Marisa González como primera candidata a rectora de la Universidad de Extremadura (aquí os dejo una entrevista para que la conozcáis). Porque lo cierto es que nos parece un dato más que anómalo, que en las 50 universidades públicas españolas solo haya 5 rectoras. Pero no la apoyamos solo por ser mujer, también por su visión de Universidad abierta al mundo, transparente, inclusiva, diversa y de calidad, entre otras cosas que explica en su programa. Estamos muy orgullosas de ella y estamos seguras de que la UEX y la sociedad extremeña en general ganarán si se convierte en su primera rectora. De momento ha dado el valiente paso de ser la primera candidata. Dentro de unos meses sabremos el resultado, y mientras tanto seguiremos avanzando hacia un futuro mejor para todos. Porque de eso se trata.
entreParéntesis


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