Se pintaron un bigote a lo Hitler para comulgar
Lo felicitó por su cumpleaños. "Un soldado no
pide perdón por haber salvado a su patria"
Unos 40 feligreses repudiaron a un cura católico que reivindicó al exdictador argentino Jorge Videla, pintándose un bigote similar al del ex líder nazi Adolf Hitler, en una misa oficiada el domingo en una parroquia de la ciudad de Santa Rosa, informó el lunes la prensa del distrito.
Luego de escuchar el oficio católico, el culto mayoritario de Argentina, los manifestantes que tenían el bigote pintado se acercaron al sacerdote Jorge Hidalgo para recibir la comunión con el brazo derecho en alto, replicando el saludo nazi.
Videla fue el primer dictador durante el regimen militar en Argentina (1976-1983) y se encuentra en prisión por delitos de lesa humanidad.
El religioso católico, a cargo de una parroquia de Santa Rosa, capital de la provincia de La Pampa (centro), no realizó comentarios mientras los jóvenes realizaban el 'escrache', como se llama en Argentina al señalamiento público de repudio, indicó el diario La Arena de ese distrito.
Hidalgo había escrito en su cuenta de Facebook, con motivo del 87 aniversario de Videla, el 2 de agosto: "Feliz cumpleaños General. Un soldado nunca pide perdón por haber salvado a su patria de la dictadura comunista".
Videla, detenido en una prisión de Marcos Paz (50 km al noroeste), cumple dos condenas a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad y en julio pasado fue sentenciado a 50 años por el robo de hijos de desaparecidas, que daban a luz en campos de concentración antes de ser, en su mayoría, asesinadas.
Unos 30.000 opositores desaparecieron durante la última dictadura, según entidades humanitarias, mientras que unos 500 menores fueron robados en aquella etapa, de los cuales 106 recuperaron su identidad.
En una de las escasas entrevistas que ha concedido, Videla admitió en julio pasado a la revista El Sur que altos representantes de la Iglesia católica de la época habían sido informados sobre el asesinato de desaparecidos.
Organismos defensores de derechos humanos han criticado una actitud pasiva de la jerarquía católica frente a las denuncias de desapariciones durante la dictadura.
(Rd/Agencias)
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