Wednesday, June 30, 2010

"Haití es un pueblo que quiere salir adelante"



Waldo Fernández, responsable de Manos Unidas para América Central y Caribe

"Un elemento inexcusable es la condonación de la deuda"


(Jesús Bastante).- El 12 de enero de 2010, la tierra tembló en Haití, dejando una estela de muerte y de destrucción en el país más pobre del mundo. Entonces, Manos Unidas estaba allí, desde hace más de 30 años. Y seguirá estando, pese a que el país "es otra de las grandes tragedias olvidadas", según denuncia en RDTV Waldo Fernández, responsable de esta organización en América Central y Caribe. Una catástrofe que, sin embargo, deja entrever la esperanza. "He encontrado un pueblo que quiere salir adelante".


La misma noche del terremoto, revela Waldo, "los haitianos, escarbando con sus propias manos, salvaron miles de vidas, y organizaron 400 campamentos para desplazados. Eso ocurrió antes de que llegaran los marines y los organismos internacionales. Hubo un pueblo que demostró que se sobrepone a la adversidad, y eso es esperanzador".


Una catástrofe natural no viene por la maldad de los hombres, pero "cuando llueve, no llueve igual para todos. Cuando tiembla, tampoco", sostiene el técnico de Manos Unidas, que insiste que "hay que observar los desastres sociales que provoca". Así, con apenas un mes de diferencia, el terremoto en Haití, de 7,3 puntos en la escala Richter, dejó 250.000 muertos, miles de heridos y lisiados y más de 1,5 millones de damnificados directos. "Otro en Japón, con 7,1 grados, dejó como resultado un muerto y un herido". Y es que "hay países que son más vulnerables que otros. La debilidad de las infraestructuras físicas y de las estructuras políticas, sociales y económicas, hace que los efectos sean infinitamente mayores".


El desarrollo es la clave del trabajo que desarrolla Manos Unidas en Haití. Antes y durante, no obstante, hay que seguir con la ayuda humanitaria de urgencia. "Manos Unidas lleva más de 30 años colaborando en Haití. Pero muchas de las cosas que había antes se han caído. La primera emergencia es la comida, el albergue y la bebida. Luego hay que reactivar el sistema educativo, pero no hay escuelas. Ahora vienen la época de lluvias, y no hay albergues. Pero de cara al futuro, lo estratégico pasa por generar desarrollo, y preguntarnos qué podemos ayudar a contribuir para que genere desarrollo y bienestar", insiste Waldo Fernández.


Porque, "si sólo levantamos lo que se cayó, dejaríamos a Haití en la situación anterior al 12 de enero. Esto es, en la cola del mundo". Hay que hacer más: apoyar todo aquello que va a generar empleo y desarrollo, y unas condiciones más justas. ¿Por qué Haití es el país más pobre del continente? Es fruto de la historia, del lamentable colonialismo, dictaduras, abusos. "Haití, en los años 80 y 90 era autosuficiente en la producción de alimentos -denuncia-. Por el tema de la deuda, tuvo que firmar la apertura de fronteras a productos estadounidenses. El arroz de EE.UU. era más barato que el de Haití. Hoy tiene que importar el 55% de los alimentos que consume". Regresamos a la injusticia, que a veces sólo sale a la luz cuando se dan catástrofes naturales de esta entidad.


"Queda mucho por hacer", señala el responsable de Manos Unidas, que separa el trabajo de los gobiernos, y de la Conferencia de Donantes -"esos recursos llegarán en el momento en que las autoridades haitianas (el 30% de los funcionarios murieron) presenten proyectos concretos y viables. Esperamos que para ello no haya condicionalidades, que vuelvan a incrementar la deuda. Un elemento inexcusable es la condonación de la deuda, pero de eso nadie ha dicho nada"-, del que llevan a cabo las ONG.


En este punto, Waldo Fernández asegura que "buena parte de las ayudas se gastaron en apoyar las acciones de emergencia en las primeras semanas y meses. En este momento estamos canalizando proyectos concretos enfocados a la reconstrucción, la rehabilitación". Un dinero que llega, y que llega bien.


¿Qué estaba haciendo Manos Unidas, qué va a seguir haciendo? "Anteriormente intentamos contribuir al desarrollo desde diversas áreas educativa, salud, social, productiva... prevenir la enfermedad. Esas es nuestra vocación". La palabra clave: desarrollo. "Es lo que pensamos seguir haciendo. Apoyamos en la medida de nuestras posibilidades, estamos presentes y vamos a seguir indefinidamente. Manos Unidas promueve el desarrollo y su razón de ser es trabajar mientras sea necesaria esa labor de promover el desarrollo y canalizar la solidaridad de la sociedad española, que confía en nuestra gestión. Estaremos en Haití mientras seamos necesarios".

RD

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