Papa: futuro de esperanza para Europa, fiel a los verdaderos valores

Un viaje hecho como "testigo de Cristo Resucitado, como sembrador de la esperanza que no defrauda y no engaña, porque tiene su origen en el infinito amor de Dios por todos los hombres". Con estas palabras, durante la catequesis de la audiencia general, Benedicto XVI determinó su último viaje aspotólico, llevado a cabo el sábado y domingo pasados a Santiago de Compostela y Barcelona. En el año dedicado a San Jerónimo, el Papa se hizo peregrino entre peregrinos y deseó que todos puedan llevar a cabo "un profundo itinerario de conversión a Cristo, que asumió para sí las miserias del mundo, llevándolas hacia donde el mal no tiene poder, donde la luz del bien ilumina cada cosa".