Volviendo a meditar en nuestras propias vidas desde la perspectiva de la fe, en general no hay una diferencia clara entre nuestro “sentir interior” y en “creer”, y depende del lenguaje que usemos. Por ejemplo, una persona podría decir “siento a Dios como cerca de mí en este difícil período de mi vida”, o podría decir “Yo creo que Dios está cerca..”
Estos tres conceptos. “sentir”, “creer” y “tomar conciencia” son casi intercambiables. Tendemos a usar unos u otros al tratar de expresar lo inexpresable. Por ejemplo, la exclamación “ahora veo” podría ser reemplazada por “ahora creo que eso es verdad”, o “ahora estoy consciente que eso es verdad”. En cada caso nos referimos a un conocimiento interior. Luego el “sentir interior” y el “creer” son coincidentes. Ambos permiten una profunda seguridad que el conocimiento que tengo es verdad, es real. Al referirnos a la fe religiosa, nuestro convencimiento necesita ser apoyado por un conocimiento interior auténtico y profundo, junto con saber que la fe religiosa es principalmente un don de lo Divino, al cual yo he consentido recibirlo en una forma casi inconsciente.
La Fe siempre continúa siendo un regalo de Dios, un don que puede apagarse si no es alimentado, y alimentado en forma significativa por cada individuo
Catherine McCann
Espacio sagrado
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