Colabore para que los niños desfavorecidos accedan a la escuela
¡Esto es vida! Es algo que habremos escuchado e incluso repetido varias veces a lo largo de estas vacaciones. Vacaciones que siempre nos resultan demasiado cortas. La cacareada crisis agudiza el ingenio de las agencias de viajes que nos presentan precios similares a los de otros años acompañando carteles en lo que prima es el slogan GRAN OFERTA. Y nosotros deseosos de encontrar un chollo entramos en la dinámica del sistema sin plantearnos miramientos.
Madrid en verano es un oasis de terrazas llenas, centros comerciales repletos y menos tráfico que de costumbre. Algo similar ocurre en todas las grandes ciudades de nuestro país, y es que es llegar el verano y olvidarse de las noticias económicas, de la política y de las preocupaciones, es tiempo de disfrutar. Pero ya vuelve Septiembre para recordarnos nuestras obligaciones, cierran las piscinas, las playas poco a poco van quitando el cartel de no hay billetes y los niños llegan a casa con el listado de los libros y del material escolar.
Vuelta a la rutina, vuelta a apretarse el cinturón, vuelta a hacer cábalas para cuadrar los gastos de un mes en el que parece que todo se pone en nuestra contra. Pero en determinados países, como puede ser la República Dominicana, viven en un permanente verano. Permanente verano por el calor, pero no por la falta de preocupaciones, ganarse el sustento cada día es una de ellas. Pero las familias no tendrán que preocuparse en comprar libros a los niños, serán ellos quienes tendrán que preocuparse de poder ganar lo suficiente para comer. Es momento de agradecer algo que a priori nos cuesta tras nuestras vacaciones, el gasto en educación, y seguir colaborando para que cada día haya menos niños y jóvenes que no puedan estudiar. El Caribe es pura vida, dotemos a sus habitantes de una vida que siga siendo pura pero que también sea plena.
RD
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