Por estar separado y vivir con otra mujer
El párroco del barrio toledano de Azucaica, Félix González Mohíno, prohibió a un vecino participar mañana en la procesión de la Virgen de la Candelaria porque está separado, convive «pecaminosamente» con otra mujer y daría «un mal ejemplo a sus vecinos», dado que se trata de una persona muy conocida.
El afectado, Fernando García Arellano, es un empresario del sector del automóvil que pertenece a la Hermandad de la Virgen de la Candelaria desde que nació, ya que sus padres lo inscribieron en ella. Este empresario, de 49 años, se ha quedado estupefacto porque es creyente practicante.
Tampoco podrá vitorear a la Virgen a la puerta de la iglesia y en el interior del templo, como hacía en años anteriores. El cura, que llegó a la parroquia de Azucaica en 2004 procedente de otro barrio de Toledo, llamó por teléfono esta semana a Fernando García para quedar «urgentemente» con él en una cafetería y comunicarle su decisión.
El feligrés preside una organización automovilista, es vocal de la Cámara de Comercio de Toledo y miembro de la Junta Directiva de la Federación Empresarial Toledana, por lo que todos lo conocen en su barrio. Aunque el párroco sí le permite acudir a la misa que antecede a la procesión, el empresario no asistirá, muy a su pesar, porque se siente herido en su dignidad y orgullo.
Fernando cuenta con el apoyo de los otros 503 miembros de la Hermandad de la Virgen de la Candelaria. «Todos somos hermanos y nos gustaría que en la procesión estuviésemos todos», afirma su presidente, Alejandro García Hernández, quien reconoce sentir «una enorme tristeza». «Seguro que en la Hermandad hay algún separado más. De la condición de cada uno sólo hay que rendir cuentas ante Dios».
Tanto el párroco como el Arzobispado de Toledo rehusaron ofrecer explicaciones en torno a esta prohibición.
Fuente: El periodista Digital
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