El homenaje del Papa a los sacerdotes y médicos muertos por coronavirus: “Son los pastores del bien común” por José Beltrán

• En el domingo del Buen Pastor,  Francisco denuncia “los falsos pastores de poder y el dinero” dentro de la Iglesia

“Que el ejemplo de los pastores sacerdotes y pastores médicos nos ayuden a cuidar al santo pueblo de Dios”. Con este anhelo, el Papa comenzó la eucaristía del cuarto domingo de Pascua, en el que la Iglesia celebra el Día del Buen Pastor. En su plegaria inicial vinculada al coronavirus, Francisco puso en valor tanto a los cien curas como a los 154 doctores muertos a causa de la pandemia.

“Me hace pensar en tantos pastores en el mundo que da la vida por los fieles”, dijo en relación a los presbíteros, si bien admitió que “también pienso en otros pastores, que se preocupan por el bien de la gente: los médicos”.

Ovejas errantes

“Jesús es el Pastor que viene a salvar a las ovejas que andan errantes, como nosotros”, aseveró en la homilía. Desde la capilla vaticana de la residencia de Santa Marta, añadió además que “no solo es el pastor, sino la puerta por la que se entra al rebaño”.

El Papa se detuvo en alertar de los “falsos pastores” entonando un ‘mea culpa’: “En la historia de la iglesia ha habido tantos… Que se aprovechaban y explotaban al rebaño. No les interesaba el rebaño, sino hacer carrera, la política, el dinero… Pero el rebaño los ha reconocido siempre, sabe distinguir siempre entre los pastores”.

Escucha, cuida y guía

Frente a esto, Francisco dibujó el perfil del buen pastor como aquel que “escucha al rebaño, lo cuida, lo guía”. “El rebaño confía en el buen pastor. Por lo tanto, el pastor que se asemeja a Jesús da confianza al rebaño. El estilo de Jesús tiene que ser el estilo del pastor. No hay otro modo”, subrayó.

De la misma manera, destacó que uno de los signos del buen pastor “es la mansedumbre”. “La mansedumbre le hace ver tal como es, sin defenderse. Esmás, el pastor es tierno, tiene aquella ternura de la cercanía”.

Todo esto, unido a la reflexión sobre la parábola de la oveja perdida, le llevó a asegurar que “Jesús es el Buen Pastor que nos acompaña siempre a todos en el camino de la vida”.

José Beltrán
Vida Nueva