MEDELLÍN, 24 Sep. 09 / 08:25 am (ACI)
Un experto en bioética cuestionó el intento de usar fondos públicos para promover la llamada ideología de género a través de la polémica Clínica de la Mujer e hizo un recuento histórico sobre sus vínculos con los movimientos neomarxistas.
Carlos Gómez Fajardo, ginecólogo y miembro del Centro Colombiano de Bioética, publico un artículo en el periódico El Mundo titulado "De clínicas y de géneros" en el que recuerda que una de las objeciones fundamentales planteadas a la clínica, donde se practicarían abortos, es que se inspiró en la cuestionable ideología de género.
"Lo es en grado sumo, cuando los funcionarios oficiales se subyugan a sus delineamientos, y aceptan acríticamente su lenguaje, y sobre todo, su modo político de accionar. Es la obligación del funcionario público la promoción del bien común, no la de una orientación ideológica o política de grupo en particular", indicó.
Asimismo, recordó que "la ideología de género como movimiento político neomarxista se encargó de influir de modo esencial en las conferencias de población de El Cairo y Pekín. Desde entonces muchas directrices del máximo nivel de influencia mundial (ONU, OMS) tienen el tono ideológico de esta tendencia. Ello se evidencia de modo especial en la terminología y en el discurso de los derechos sexuales y reproductivos".
"Para el activismo de género el aborto es un derecho, una adquisición de la cultura política de las mujeres en su lucha por la igualdad ante una condición de inferioridad histórica a que han sido sometida por los hombres y por estructuras de poder que encuentran obsoletas y que hay que destruir: la primera de ellas, el matrimonio y la familia", agregó.
"Son de gran calado las objeciones que se presentan ante la utilización de los recursos en la promoción y práctica de las pautas de una ideología. Es deber y derecho de los ciudadanos participar e informarse a profundidad sobre las cosas que suceden en su propio vecindario. Y es bueno que estas inquietudes y cuestionamientos se presenten de modo franco y documentado. ¿No consiste en esto el ejercicio de la democracia?", cuestionó.
Carlos Gómez Fajardo, ginecólogo y miembro del Centro Colombiano de Bioética, publico un artículo en el periódico El Mundo titulado "De clínicas y de géneros" en el que recuerda que una de las objeciones fundamentales planteadas a la clínica, donde se practicarían abortos, es que se inspiró en la cuestionable ideología de género.
"Lo es en grado sumo, cuando los funcionarios oficiales se subyugan a sus delineamientos, y aceptan acríticamente su lenguaje, y sobre todo, su modo político de accionar. Es la obligación del funcionario público la promoción del bien común, no la de una orientación ideológica o política de grupo en particular", indicó.
Asimismo, recordó que "la ideología de género como movimiento político neomarxista se encargó de influir de modo esencial en las conferencias de población de El Cairo y Pekín. Desde entonces muchas directrices del máximo nivel de influencia mundial (ONU, OMS) tienen el tono ideológico de esta tendencia. Ello se evidencia de modo especial en la terminología y en el discurso de los derechos sexuales y reproductivos".
"Para el activismo de género el aborto es un derecho, una adquisición de la cultura política de las mujeres en su lucha por la igualdad ante una condición de inferioridad histórica a que han sido sometida por los hombres y por estructuras de poder que encuentran obsoletas y que hay que destruir: la primera de ellas, el matrimonio y la familia", agregó.
"Son de gran calado las objeciones que se presentan ante la utilización de los recursos en la promoción y práctica de las pautas de una ideología. Es deber y derecho de los ciudadanos participar e informarse a profundidad sobre las cosas que suceden en su propio vecindario. Y es bueno que estas inquietudes y cuestionamientos se presenten de modo franco y documentado. ¿No consiste en esto el ejercicio de la democracia?", cuestionó.
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