La parroquia ortodoxa rusa en Roma, una mirada común a los problemas actuales

19 de agosto, 2012. (Romereports.com) Entre la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica las relaciones son relativamente cordiales desde hace años. En 2007 se terminó de construir en Roma la  Iglesia de Santa Catalina de Alejandría, con el típico aspecto de las iglesias ortodoxas rusas. Ahora se puede decir que Moscú y Roma no sólo se hablan, también se miran. 


IGOR VYZHANOV
Iglesia de Santa Catalina de Alejandría
“Es muy simbólico porque nos vemos, aquí se abre una bellísima vista de San Pedro y desde San Pedro se puede ver nuestra iglesia de Santa Catalina. Muchos rusos, los turistas rusos vienen acá diciendo: “hemos visto la iglesia desde San Pedro”. Es un bello símbolo de las relaciones entre las dos iglesias que gracias a Dios están mejorando”.

Pero al margen de la fuerza simbólica de esta iglesia y de los diálogos ecuménicos, la globalización de la cultura, y la necesidad de buscar respuestas teológicas y doctrinales a los interrogantes del hombre ha permitido a católicos y a ortodoxos rusos descubrir muchos puntos en común.

IGOR VYZHANOV
Iglesia de Santa Catalina de Alejandría
“Lo que nos reúne es claro, son las raíces comunes, las sucesión apostólica, nuestra historia común y sobre todo las posiciones que en muchísimas cuestiones de la vida coinciden. Ahora nuestros puntos de vista sobre muchísimos problemas, son absolutamente iguales.”.

La iglesia de Santa Catalina de Alejandría es la segunda iglesia ortodoxa rusa de Roma. Con su construcción se cierra un proyecto que comenzó en el siglo XIX impulsado por el último zar ruso pero que la revolución comunista impidió desarrollar. Los creyentes pasaron a la clandestinidad y la primera iglesia en Roma no pudo tener el esplendor deseado.

IGOR VYZHANOV
Iglesia de Santa Catalina de Alejandría
“Los inmigrantes que huyeron de Rusia durante la guerra civil sí abrieron aquí una iglesia, que sigue existiendo y se ubica en un edificio de viviendas, no se ve desde fuera, no se puede imaginar que hay una iglesia allí dentro. Y esta iglesia fue construida como una continuación de aquella antigua idea de tener aquí una iglesia verdadera con las cúpulas, con todo.”. 

En esta nueva iglesia los fieles que proceden de muchos países que formaban la antigua Unión Soviética, pueden rezar en un lugar apropiado, siguiendo su tradición, con lugares idóneos para para los bautizos y las celebraciones eucarísticas.