A pesar del frío y la insistente lluvia diversas comunidades que trabajan previniendo el alcoholismo y la drogadicción, autoridades del Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (CONACE) y fieles en general asistieron a la Eucaristía celebrada el domingo 28 de junio en el Santuario Nacional de Maipú y presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago. La misa fue concelebrada por el presbítero Sergio Naser, director de la Pastoral Nacional de Alcoholismo y Drogadicción, el Padre Carlos Cox, rector del Sanuario Nacional de Maipú y el presbítero Guillermo Greene, secretario del Arzobispo.
“Dios es el autor de la vida”, dijo el Cardenal a los asistentes en referencia al evangelio dominical, “quiere que cada uno de nosotros viva en plenitud”. Y recordó que esa fue también la invitación emanada de los Obispos Latinoamericanos reunidos en Aparecida, mediante el lema “discípulos misioneros para que en Jesucristo nuestros pueblos tengan vida”.
En su homilía el Cardenal se refirió al relato de la sanación de la mujer que sufrió por 12 años una hemorragia, como también a la resurrección de la hija de Jairo, el jefe de la sinagoga. Resaltó la fe de quienes recurren al Señor para tener Vida en abundancia. “Por tu fe te has sanado, por tu fe te han sido perdonados los pecados”, destacó el Cardenal. El mismo deseo de acercarse a Jesucristo y recibir la vida plena que de Él emana resaltó el Arzobispo de quienes trabajan en la prevención del alcoholismo y la drogadicción.
Junto a las familias
Finalmente el Cardenal dijo que la solidaridad hacia los adictos es también una bienaventuranza, porque no solamente cuando Cristo tuvo hambre y se le dio de comer, se cumple con el mandato evangélico, sino también cuando se cayó en la adicción y la familia y la comunidad le tendieron una mano.
Al término de la Eucaristía, el Arzobispo de Santiago dio su bendición a los feligreses, especialmente a las familias, con la cruz de Chile.
Fuente: DOP http://www.iglesiadesantiago.cl/
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