Saturday, May 30, 2015

¿Qué nos importa? ¿El sistema, o las personas? por José María Castillo




¿Dónde está el centro de nuestras preocupaciones en este momento? Lo que más nos importa, ¿está en salvar el sistema? ¿o está en mejorar la vida de las personas? Cuando un gobernante, sea del color que sea, se siente orgulloso porque gestiona bien los grandes números de la economía, sin duda alguna que a ese gobernante lo que más le importa es sacar adelante el sistema. Y cuando un gobernante, sea del color que sea, se preocupa sobre todo por acabar con las leyes que permiten los desahucios, sin duda alguna que a ese gobernante lo que más le preocupa es mejorar la vida de las personas. El asunto es de enorme actualidad.
Pues bien, si del ámbito del sistema económico-político, pasamos al ámbito del sistema religioso-eclesiástico, se puede afirmar que cuando un obispo, un párroco o el prior de un convento centra sus preocupaciones sobre todo en que se cumplan al pie de la letra las normas de la liturgia, las leyes del derecho canónico o lo que mandan y prohíben los más altos jerarcas de la Iglesia, en ese caso podemos estar seguros que lo que más nos importa es asegurar el sistema sobre el que se asienta y sostiene la Religión. Y cuando al obispo, al párroco o al prior del monasterio, lo que más le quita el sueño es la cantidad de gente que no tiene trabajo, que no llega a fin de mes, que va por la vida sin papeles, sin seguridad social, sin patria y sin futuro, entonces podemos estar seguros de que lo que más le importa a la gente de Iglesia es vivir el Evangelio.
En esto estuvo el secreto y la clave de la originalidad y la grandeza de Jesús de Nazaret. Cuando Jesús curaba a los enfermos precisamente en los días en que eso estaba prohibido por los maestros de la Ley, cuando compartía mesa y mantel con publicanos y pecadores, cuando entró en el templo, látigo en mano, diciendo que habían convertido la “casa de oración” en una “cueva de bandidos”, y sobre todo cuando se atrevió a decir que hacía todo aquello en nombre de Dios y con la autoridad de Dios, entonces precisamente lo que queda en evidencia es que lo que a Jesús le importaba no era el “sistema religioso”, sino el “sufrimiento o la felicidad de las personas”.
Es cuestión de sensibilidad, ante todo. Precisar, en cuanto sea posible, si somos más sensibles a la seguridad que nos da el sistema establecido. O si somos más sensibles al dolor, al miedo y a las humillaciones que tienen que soportar los más desamparados de este mundo. Y conste que lo más delicado y difícil del momento es que, una vez más en la historia, los lobos se presentan con piel de oveja. Quiero decir, que quienes anteponen, a todo lo demás, la estabilidad del sistema que a ellos les da seguridad, se presentan asegurando que sólo buscan lo que es mejor para la mayoría, cuando en realidad lo que quieren es lo que beneficia a quienes siempre se vieron beneficiados por el poder y el bienestar.
Y para terminar, quiero tener un recuerdo especial para el papa Francisco. Este hombre discutido que, en todo caso, tiene y mantiene una cosa indiscutible: que antepone el Evangelio y la solidaridad con los últimos de este mundo a cualquier otro interés, por más seguridades y estabilidad que nos pueda ofrecer el sistema que nos ha traído a donde estamos.
José María Castillo
Teología sin censura
RD

Rutilio Grande, después de San Romero por Alliver Metalli

En noviembre llega a Roma la causa de beatificación del jesuita asesinado


Su muerte marcará los últimos tres años de vida de Romero y la dirección de sus pasos


Del beato Romero a Rutilio Grande sin solución de continuidad. Dos días después de la ceremonia en la plaza Salvador del Mundo, cuando todavía no se han desmontado las pantallas gigantes en las calles céntricas de San Salvador y una legión de periodistas e invitados peregrina a los lugares romerianos, Rafael Urrutia está en su pequeña oficina del arzobispado, a pocos metros del seminario San José de la Montaña.
Allí también se encuentran la sede del semanario Orientación y la idea de resucitar Radio Ysax, los dos medios de comunicación que en una época estuvieron dirigidos por el beato Romero. El escritorio de Urrutia parece sorprendentemente limpio, no hay carpetas ni legajos ni volúmenes, todas las cosas que serían de esperar en el lugar donde se estudiaron los documentos de monseñor Romero durante tantos años. Y la tarea no ha terminado.
Una vez más Urrutia estará a cargo de la postulación de Rutilio Grande, el jesuita salvadoreño asesinado tres años antes que su amigo arzobispo y que marcó de manera decisiva su futuro y probablemente también su destino. "Es imposible comprender a Romero sin comprender a Rutilio Grande", afirmó monseñor Vincenzo Paglia, obispo postulador romano de la causa, el mismo día que anunció la beatificación en la sala de prensa del Vaticano.
Rutilio Grande García fue asesinado el 12 de marzo de 1977 cuando se dirigía a su parroquia para celebrar misa. Junto con él murieron un anciano y un adolescente, acribillados por un grupo de hombres que les tendieron una emboscada. Se ocultaron a ambos lados de la ruta polvorienta que lleva a la casa parroquial de Aguilares, en el pueblo natal del padre Rutilio, El Paisnal. Rutilio Grande tenía en ese momento 48 años y sus acompañantes, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, 72 y 16 respectivamente.
Fue Romero, un Romero lleno de dolor, quien veló su cadáver y presidió la ceremonia fúnebre. Suspendió las misas en toda la arquidiócesis en protesta por el crimen, para reemplazarlas por una sola celebración litúrgica en la catedral. Hubo algunos que criticaron la decisión, pero a la convocatoria respondieron 150 sacerdotes concelebrantes y más de cien mil personas, según las estimaciones de los diarios de la época. Frente a la enorme y solemne multitud Romero recordó que "en los momentos más importantes de mi vida él estuvo muy cerca, y esos gestos no se olvidan nunca".
La muerte de Rutilio Grande marcará profundamente los últimos tres años de vida de Romero y la dirección de los pasos sucesivos. "Estamos introduciendo el proceso de beatificación de Rutilio Grande y sus compañeros mártires, Nelson Rutilio y Manuel Solórzano", confirma Rafael Urrutia. El postulador, con anteojos y una pequeña barba blanca, trabajará junto con el padre Edwin Henríquez, de la diócesis de San Salvador, quien será el vice de la causa. Urrutia está convencido de que los tiempos del proceso diocesano pueden ser breves.
El trabajo, da a entender sin decirlo explícitamente, está bastante avanzado. Después anticipa a Tierras de América: "Esperamos terminar para el mes de noviembre". Uno demora en comprender que no está hablando de 2016, sino de este mismo año. "Queremos llevar todo a Roma el primero de noviembre, que fue el día en que terminamos de preparar la causa de Romero".
Para hacer el anuncio no necesita ser adivino. Considera que el beato Romero es un buen protector y no solo para el jesuita salvadoreño. "Facilitará el camino de Rutilio", admite Urrutia. "Creo que la historia de Romero ha dejado una huella profunda en Roma". Y después de Rutilio "todos los demás", agrega. "Una sola causa para todos", seminaristas, sacerdotes, catequistas asesinados antes y después que Romero.
Pero en "todos los demás" no están incluidos los seis jesuitas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, Ellacuría y sus compañeros, asesinados el 16 de noviembre de 1989. "Para ellos probablemente habrá una causa aparte", aclara Urrutia. Y eso no es todo.
Nombra al predecesor inmediato de Romero, monseñor Luis Chávez y González, tercer arzobispo de San Salvador -"un hombre santo"- y a Arturo Rivera y Damas, salesiano, quien tomó el lugar de Romero cuando murió, "un verdadero confesor". Arturo Rivera y Damas colaboró activamente con Romero y mantuvo con él una relación de amistad personal. En las votaciones internas de la Conferencia Episcopal se alineaba siempre con él. Apoyó también el trabajo de Rutilio Grande en las zonas rurales de la arquidiócesis, de las que era obispo auxiliar. Un mes después del asesinato de Romero, en abril de 1980, Juan Pablo II lo nombró administrador apostólico de la arquidiócesis de San Salvador y más tarde lo confirmó como obispo el 28 de febrero de 1983. Participó en las negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla e inició la causa de beatificación de Romero.
Durante los años de su gobierno se produjo la masacre de los jesuitas de la UCA, hasta que un infarto terminó su vida el 26 de noviembre de 1994. "Trabajaría con inmenso placer en la causa de Rivera y Damas, a quien quiero muchísimo", declara Urrutia. Él hubiera querido que las dos figuras, la de Romero y la de Rivera y Damas, estuvieran más unidas en estos días de memoria y celebración. "Es una cuestión de justicia y una manera de agradecer como corresponde a este obispo extraordinario".
En cuanto a Romero y su futura canonización, Rafael Urrutia desmiente que haya algo “fuerte”, “algo de peso, algo sólido” que merezca ser profundizado desde el punto de vista médico-científico. Durante la beatificación de Romero se hablaba de manera no oficial del caso de un joven salvadoreño de veinte años, emigrado a Milán, y de una religiosa costarricense; el primero había caído del décimo piso del edificio donde trabajaba y la segunda gravemente enferma. Los dos casos ya fueron “estudiados”, aseguraba la fuente, que en su momento estuvo relacionada con la causa de Romero pero deseaba permanecer anónima. “Ambos se deben a la intercesión de Romero y ambos resultaron inexplicablemente ilesos cuando fueron sometidos a los estudios médicos”. Pero Urrutia no lo confirma, solo concede un “todavía” que deja abierta la posibilidad. “Todavía no nos han enviado nada”. Un milagro extraordinario, sobrenatural”, agrega, “no tenemos”. La lista de las gracias recibidas está pegada en la pared frente a la capilla de la Divina Providencia y sigue creciendo todos los días. Trabajos conseguidos, curaciones, nacimientos, reunificaciones familiares, nada extraordinario según los parámetros que maneja la Congregación para los Santos. “En los próximos días haremos un llamamiento al pueblo a través de nuestro periódico Orientación”, anticipa Urrutia. “Para que cualquier persona que haya obtenido una gracia invocando a Romero nos avise sobre del caso”.
Sin embargo, hay algo que no figura en la multitud de crónicas de estos días. Los restos de Romero fueron sepultados en la cripta de la catedral de San Salvador y son la meta de una peregrinación prácticamente ininterrumpida. Las vísceras, en cambio, fueron sepultadas en el jardín de la casa donde vivía Romero, el hospitalito, a pocos metros de la capilla donde celebraba misa y donde fue asesinado. Las hermanas que se ocupaban de atenderlo las pidieron y les fueron entregadas cuando embalsamaron el cuerpo. En 1993, en ocasión del segundo viaje de Juan Pablo II a El Salvador y previendo una visita al lugar del martirio, las religiosas construyeron una gruta colocando en ella una imagen de la Virgen de Lourdes y desenterraron los restos que custodiaban para que el ilustre visitante pudiera venerarlos. Se comprobó –atestiguado por un acta notarial, pericias y fotografías- que al cabo de 13 años no habían sufrido el natural proceso de corrupción, sobre todo tratándose de tejidos internos del cuerpo humano. Las vísceras fueron colocadas nuevamente en la urna y se las volvió a enterrar en la base de la gruta.
Alver Metalli 
San Salvador
TIERRAS DE AMÉRICA
RD

Asia Bibi y la extenuante espera de un nuevo proceso


Nuevas pruebas grabadas podrían constituir una base válidada para demostrar la inocencia de la mujer cristiana paquistaní. Pero el caso en la Suprema Corte no avanza

PAOLO AFFATATOROMA

«Vivimos en la extenuante espera de que el caso de Asia Bibi sea examinado por la Suprema Corte. En dos ocasiones nuestras instancias para pedir que se calendarizara la audienca fueron rechazadas. Los abogados la enviaron nuevamente pero todavía no tenemos respuesta. Lo que pedimos es que se nule el proceso de primer grado, que concluyó con la condena a muerte». Joseph Nadem, responsable de la Renaissance Education Foundation de Lahore (que se ocupa de la familia de Asia Bibi y de su asistencia legal) resumió de esta manera la situación del caso de Asia Bibi, la madre cristiana condenada a muerte por presunta blasfemia, en una conversación con Vatican Insider.

Nadeem acaba de volver a Paquistán, después de haber acompañado al esposo de Asia, Ashiq Masih, y a una de sus hijas en una gira europea para sensibilizar a los gobiernos y a la opinión pública. Se reunieron incluso con Papa Francisco.

«Fuimos a ver a Asia a la cárcel de Multán el jueves pasado. Está bastante bien, pero está muy débil. Le contamos de nuestro viaje y le llevamos la bendición del Papa. Asia estaba conmovida y feliz. Sigue esperando, con fe, su liberación»,i indicó Nadeem.

Volviendo a las cuestiones legales, el hombre subrayó: «El proceso de Asia fue viciado por irregularidades evidentes. Asia fue condenada con base en testimonios indirectos. De cualquier manera, si la Corte acoge nuestra petición, significaría que el proceso tendrá que comenzar desde el principio. Es cierto que se podrían extender los tiempso de esta manera, pero también es cierto que la Suprema Corte tiene la autoridad y el poder para asignarlo a un Tribunal de la Corte y pedir que sea justo y veloz».

La mujer, efectivamente, no tuvo un proceso justo, como siempre ha afirmado el prestigioso Instituto Jinnah, con sede en Karachi, dedicado al fundador de Paquistán, Alí Jinnah. Ahora, para reforzar esta convicción, existen y circulan pruebas evidentes. Los dos principales acusadores admiten explícitamente, en un video(http://citizengo.org/en/freedom-asia-bibi-new-evidence), difundido por la asociación CitizenGo, que «nunca escucharon pronunciar frases blasfemas directamente», sino que había escuchado lo que habían declarado otras dos mujeres.


El el video, Mohammed Idris (el propietario del terreno en el que Asia habría cometido la blasfemia) y Mohammed Salim (el imán local) afirman sin medias tintas que no escucharon a Asia Bibi pronunciar ninguna blasfemia. Y esto contradice las deposiciones que ofrecieron en el tribunal: durante el proceso, ambos figuran como «testigos oculares» y son los principales elementos con los que cuentan los acusadores, que resultaron determinantes para la condena.

«Estas nuevas pruebas podrían tener un gran valor en el tribunal y constituir una base válidad para definir la inocencia de Asia Bibi y salvar su vida», comentó a Vatican Insider el padre Bonnie Méndez, sacerdote católico de la diócesis de Faisalabad. «La Suprema Corte de Paquistán debe reconocer este video como prueba aplastante de la inocencia de Asia Bibi», indica CitizenGo.

Otra vía que se podría recorrer es la de demostrar que Asia no habría tenido intención de pronunciar la presunta blasfemia. EL gobierno paquistaní está pensando en la introducción de una reforma al procedimiento para la aplicación de la ley, con el objetivo de limitar su abuso. La nueva propuesta de ley, que podría ser presentada al Parlamento, además de establecer penas severas para los que formulen falsas acusaciones, indica la voluntariedad del delito (que hasta ahora no está presente) como “conditio sine qua non” para la acusación. Esta podría ser otra arma de defensa para los abogados de Asia Bibi, que es una campesina analfabeta.

Pero Joseph Nadeem, y otros observadores, se demuestra cauto: «En cuanto al posible proyecto de ley que modificaría la ley de la blasfemia, no creo que el gobierno haga nada. Las presiones de los grupos islámicos radicales todavía son muy fuertes y el gobierno no querrá arriesgarse a la impopularidad».

Vatican Insider

La Gregoriana acoge un "cónclave" para reclamar más apertura al Sínodo


Mayoría pide aceptar a los divorciados vueltos a casar


Con la presencia de los presidentes de los episcopados alemán, francés o suizo


La noticia que me ha llegado hablaba de reunión secreta para tratar de influir en las decisiones del próximo sínodo pero me parece que, si trascendió tanto a los medios, no sería tan misteriosa. El lugar fue la Universidad Gregoriana de Roma y los partícipes alrededor de unos 50, cifra que incluía obispos, teólogos y periodistas, fueron convocados por el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana el cardenal Reinhard Marx, el suizo Marcus Büchel, y presidente de la francesa, Georges Pontier. Se potenció el diálogo entre las partes “como signo de los tiempos”.
Los temas tratados, “revolucionarios” en el mundo eclesial según un corresponsal de La Repubblica, Marco Ansaldo, fueron la necesidad de aceptar las uniones estables entreparejas del mismo sexo (la conferencia se abrió al día siguiente de la votación irlandesa) y un cambio en el enfoque de la sexualidad humana, olvidando la teología del cuerpo de Juan Pablo II para tratar de la teología del amor lo que en principio separa sexo de procreación y se abre a la aceptación de uniones extramaritales o del mismo sexo. Hubo mayoría a la hora de aceptar que los divorciados se pudieran aprovechar de la comunión pues, en caso del rechazo, se podría ver como un castigo.
¿Por qué tanto misterio se le preguntó al cardenal Marx? ¿Por qué en la universidad no fue anunciado? Su respuesta fue que tenía que acudir a Roma de forma privada y le pareció oportuna la convocatoria, aunque a nadie le pareció muy convincente la escusa.
Aunque la lista de los participantes no fue publicada, en la vida todo se sabe y aparecen losnombres de personas interesadas en abrir la Iglesia a los nuevos tiempos. Estaba el obispo suizo de St.Gallen que apoya la ordenación femenina, Pontier, y que es muy abierto a escuchar nuevos planteamientos; el jesuita, Hans Langendörfen, secretario general de la Conferencia episcopal alemana, partidario de que los divorciados y parejas del mismo sexo puedan trabajar en instituciones eclesiásticas; el presidente de la Comunidad de San Egidio, Marco Impagliazzo; el director jefe de un periódico liberal alemán Stimmen der Zeit (Voces de nuestro tiempo); el jesuita Andreas Batlogg; el salesiano Markus Graulich del tribunal de la Rota y un famoso teólogo moralista, el padre Schockenhoff.
Dicen los que saben que este sacerdote está detrás de los planteamientos rompedores de los obispos alemanes y, por ende, de los temas que se tratarán en el próximo sínodo familiar. Ya en su día se manifestó muy contrario a la Humanae Vitae y hoy apoya a los homosexuales, un colectivo al que la Iglesia se ha mostrado siempre muy hostil. Cree que la Iglesia debe abandonar la ley natural para que la conciencia asuma plenamente su papel, a la vez que no ve un asalto a la indisolubilidad del matrimonio, permitir que los divorciados puedan comulgar.
Interesante es que en la lista aparezcan muchos periodistas de La Croix, La Repubblica, Frankfurter Allgemeine Zeitung… pues supone que les ponen en órbita de lo que se tratará en el próximo sínodo de este otoño.
Reconozco que me hubiera gustada escuchar todo lo que allí se trató y espero que algo salga aprobado en el próximo sínodo. La realidad se impone y no creo que los que aceptamos los nuevos tiempos, un gran número de fieles, seamos todos tan heterodoxos y equivocados. Siempre digo que el papel, (verbigracia las leyes) lo admite todo pero luego la realidad desmiente lo escrito. He tomado la noticia de Edward Pontin que es un corresponsal en Roma
Isabel Gómez Acebo
RD

Friday, May 29, 2015

Mújica denuncia a la "vieja Europa" por no encontrar soluciones al cambio climático o la inmigración


El ex presidente de Uruguay, recibido por el Papa


"Los que quieren cruzar el Mediterráneo no son pobres de África, son pobres de la humanidad"


El expresidente de Uruguay José Mujica, que fue recibido por el Papa Francisco, arremetió ayer contra la "vieja Europa", por no ofrecer una solución justa a la tragedia de los inmigrantes en el Mediterráneo ni al cambio climático, al tiempo que acusó a los políticos de centrarse únicamente en ganar las elecciones, sin preocuparse del pueblo.
Durante la audiencia con Bergoglio, en la que hablaron de "la integración en América Latina", Mujica instó a "tomar decisiones que abarquen el mundo entero" en dos problemas globales.
Sobre inmigración, afirmó que él mismo proviene de una familia de emigrantes de Italia y País Vasco y defendió que generaciones como la suya, de antiguos campesinos, vuelven ahora a Europa y "mejoran el turismo y dan trabajo".
"Fíjese, los que están en contra de la inmigración, qué equivocados están", exclamó Mujica, quien desde mediados de este mes viaja junto a su esposa, Lucía Topolansky, por España e Italia, países de origen familiar del político.
Añadió que "los que quieren cruzar el Mediterráneo no son pobres de África, son pobres de la humanidad", y señaló que la inmigración "no es un problema de Italia, es un problema del mundo".
Sin embargo, la falta de solución viene, bajo su punto de vista, por que "no hay un gobierno mundial, nadie que se ocupe de cuidar el mundo".
Insistió en que "Europa está vieja, pues tiene que comprar televisiones y coches nuevos y no tiene hijos", un problema que se resolvería con "la sangre nueva de la inmigración".
"¡No tengan miedo a la mezcla!", clamó.
En cuanto al cambio climático, reclamó un compromiso para frenar este fenómeno que ha llevado a perder "el 30 por ciento del planeta" pero que, según el expresidente uruguayo, "el hombre puede revertir" si afronta el desafío con decisión.
"El problema está en los que manejamos las políticas del mundo y no hacemos caso. Los que son los elegidos para gobernar no deberían ignorar las recomendaciones de la ciencia. No significa que la Academia (el ámbito científico) tenga que gobernar, pero no se puede gobernar el mundo si no se tiene en cuenta lo que dice la Academia", afirmó.
"Estamos todos en el mismo barco, precisamos medidas iguales (...) porque la globalización existe y la mala globalización existe, mientras que los gobiernos estamos preocupados por quién gana las elecciones", dijo.
Defendió que hay recursos suficientes para tratar tanto el calentamiento global como las oleadas migratorias, porque "se gastan dos millones de dólares al minuto en recursos militares" y "nunca tuvimos tantos recursos, capacidad y herramientas".
Sin embargo, "la vieja Europa, responsable de esta civilización, no piensa así. Entonces sí estamos perdidos", sentenció.
"Cuando era joven pensaba en cambiar el mundo y ahora que soy viejo continúo pensando en cambiar el mundo", dijo Mujica, quien cumplió 80 años el pasado día 20.
(Rd/Agencias)

Monday, May 25, 2015

Cáritas y el cambio climático: «Existen alianzas necesarias»


En entrevista el secretario general de Caritas Internationalis traza un balance de la reciente asamblea general, aborda la polémica sobre el cambio climático y anticipa el rumbo de la organización bajo el mando del cardenal Luis Antonio Tagle

ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZCIUDAD DEL VATICANO



“Existen alianzas necesarias para cambiar el mundo”. Lo afirma el secretario general de la federación Caritas Internationalis, Michel Roy, sobre la polémica suscitada en las últimas semanas por la colaboración de la Santa Sede con Ban ki-Moon y otros actores internacionales comprometidos en la lucha contra el cambio climático. “Nuestra identidad es clara, todos lo saben”, agregó, subrayando que la Iglesia nunca apoyará el control natal masivo, como algunos de estos personajes proponen.

En entrevista con el Vatican Insider, el secretario abordó ese y otros temas, como la elección del cardenal Luis Antonio Tagle como presidente de la federación, el primer asiático en ocupar ese puesto.

¿Cuál es el balance de la asamblea general, que tuvo lugar del 12 al 17 de mayo en Roma?

La asamblea general de Caritas tiene lugar cada cuatro años, discute sobre el tiempo previo y adopta orientaciones estratégicas para los años sucesivos. Esta asamblea se centró en la preparación del plan de trabajo, también fue un momento de renovación de las instancias de gobierno y momento de oración con el santo padre, que celebró una misa en San Pedro.

Discutimos sobre la llamada del Papa a ser Iglesia pobre y para los pobres, de las desigualdades que se incrementan y del cambio climático. Adoptamos varias orientaciones estratégicas: poner a Caritas en el corazón de la Iglesia, para movilizarla a ser más solidaria con los pobres; salvar vidas y reconstruir comunidades después de las emergencias, que se han multiplicado.

Sobre el tema del cambio climático se han dado grandes polémicas, incluso antes de la publicación de la encíclica “ecológica” del Papa Francisco. ¿Afrontaron estos debates?

Estudiamos el cambio climático como causa de empobrecimiento y destrucción de la creación. Este año es importante, no sólo por la encíclica del Papa sino también por la adopción de parte de las Naciones Unidas de los Objetivos del Milenio. En septiembre, el santo padre abrirá (en Nueva York) la sesión de la ONU sobre este tema y a finales del año, en París, tendrá lugar la conferencia sobre el clima. Nosotros decidimos involucrarnos y todos los miembros de la confederación (de Caritas) han sido invitados a enviar cartas o a hablar con sus gobiernos sobre la importancia de comprometerse realmente para que los daños no lleguen a ser irreversibles.

También ayudamos a las comunidades afectadas a adaptarse al cambio, especialmente cuando se da la sequía. Es difícil cuando se trata de inundaciones o tifones. Recibimos un mensaje del secretario general Ban ki-Moon dirigido a la asamblea invitándonos a participar más, sobre todo en este tema del clima y también un videomensaje de Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, quien nos invitó a trabajar con ellos en la erradicación de la pobreza extrema. Creemos que el cambio provocado por el calentamiento global es irreversible y no se puede volver atrás, se pueden solamente limitar las consecuencias.

Existe una controversia en sectores católicos por la presencia en El Vaticano de Moon y otros que vinculan el cambio climático a la necesidad de introducir un control natal a gran escala. ¿Se puede colaborar con ellos no obstante las posiciones contradictorias?  

Nosotros somos muy claros sobre quiénes somos, nuestra identidad es clara y ellos lo saben. Pero no se puede cambiar el mundo sin ellos, no se puede luchar contra la pobreza extrema sin pensar en un nuevo modelo de desarrollo más centrado en la persona y no solamente en las finanzas. Existen alianzas necesarias y si ellos quieren trabajar con nosotros, saben que deben respetar nuestra identidad y nuestros valores.

Es paradójico que cuando grupos de lobby muy fuertes intentan cambiar algún aspecto de tipo ético buscan a organizaciones religiosas, cristianas, judías o musulmanas, porque se dan cuenta que ellas actúan realmente en el campo y son comunidades de fe organizadas. Tenemos la capacidad de llevar adelante nuestra visión antropológica. Debemos discutir sobre esto.

Es muy significativo que, por primera vez, un eclesiástico asiático haya sido elegido para tomar las riendas de Cáritas, cardenal filipino Luis Antonio Tagle. ¿Qué significa eso?

Su elección como presidente fue recibida muy bien por los miembros de la asamblea, él viene de una Iglesia y un pueblo muy activos, que se miden con muchos problemas. Filipinas es un país donde la migración es fuerte, es un territorio de emergencias climáticas, con tifones, terremotos y erupciones volcánicas. El cardenal Tagle viene de esta Iglesia, fue párroco y obispo, conoce bien el empeño social de la Iglesia que él mismo ha animado. Tiene la experiencia de la pobreza y de la lucha contra este flagelo con un alma inspirada por Dios. Los latinoamericanos se sienten muy identificados con esta Iglesia “de periferia”.

¿Cambiará el rumbo de la Caritas? ¿Aplicará un golpe de timón “progresista”?

Creo que continuará llevando adelante nuestra labor según las orientaciones que se han definido. La grandeza y la fortaleza de Caritas es la de estar presente en las comunidades. La solidaridad es una cosa que se vive entre la gente, no es una cuestión de proyectos. Claro, se necesita planear para seguir adelante, pero nuestra labor es una cosa humana. Queremos reforzar esa presencia, en los barrios y en las parroquias de todo el mundo, es ahí donde se construye el reino de Dios. En Filipinas, así como en África y en América Latina, las comunidades de base son muy activas y el cardenal Tagle conoce esta experiencia. Además, él tiene una facilidad de palabra y podrá ser una voz eficaz a nivel internacional. Es un hombre muy humilde, que puede hablar con fuerza a los políticos, a los que toman las decisiones que pueden crear la pobreza o, al contrario, pueden ayudar a salir de la pobreza.  

Vatican Insider

CVX. Conversando con Sergio Avendaño de Puerto Montt



Aprovechando mi paso por Puerto Montt,  conversamos con Sergio Avendaño, Presidente del Consejo de Servicio quien nos cuenta de la CVX  de esa ciudad, la que tiene sus tres ramas activas.

Papa Francisco:“Añoro ir a una pizzería y comerme una buena pizza”


A SOLAS CON EL PAPA FRANCISCO EN SU RESIDENCIA DE SANTA MARTA, EN EL VATICANO. UN MANO A MANO HISTÓRICO EN EL QUE UNA DE LAS PERSONALIDADES MÁS IMPORTANTES DEL MUNDO DESNUDÓ SU INTIMIDAD. "QUIERO QUE ME RECUERDEN COMO UN BUEN TIPO", DESEA. Y ADMITE, DESDE LO MÁS PROFUNDO: "LA GENTE ME HACE BIEN" 


Por Juan Berretta
(enviado especial)
En un pequeño y sencillo salón de la residencia de Santa Marta, en el Vaticano, el Papa Francisco recibió a LA VOZ DEL PUEBLO sin presencia de terceros y una sola condición: “Lo único que te pido es que me juegues limpio”, dijo antes de que el grabador entrara en acción. Luego, durante los 45 minutos que se extendió el encuentro, confesaría que en otros tiempos le tenía “pánico a los periodistas”. Queda claro que es un trauma superado.
Jorge Bergoglio se animó a pasear por su intimidad, a contestar con ganas y gestos cuando la pregunta lo entusiasmaba, y también a hacerlo seco y tajante ante una consulta que, según su respuesta, podía generar mucho ruido fronteras afuera de la Santa Sede. La soledad, la pizza, el miedo al dolor físico, su magnetismo, las cosas que lo hacen llorar, la presión, la televisión, el valor de las utopías… Esos fueron algunos de los puntos que recorrió durante la charla, que tuvo como punto de partida su nombramiento.
- ¿Soñaba con ser Papa?
- ¡¡¡Nunca!!! Tampoco con ser presidente de la República o general del Ejército. Viste que hay algunos pibes que sueñan con eso. Yo no.
- ¿Pero avanzando en el servicio episcopal tampoco fantaseó con esa posibilidad?
- Después de que estuve 15 años en puestos de mando en los que me fueron poniendo, volví al llano, a ser confesor, cura… La vida de un religioso, de un jesuita, va cambiando según las necesidades. Y con respecto a la posibilidad, yo estaba en la lista de los papables en el otro cónclave… Pero esta vez, la segunda, por la edad, 76 años, y porque además había gente más valiosa ciertamente… Así que a mí nadie me nombraba, nadie. Además decían que era un “kingmaker” (o hacedor de reyes, como se denomina aquellos cardenales que debido a su experiencia y autoridad son más capaces que otros para pesar en el resultado electoral), que podía influir en los cardenales latinoamericanos para que votaran. Tanto era el asunto que ni una foto mía salió en los diarios, nadie pensaba en mí. En las casas de apuestas de Londres estaba en el número 46 (se ríe con ganas). Yo tampoco pensaba en mí, ni se me ocurría.
- ¿A pesar de que en 2005 fue el segundo más votado luego de Ratzinger?
- Esas son cosas que se dicen. Lo cierto es que al menos en la otra elección estaba en los diarios, aparecía entre los papables. Adentro era claro que tenía que ser Benedicto y hubo casi unanimidad por él y eso a mí me gustó mucho. Era clara su candidatura, en la segunda no había ningún candidato claro. Había varios posibles, pero ninguno fuerte. Por eso me vine a Roma con lo puesto y con pasaje para volver el sábado a la noche y poder estar en Buenos Aires en el Domingo de Ramos. Incluso dejé hecha mi homilía sobre el escritorio. Nunca pensé que iba a pasar.
- ¿Y cuándo fue elegido qué sintió?
- Antes de la elección definitoria sentí mucha paz. “Si Dios lo quiere…”, pensé. Y me quedé en paz. Mientras que se hacían los escrutinios, que son eternos, yo rezaba el rosario, tranquilo. Tenía a mi lado a mi amigo el cardenal Claudio Hummens, que en una votación anterior a la definitiva me decía, “no te preocupes eh, que así obra el Espíritu Santo…” (vuelve a reírse).
- ¿Y lo asumió enseguida?
- Me llevaron a la Sacristía, me cambiaron la sotana, y a la cancha. Y ahí dije lo que me vino.
- Fue algo natural entonces.
- Sí, sentí mucha paz y dije lo que me vino del corazón.
- ¿Reconoce el magnetismo que genera en la gente? Lo digo por el plus que le da su figura a la investidura papal.
- Y, sí… Sé que la gente… (duda, hace silencio) Primero no entendía por qué ocurría eso. Y me cuentan algunos cardenales que la gente dice “le entendemos”. Claro, yo trato de ser plástico en las audiencias, en las cosas que hablo, como hoy (por la audiencia pública del miércoles) que conté una anécdota de cuando estaba en cuarto grado. Entonces es como que la gente entiende lo que quiero decir. Como cuando hablé del caso de los padres separados, que usan de rehenes a los hijos, algo muy triste, los victimizan, el papá le habla mal de la mamá, o al revés, y al pobre chico se le arma un corso a contramano en la cabeza. Trato de ser concreto y eso que vos llamás magnetismo, ciertos cardenales me dicen que tiene que ver con que la gente me entiende.
- ¿Disfruta de la audiencia pública?
- Sí, lo disfruto en un sentido humano y espiritual, las dos cosas. La gente me hace bien, me tira buena onda, como se dice. Es como que mi vida se va involucrando en la gente. Yo, psicológicamente, no puedo vivir sin gente, no sirvo para monje, por eso me quedé a vivir acá en esta casa (en la residencia de Santa Marta). Esta es una casa de huéspedes, hay 210 piezas, vivimos 40 personas que trabajamos en la Santa Sede y los otros son huéspedes, obispos, curas, laicos, que pasan y se hospedan acá. Y eso a mí me hace muy bien. Venir aquí, comer en el comedor, donde está toda la gente, tener la misa ésa donde cuatro días a la semana viene gente de afuera, de las parroquias… Me gusta mucho eso. Yo me hice cura para estar con la gente. Doy gracias a Dios que eso no se me haya ido.
- ¿Qué añora de su vida previa al papado?
- Salir a la calle. Eso sí lo añoro, la tranquilidad de caminar por las calles. O ir a una pizzería a comer una buena pizza (se ríe).
- Puede pedir un delivery al Vaticano.
- Sí, pero no es lo mismo, la cuestión es ir allí. Yo siempre fui callejero. De cardenal me encantaba caminar por la calle, ir en colectivo, subte. La ciudad me encanta, soy ciudadano de alma. No podría vivir en una ciudad como la tuya por ejemplo, me costaría mucho… No, Tres Arroyos no es tan chico, sí podría vivir ahí. En el campo no podría vivir.
- ¿Acá recorre la ciudad?
- Noooo, (otra vez se ríe con ganas). Voy a las parroquias… Pero no puedo salir. Imaginate que yo salgo ahí (por la calle) y se arma. Un día salí en el auto sólo con el chofer y me olvidé de cerrar la ventanilla, estaba abierta y no me di cuenta. Y se armó un lío… Yo iba en el asiento del acompañante, teníamos que ir ahí nomás, pero la gente no dejaba avanzar el auto. Claro, que el Papa esté por la calle…
- Eso tiene que ver con su forma de ser.
- Es verdad que acá tengo el apelativo de indisciplinado, el protocolo mucho no lo sigo. El protocolo es muy frío, aunque hay cosas oficiales a las que me atengo totalmente.
- ¿De noche puede descansar, se desconecta?
- Yo tengo un sueño tan profundo que me tiro en la cama y me quedo dormido. Duermo seis horas. Normalmente a las nueve estoy en la cama y leo hasta casi las diez, cuando me empieza a lagrimear un ojo apago la luz y ahí quedé hasta las cuatro que me despierto solo, es el reloj biológico. Eso sí, después necesito la siesta. Tengo que dormir de 40 minutos a una hora, ahí me saco los zapatos y me tiro en la cama. Y también duermo profundamente, y también me despierto solo. Los días que no duermo la siesta lo siento.
- ¿Qué lee antes de dormirse?
- Ahora estoy leyendo sobre San Silvano del Monte Athos, un gran maestro espiritual.
- En la visita que realizó a Manila en el verano, habló de la importancia de llorar. ¿Usted llora?
- Cuando veo dramas humanos. Como el otro día al ver lo que ocurre con los del pueblo rohingya, que andan arriba de esos barcones en aguas tailandesas y cuando se acercan a tierra les dan un poco de comida, agua y los echan otra vez al mar. Eso me conmueve profundamente, ese tipo de dramas. Después, los chicos enfermos. Cuando veo lo que acá llaman “enfermedades raras”, que son producidas por descuido del ambiente, se me revuelve todo. Cuando veo a esas criaturas le digo al Señor: “Por qué ellos y no yo”. Cuando voy a la cárcel también me conmuevo. De los tres Jueves Santos que tuve, dos fui a cárceles, una vez a una de menores y la otra a la de Rebibbia. Y después en otras ciudades de Italia que visité fui a la cárcel, almorcé con ellos, y cuando estaba charlando me venía a la cabeza: “Pensar que yo podría estar aquí”. Es decir, ninguno de nosotros está seguro de que nunca va a cometer un crimen, una cosa digna de ser encarcelado. Entonces me digo por qué Dios permitió que yo no esté aquí. Y siento dolor por ellos y le agradezco a Dios no estar, pero a la vez siento que ese agradecimiento es de conveniencia también, porque ellos no tuvieron la oportunidad que tuve yo de no hacer una macana digna de estar encarcelado. Eso me lleva al llanto interior. Eso lo siento mucho.
- ¿Pero llega a llorar con lágrimas?
- Públicamente no lloro. Me pasó dos veces que estuve al límite, pero me pude frenar a tiempo. Estaba demasiado conmovido, incluso hubo algunas lágrimas que se escaparon, pero me hice el tonto y después de un rato me pasé la mano por la cara.
-¿Por qué no quería que lo vieran llorar?
- No sé, me pareció que tenía que seguir adelante.
-¿Cuáles fueron esas situaciones?
- Recuerdo una, la otra no. La que me acuerdo tuvo que ver con la persecución de los cristianos en Irak. Estaba hablando de eso y me conmoví profundamente. Pensar en los chicos…
- ¿A qué le tiene miedo?
- En general no tengo miedo. Soy más bien temerario, me mando sin medir consecuencias. Eso a veces me da dolores de cabeza porque por ahí se me va una palabra de más (otra vez se ríe con intensidad). En cuanto a los atentados, yo estoy en manos de Dios y en mi oración le hablé al Señor y le dije: “Mirá, si eso tiene que ser, que sea, solamente te pido una gracia, que no me duela” (se ríe), porque soy cobarde al dolor físico. El dolor moral lo aguanto, pero el físico, no. Soy muy cobarde en eso, no es que le tenga miedo a una inyección, pero prefiero no tener problemas con el dolor físico. Soy muy intolerante, lo asumo como algo que me quedó de la operación de pulmón que me realizaron cuando tenía 19 años.
- ¿Siente presión?
- Las presiones existen. Toda persona de gobierno siente presiones. En este momento lo que más me cuesta es la intensidad que hay de trabajo. Estoy llevando un ritmo de trabajo muy fuerte, es el síndrome del fin del año escolar, que acá termina a fin de junio. Y entonces se juntan mil cosas, y problemas hay... Y después están los problemas que te arman, con que dije o no dije… Los medios de comunicación también toman una palabra y por ahí la descontextualizan. El otro día en la parroquia de Ostia, cerca de Roma, voy saludando a la gente, y habían puesto a los ancianos y a los enfermos en el gimnasio. Estaban sentados y yo pasaba y los saludaba. Entonces dije: “Miren qué divertido, acá donde jugaban los chicos están los ancianos y los enfermos. Yo los comprendo a ustedes porque también soy anciano y también tengo mis achaques, soy un poco enfermo”. Al otro día salió en los diarios: “El Papa confesó que estaba enfermo”. Contra ese enemigo no podés.
- ¿Y está encima de todo lo que se publica?
- No, no. Diario leo solamente uno, La Repubblica, que es un diario para sectores medios. Lo hago a la mañana y no me lleva más de 10 minutos ojearlo. Televisión no veo desde el año 1990 (se toma el tiempo para responder). Es una promesa que le hice a la Virgen del Carmen en la noche del 15 de julio de 1990.
- ¿Por un motivo en particular?
- No, no, me dije esto “no es para mí”.
- ¿No ve los partidos de San Lorenzo?
- No veo nada.
- ¿Cómo se entera de los resultados?
- Hay un guardia suizo que todas las semanas me deja los resultados y cómo va en la tabla.
- Usted, entre los Papas, ¿sería un Messi o un Mascherano?
- No sabría decirte porque no sé distinguir el estilo de los dos porque no veo fútbol. Messi vino dos veces acá y nada más, no lo he visto.
- ¿Navega por Internet?
- Nada. Y dar entrevistas jamás, ahora se me ha dado, es el estado de gracia. Antes enfrentarme a un periodista me daba pánico.
- ¿Cómo ve a la Argentina desde el Vaticano?
- Como un país de muchas posibilidades y de tantas oportunidades perdidas. Como decía el cardenal Quarracino. Y es verdad. Somos un país que ha perdido tantas oportunidades a lo largo de la historia. Algo pasa, con toda la riqueza que tenemos. Como el cuento de los embajadores de los países que se fueron a quejar a Dios porque a los argentinos le habían dado tantas riquezas y a ellos solamente una, o la agricultura o la minería. Dios los escuchó y les contestó: “No, perdón, para balancear les di los argentinos”.
- ¿Sigue la evolución de la política en Argentina?
- No, para nada, corté acá la recepción de políticos porque me di cuenta de que algunos usaban eso y mi foto, aunque también es cierto que algún otro ni dijo que había estado conmigo y ni se sacó la foto. Pero para evitar eso, los políticos en audiencia privada, no. Si vienen van a las audiencias generales, los saludo. Pero no sé cómo van las elecciones ni quiénes son los candidatos. Me imagino quiénes deben ser los principales, pero no sé tampoco cómo van las tensiones. Sé que en las PASO de Buenos Aires ganó el PRO porque lo vi en el diario, salió hasta en La Repubblica.
- ¿Le gusta que lo cataloguen como el Papa pobre?
- Si ponen después otra palabra, sí. “Pobre tipo”, por ejemplo… (se vuelve a reír con ganas). La pobreza es el centro del Evangelio. Jesús vino a predicar a los pobres, si vos sacás la pobreza del Evangelio no entendés nada, le sacás la médula.
- ¿No es utópico pensar en que se puede erradicar la pobreza?
- Sí, pero las utopías nos tiran para adelante. Sería triste que un joven o una joven no las tuviera. Hay tres cosas que tenemos que tener todos en la vida: memoria, capacidad de ver el presente y utopía para el futuro. La memoria no hay que perderla. Cuando los pueblos pierden su memoria está el gran drama de descuidar a los ancianos. Capacidad de hermenéutica frente al presente, interpretarlo y saber por dónde hay que ir con esa memoria, con esas raíces que traigo, cómo la juego en el presente, y ahí está la vida de los jóvenes y adultos. Y el futuro, ahí está la de los jóvenes sobre todo y la de los niños. Con memoria, con capacidad de gestión en el presente, de discernimiento y la utopía hacia el futuro, que ahí se involucran los jóvenes. Por eso el futuro de un pueblo se manifiesta en el cuidado de los ancianos, que son la memoria, y de los niños y jóvenes, que son los que van a llevarla adelante. Los adultos tenemos que recibir esa memoria, trabajarla en el futuro y darla a los hijos. Una vez leí algo muy lindo: “El presente, el mundo que hemos recibido, no es sólo una herencia de los mayores sino más bien un préstamo que nos hacen nuestros hijos para que se lo devolvamos mejor”. Si yo corto mis raíces y me desmemorizo me va a pasar lo que le pasa a toda planta, me voy a morir; si yo vivo solamente un presente sin mirar la previsión a futuro, me va a pasar lo que le pasa a todo mal administrador que no sabe proyectar. La contaminación ambiental es un fenómeno de ese estilo. Tienen que ir las tres juntas, cuando falta alguna un pueblo empieza a decaer.
- ¿Cuáles son los peores males que aquejan al mundo hoy?
- Pobreza, corrupción, trata de personas… Me puedo equivocar en la estadística, pero qué me decís si te pregunto ¿qué ítem viene en gasto en el mundo después de alimentación, vestido y medicina? El cuarto son los cosméticos y el quinto las mascotas. Es grave eso, eh. El cuidado de las mascotas es como el amor un poco programado, es decir, yo puedo programar la respuesta amorosa de un perro o de una gatita, y ya no necesito tener la experiencia de un amor de reciprocidad humana. Estoy exagerando, que no se tome textual, pero es para preocuparse.
- ¿Por qué siempre repite “recen por mí”?
- Porque lo necesito. Yo necesito que me sostenga la oración del pueblo. Es una necesidad interior, tengo que estar sostenido por la oración del pueblo.
- ¿Cómo le gustaría que lo recuerden?
- Como un buen tipo. Que digan: “Este era un buen tipo que trató de hacer el bien”. No tengo otra pretensión.
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La ficha

Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936, en la ciudad de Buenos Aires. Se inició en el servicio eclesiástico a los 21 años, luego de recibirse como técnico químico. Fue obispo y arzobispo de Buenos Aires. El 13 de marzo de 2013 los 115 cardenales electores lo convirtieron en el Papa 266 de la historia. Francisco es el primer pontífice latinoamericano y jesuita
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