El Vaticano no hizo hoy comentario alguno sobre el fallecimiento del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, de 87 años, y se desconoce si lo hará mañana.
La noticia de la muerte del sacerdote mexicano, obligado por el Papa en 2006 a renunciar al sacerdocio tras ser investigado por abusos sexuales, se conoció cuando los dicasterios vaticanos y la Sala de Prensa estaban ya cerrados.
Fuentes vaticanas señalaron que hoy no habría comunicado alguno y aseguraron desconocer si mañana el Vaticano hará alguna referencia al fallecimiento del sacerdote.
El portavoz de la Sala de Prensa del Vaticano, el jesuita Federico Lombardi, no pudo ser contactado al encontrarse hoy participando en la 35 Congregación General de la Compañía de Jesús, que desde el pasado 7 de enero está reunida en Roma.
En la sede central de los Legionarios de Cristo en Roma nadie respondía hoy a las llamadas telefónicas.
El 19 de mayo de 2006 el papa Benedicto XVI exigió al fundador de los Legionarios, investigado por abusos sexuales durante décadas contra seminaristas, que renunciara 'a todo ministerio público' de su actividad sacerdotal y que llevara una vida retirada.
Esa fecha quedará marcada en la vida de Maciel como el día en el que el papa Ratzinger le retiró su confianza y le impuso un severo castigo.
La decisión de Benedicto XVI fue un duro golpe para los Legionarios, que vieron como su fundador, que gozó del afecto de Juan Pablo II, caía en desgracia.Con ese castigo, Benedicto XVI subrayó la línea de 'tolerancia cero' adoptada para casos de ese tipo y otros contrarios a la moral de la Iglesia.
La decisión del actual Papa supuso un giro de 180 grados respecto a lo que se venía haciendo hasta entonces, donde se imponía el silencio o el simple alejamiento incluso en los casos en que se verificaba que hubo abuso.
Terra Actualidad - EFE
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