¿Cuáles son las cinco actitudes que impiden conocer a Jesús? El Papa responde por José Beltrán

• En su misa matutina, Francisco alerta de las “enfermedades” del cristiano de hoy: la riqueza, la rigidez, la tibieza, el clericalismo y el espíritu mundano

El Papa tiene claro cuáles son las cinco actitudes que impiden un verdadero encuentro entre el cristiano y Jesús: la riqueza, la rigidez, la tibieza, el clericalismo y el espíritu mundano. Así lo expresó esta mañana durante la eucaristía matutina que presidió en la capilla de la residencia de Santa Marta.

“Hay actitudes previas a confesarse del rebaño de Jesús, son antipatías previas que no nos dejar ir hacia adelante para conocerle”, expresó Francisco, que centró su homilía en describirlas una a una:

• “La primera de todas son las riquezas”, aseveró el Papa “Muchos de nosotros, nos detenemos porque somos prisioneros de la riqueza”, alertó. “El Señor es muy duro con la riqueza, hasta el punto de decir que es más fácil que un camello entre por el agujero de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos”. Eso sí, aclaró que “no debemos caer en el pauperismo, pero tampoco vivir para la riqueza, porque son el señor de este mundo y no podemos servir a dos señores”.
• El Papa también criticó la que denominó “la rigidez del corazón”, o lo que es lo mismo, “la rigidez en la interpretación de la ley”. “Jesús reprocha a los doctores de la ley por esta rigidez que no es fidelidad. La fidelidad es un don de Dios y la rigidez es para la seguridad de mí mismo”, apuntó. Al hilo de esta cuestión recordó cómo en una ocasión, una mujer le confesó que sentía estar en “pecado mortal” porque había acudido a una boda con misa un sábado por la tarde, y después descubrió que no le ‘valía’ como eucaristía dominical porque no coincidían las lecturas. Francisco dejó caer que esta feligresa pertenecía a “un movimiento de la Iglesia”. “Hay tantos pastores que hacen crecer esta rigidez en las almas de los fieles”, se mostró preocupado y convencido de que esta actitud “nos corta la libertad”.
• Francisco también se detuvo en las consecuencias de la tibieza. “La asedia nos quita la voluntad de seguir hacia adelante, un ‘sí pero no’”, expresó.
• Una vez más, como suele ser habitual en sus denuncias sobre el ser y hacer de los católicos, el Papa mencionó “el comportamiento clericalista”: “El clericalismo se pone en el lugar de Jesús, dejando a un lado al Maestro”. Para el Papa, “quita la libertad de la fe del creyente. Es una enfermedad fea de la Iglesia”.
• “El espíritu mundano nos impide seguir hacia adelante para conocer a Jesús”, comentó también Francisco. “En la celebración de algunos sacramentos en algunas parroquias… ¡Cuánta mundanidad hay! No se comprende bien la presencia de Jesús”, lamentó.

Seguimiento en libertad

Al repasar de nuevo todas las actitudes, Francisco admitió que “somos borregos de todas estas cosas, de modalidades, de ideología, de formas de vida en las que faltan la libertad”. Esto le llevó a asegurar que “no se puede seguir a Jesús sin libertad”. “Cuando caminos en libertad podemos también resbalar, pero es mejor resbalar ahí que  caminar desde las otras actitudes”, aconsejó Francisco.

Una vez más el Papa encomendó la eucaristía por los muertos a causa del coronavirus. “Rezamos hoy por los difuntos que han muerto por la pandemia. Muchos han muerto solos, ni siquiera han tenido la caricia de los más cercanos en su funeral”, expresó Francisco al inicio de la misa.

José Beltrán
Vida Nueva