Ahora que ya hemos pasado la fecha del equinoccio, deseo orar sobre la muerte. Que yo esté vivo cuando muera. En las palabras de una antigüa oración irlandesa: "Tres deseos le pido al Rey al separarme de mi cuerpo: Que no tenga nada que confesar, que no tenga ninigún enemigo, que no deba nada a nadie! Tres cosas le pido hoy al Rey, señor de los soles: "Que yo no tenga dignidades u honores que me puedan llevar al tormento! Que yo no trabaje sin recompensa frente a Cristo! Que Dios tome mi alma cuando esté más pura!
Finalmente, la oración antes de la batalla, de Kipling: "O María, atravesada por el dolor, recuerda, alcanza y salva el alma que mañana va hacia el Señor. Como todos los nacidos de mujer, para cada uno, en gran necesidad, buena camarada y valiente guerrera, Madona, intercede por nosotros.
Espacio Sagrado
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