Thursday, July 25, 2013

JMJ: resumen de lo que fue el resto del día. Encuentro con los jóvenes de Argentina. Video, información y fotos

El Papa a los jóvenes argentinos: ¡Hagan lío!




25 de julio, 2013 (Romereports.com) El Papa aseguró a los peregrinos argentinos reunidos en la catedral de Río de Janeiro que lo que espera de laJMJ Río 2013 es que los jóvenes “hagan lío”, que salgan a la calle fuera de las Iglesias para vivir el Evangelio.

PAPA FRANCISCO
“¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. ¿Que acá adentro va a haber lío? Va a haber. ¿Qué en Río va a haber lío? Va a haber. Pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga fuera, quiero que la Iglesia salga a la calle.”
Tras visitar la favela de Varghina, el Papa Francisco se trasladó a la catedral de la ciudad para participar en el encuentro de los jóvenes argentinos. En el templo fue recibido con el sonido del Himno de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Buenos Aires en 1987. 
El Papa recalcó que la Iglesia no es una ONG y que no hay que marginar a jóvenes y ancianos de nuestras sociedades.

PAPA FRANCISCO
“Esta civilización mundial se pasó de rosca, se pasó de rosca... porque es tal el culto que se ha hecho al Dios dinero que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos. No se cuida a los ancianos porque no se les cuida. Pero está también eutanasia cultural. No se los deja hablar ni actuar. Y exclusión de los jóvenes. Los jóvenes tienen que salir a luchar por los valores, a luchar por esos valores”.

Francisco, en un discurso sin papeles, también recordó a los peregrinos la importancia de la fe.

PAPA FRANCISCO
“La fe en Jesucristo no es broma, es algo muy serio. Es un escándalo que Dios haya venido a hacerse uno de nosotros, es un escándalo. Y Dios ha muerto en la cruz, es un escándalo, el escándalo de la Cruz. La Cruz sigue siendo escándalo pero es el único camino seguro: el de la Cruz, el de Jesús, el de la encarnación de Jesús. Por favor, no licuen la fe en Jesucristo. No tomen licuado de fe, la fe es entera, no se licua, es la fe en Jesús.”

Una figura de la Virgen de Luján presidió el encuentro que no estaba previsto en la agenda de eventos de la JMJ Río 2013. El Papa bendijo esta figura y una Cruz de San Francisco que recorrerán Argentina en peregrinación.

Más de 20.000 jóvenes del país natal del Papa han acudido a Brasil con motivo de la JMJ. Los que consiguieron entrar en el templo habían pasado la noche a la intemperie para poder acceder a la catedral por la mañana. Sin embargo, no todos pudieron entrar a la catedral que tiene capacidad para aproximadamente la mitad. Por eso, el Papa quiso tener un detalle con los que se quedaron fuera y salió a saludarlos mientras les enseñaba una bandera de Argentina.

12.33, la hora en que los argentinos temblaron de emoción en Río



La intimidad de lo que sucedió en la catedral de Río de Janeiro cuando ingresó el Papa
Por   | LA NACION


RIO DE JANEIRO.- Soportaron la lluvia, el frío y la noche en vela. Pero cuando lo vieron -o percibieron su presencia al menos- a Francisco dentro de la Catedral de San Sebastián de Río de Janeiro, nada de todo eso les importó. Los 5000 argentinos que asistieron al encuentro del Papa con sus compatriotas estaban felices, agradecidos y emocionados hasta las lágrimas.
A las 12.33, cuando el Papa se acercó a la puerta principal de la catedral, nadie hizo caso a la orden de la organización de no levantarse de los bancos. La emoción era más fuerte que la disciplina que todos habían querido mantener hasta ese momento, cuando flameaban las banderas argentinas que les entregaron los voluntarios mientras cantaban canciones de misa o vivas para Francisco.
A las 12.33, todos se pararon con sus celulares o cámaras en alto y, los que estaban más lejos, en puntas de pie, intentando buscar "al querido Jorge Bergoglio" envuelto en una sotana blanca. "Esta es la juventud del Papa", la frase más repetida por los peregrinos en esta Jornada, recibió al primer pontífice argentino en la catedral cónica, en medio de gritos desesperados que demostraban la devoción por este pontífice y el fuerte deseo por verlo pasar. La revolución de Francisco se sentía entre sus compatriotas.





"Tengo un dolor en el estómago que no puedo más", dijo una joven cuando el Papa se sentó en el centro de la basílica, con una sonrisa inevitable e incrédula. Cuando llegó su turno para dar unas palabras a los argentinos, se paró y se acercó al atril. Entonces hubo un pequeño silencio seguido de ovación, como ocurrió a lo largo de todo su breve discurso".
"Va a predicar acá, me muero", dijo Juan José Olivetto Fagni, un seminarista de 25 años de La Plata, cuando lo vio acercarse al atril. Con la misma emoción, que oscilaba entre las lágrimas y los gritos, vivió esa media hora de discurso en la que todo el tiempo se reproducía en su memoria una anécdota.
Fue el 13 de octubre pasado, cuando tuvo su primer encuentro con el entonces arzobispo de Buenos Aires, en el Encuentro Ecuménico anual. "Me acerqué, le dije que lo admiraba. Le dije que tenía que seguir peleando a pesar de que había dejado su renuncia a merced del Vaticano, por la pelea que él ya generaba para el país". "Dios pelea", le contestó Bergoglio. "Pero cuenta con lo tuyo", redobló Juan José, y recibió una sonrisa del obispo, tras la cual le pidió que rezara por él, una costumbre que el Papa mantiene al día de hoy.
"¡Francisco te esperamos!", exclamó Juan José después de que el Papa recibiera la cruz de Damián de manos de dos miembros de la Juventud Pastoral y comenzara a emprender la retirada. Su cara mostraba un dejo de desilusión porque no logró que Francisco (quien dijo en chiste sentirse "enjaulado") no pudo pasar cerca de donde él estaba. "No puedo pedir más nada", dijo, no obstante, el seminarista.
"Cuando lo vi, sentí una gran humildad. Me da fuerzas para seguir adelante. Si él está tranquilo, yo estoy tranquilo", señaló y percibió, como todos, a una Papa mucho más relajado que el de los últimos meses". "Es nuestro padre, está entre los suyos", opinó.

LA HINCHA DE SAN LORENZO

Antonella Piazza, una correntina de 18 años, sintió tal felicidad cuando se fue el Papa que se subió al banco para seguir sacando fotos y contemplar la catedral, vestida con una camiseta de San Lorenzo que le prestó su prima, para demostrar la pasión que comparte con el Santo Padre.

Antonela Piazza, una de las peregrinas que estuvo en el en el encuentro con argentinos del papa Francisco. Foto: LA NACION / Guadalupe Aizaga

"Me encantó. Cada día me gusta más este tipo. Es un capo", dijo, con los ojos llenos de lágrimas, pero no tan quebrada como una amiga suya, Jacqueline Fernández, a quien la emoción no le permitía emitir una palabra.
Antonella repetía las frases del Papa que más resonaron en ella, como la de "hacer lío en la diócesis", la línea preferida entre la joven audiencia. "Francisco te arrastra con sus palabras. Saber que él es el jefe máximo de la Iglesia es un gran testimonio. Lo admiro mucho, lo quiero", dijo.

LA HISTORIA DEL PEREGRINO CON EL PIE ENYESADO

Mariano Michilig siente que la fractura de peroné que se ganó jugando al fútbol con sus amigos en Rafaela fue una especie de bendición. Su pie enyesado lo obligó a entrar en silla de ruedas a la catedral, acompañado por su amigo Luis Tello, y tener un lugar más cercano al Papa.

Luis Tello y Mariano Michlig, dos de los peregrinos que estuvieron el la primera fila en el encuentro con argentinos del papa Francisco. Foto: LA NACION / Guadalupe Aizaga

"Le dimos la mano y aproveché para hacerle una petición: nos falta un obispo y seguro que Dios y Francisco nos lo van a mandar", contó Mariano, sobre ese breve pero memorable intercambio con el Papa, que terminó, nuevamente, con Bergoglio pidiéndole que rezara por él.
A los que esperaban en el sector donde estaban dispuestas las sillas de ruedas, les acercaron además un rosario envuelto en un paquete con el escudo del Pontificado de Francisco.
"Cuando pasó por al lado mío fue maravilloso. Vino a encontrarse con nosotros como un papá, buscando nuestro bien", expresó, por su parte, Mariano

FOTOS BENDECIDAS

Daisy Rapp tiene 19 años y estudia neuropsicología en Capital Federal. Por eso, cuando se anotó para ser voluntaria de la JMJ pidió acompañar a los peregrinos en sillas de ruedas. Sin embargo, para no interceder, salió de ese sector antes de que entrara Francisco y se quedó con las ganas de saludarlo, aunque eso no quitó que estuviera "contentísima".

Daisy Rapp, una de las voluntarias que estuvo en el encuentro con argentinos del papa Francisco. Foto: LA NACION / Guadalupe Aizaga

"[Francisco] Es increíble. Lo amo", dijo, muy emocionada, después de una jornada intensa en la que tuvo que oficiar de valla humana junto a sus compañeras de la JMJ durante horas, para mantener a los periodistas en un sector determinado.
"La frase de que no hay que licuar la fe fue increíble. Es una forma de vivir la vida al 100%", opinó admirada, mientras continuaba repartiendo por la catedral fotos que mostraban al Papa saludando jóvenes, bendecidas por el propio Francisco.








La Nación

No comments: