"Está allí por obra del Espíritu Santo"
"Espíritu, magisterio y liderazgo indiscutido a nivel mundial"
Es evidente que desde el principio hay sectores -no solo en la curia vaticana- que se resisten a los cambios expuestos por el líder y otros personajes, derechamente se han transformado en férreos opositores a su gestión
Esa tarde memorable (13/3/2013), varios cardenales electores comentaron después de que eligieran, sorpresivamente, a Jorge Mario Bergoglio como nuevo Papa de la Iglesia Católica: que “algo nuevo” estaba aconteciendo allí mismo en el corazón operativo del catolicismo mundial.
Ya han pasado tres años desde ese memorable día en que los cardenales pusieron sus ojos y esperanzas en un cardenal no desconocido, pero sí alejado del mundo curial vaticano que tiene sus propios códigos, tiempos y estructura no tan solo burocrática sino también compleja y desconocida para muchos, aun siendo cardenales que no viven en la santa sede.
Como todos sabemos, ese mismo día se produjo otra gran sorpresa, el cardenal Bergoglio anuncia que su nombre pontificio será ¡Francisco! De esta forma comienza una serie de signos, palabras y hechos que tienen al mundo conmocionado por el ambiente que ha ido creando Papa Francisco en estos tres intensos años de espíritu, magisterio y liderazgo indiscutido a nivel mundial.
Francisco, marcó un claro sello desde el inicio al escoger el nombre del poverrello de Asís, todo un acontecimiento para este siglo XXI y para los tensos momentos que vive toda la humanidad. No solo la guerra que azota y castiga a millones de seres humanos, también, junto a la globalización económica y el sistema capitalista dominante está produciendo serios estragos a la madre tierra, se recrea a nivel planetario una especie de “muerte lenta” para la especie humana.
En este tiempo de Francisco, como consecuencia de sus palabras, praxis pontificia, documentos, exhortaciónEvangelii Gaudium, y encíclica Laudato Si, todos han tomado distintas posiciones y se configuró un claro liderazgo moral del Papa. Pero, es evidente que desde el principio hay sectores -no solo en la curia vaticana- que se resisten a los cambios expuestos por el líder y otros personajes, derechamente se han transformado en férreos opositores a su gestión.
En efecto, la prensa italiana especializada a menudo nos trae opiniones, cartas y artículos en que se exponen críticas desde diferentes ópticas, intentando dañar o mermar el notable liderazgo que el obispo de Roma ha alcanzado. Estos sectores tradicionalistas operan desde las sombras o por medio de articulistas de cierta prensa que, en su momento, también se resistieron al Concilio Vaticano II, calificándolo como una “calamidad”.
Entre algunos cardenales curiales, es normal escuchar afirmaciones como: “habla demasiado… parece párroco de campaña…exceso de entrevistas… reitera críticas al sistema capitalista…”. Pero, también en el entorno más cercano a Francisco se han detectado voces poco amigables para con el Pontífice, aunque se muestren muy deferentes cuando están frente a él. Es el caso de monseñor Georg Ganswein, ex secretario privado de Benedicto XVI y discípulo del cardenal Sodano, hoy muy cercano a Francisco, cuando señaló al periódico Die Zeit: “Me pregunto que será distinto a como era antes…”.
Aparte de la oposición intra ecclesia, hay otra tanto o más peligrosa, es la de los delincuentes mafiosos. Recordemos que la mafia asesinó en 1993 al P. Pino Puglisi en su casa de Palermo, este sacerdote había denunciado irrefutablemente varias acciones delictuales de la camorra local. La respuesta de Francisco fue clarísima y fulminante; ya lo proclamó Beato de la Iglesia. Pero, Francisco fue más allá y durante la celebración de la Misa en Sibari (Calabria) el 21 de junio de 2014, Bergoglio, sin más y en un acto heroico decreta la excomunión contra la mafia, catalogándola como “la adoración del mal”. Agregando que “Aquellos que en su vida siguen esta senda del mal, como son los mafiosos, no están en comunión con Dios; están excomulgados”.
Otro flanco abierto a las críticas fuertes a Francisco son las referidas al ámbito de la economía que va ligada íntimamente a la moral cristiana. Es desde Italia y los Estados Unidos desde donde emergen virulentas acusaciones contra el romano pontífice. Han pasado de la crítica irrespetuosa a la descalificación por su “ignorancia en materias de la ciencia económica” (M.Novak P. Ryan)).
Pero fue la Evangelii gaudium y todo lo que se expresa allí, lo que detonó las iras no solo de algunos banqueros y directores de empresas transnacionales, también se integraron al coro de repudios; economistas, editorialistas de prensa especializada y más de algún cardenal experto en transacciones de capitales y/o divisas poco sanctas…
¿Por qué tanta crítica a esta exhortación apostólica, la primera de Francisco?
Simplemente porque el líder de la Iglesia Católica mundial dejó escritas aseveraciones interpelantes, como por ejemplo: “Hemos creado nuevos ídolos… dictadura de una economía sin rostro… mercado divinizado…crisis del hombre sometido al consumismo… defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera…la sed de poder y tener no conoce límites…No a un dinero que gobierna en vez de servir…
Por esto y más se desata esta ira opositora a Francisco. Es casi lógico que los defensores del capitalismo extremo y sus inhumanas consecuencias sociales en millones de personas levantes su voz, critiquen y descalifiquen a un pontífice que, claramente, está con los pobres y desheredados. Nadie debe sorprenderse, ya que Jorge Mario Bergoglio señaló desde el primer día de su pontificado: “Quiero una Iglesia pobre para ,os pobres”. El punto es que casi nadie imaginó que esta frase no era solo un slogan o un lapsus, era sin duda una ruta, un camino que definió este hombre bueno desde el principio. Por esta consecuencia se le descalifica y, a veces, se le caricaturiza en ciertos medios de prensa influyentes y globales.
Para los cristianos, Papa Francisco está allí por obra del Espíritu Santo, cumpliendo la misión profética de hacer de esta, nuestra Iglesia, un instrumento del Evangelio para alcanzar el Reino y su justicia, desde la praxis concreta e histórica de Jesús el Nazareno.
“Esta no es una historia de otros tiempos. Es también una historia de hoy. De los poderosos que para tener más dinero explotan a los pobres, explotan a la gente. Es la historia de la trata de personas, del trabajo esclavo, de la pobre gente que trabaja en negro y con lo mínimo para enriquecer a los poderosos. Es la historia de políticos poderosos que quieren más, más, más”.
Papa Francisco, Plaza de San Pedro (24/2/2016)
Jaime Escobar M.
Editor de Revista “Reflexión y Liberación” – Chile.
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