Todos han tenido historias turbulentas y situaciones difíciles tanto física como psicológicamente, todos provienen de países en los que reina el dolor y el sufrimiento
Tres musulmanes, uno de religión hindú, tres mujeres de religión cristiana costa y cinco católicos, cuatro hombres y una mujer: estos son los 11 prófugos (más una mujer que los asiste) a quienes Papa Francisco lavó los pies hoy, Jueves Santo, en el Cara, acrónimo cel Centro de acogida de Castelnuovo di Porto. Los prófugos, indicó el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, han vivido historias turbulentas y situaciones muy difíciles tanto a nivel físico como psicológico, en países en los que reina el dolor y el sufrimiento. Escaparon hacia Italia justamente para huir de estos dramas.
Sira, de 37 años, original de Malí, es uno de los tres musulmanes ante los que el Papa se arrodilló para lavarle los pies. Llegó al Cara hace menos de dos años después de haber pasado por Níger y Libia. Mohamed, también musulmán, tiene 22 años y llegó hace menos de dos meses al centro de acogida; nació en Siria, tierra de la que escapó por la frontera con Libia, hasta que pudo llegar a las costas italianas de Lampedusa, el pasado 11 de enero.
El tercer musulmán a quien Francisco lavó los pies, tuvo que atravesar ocho países antes de llegar a Italia. Se llama Khurram y el primero de junio cumplirá 26 años. Viene de Paquistán, y tuvo que pasar por Irán, Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia, Hungría y Austria. Al final de su odisea llegó a Caltanisetta, Sicilia, el primero de septiembre de 2015.
El único prófugo hindú, Kunal, tiene 29 años, e hizo un viaje muy parecido al de Khurram, pero comenzó en la India.
El Papa también le lavó los pies a tres mujeres de religión copta y de nacionalidad eritrea. Las tres dejaron su país y pasaron por los mismos países: Etiopía, Sudán y Libia para llegar a Italia. Como si las uniera un destino, las tres llegaron a Sicilia. La mayor, Luchia, tiene 26 años y llegó el 7 de octubre del año pasado. Kbra, que cumple 23 años el primero de abril, llegó el cinco de noviembre. Y Lucía, de apenas 20 años, llegó el pasado 4 de diciembre.
Papa Francisco también lavó los pies a cinco prófugos de religión católica. La única mujer es Angela Ferri, de 30 años, y se ocupa de dar asistencia a los migrantes.
Los otros cuatro son jóvenes nigerianos. Dos de ellos son hermanos y llegaron en periodos diferentes a Italia, pasando por Níger y Libia. Los hermanos son Shadrach Osahon y Endurance, de 26 y 21 años respectivamente. Para salvarse se separaron durante algunos meses, pero finalmente volvieron a encontrarse. El mayor llegó a Italia el 16 de agosto de 2014, mientras que su hermano llegó el 17 de octubre del mismo año. Los otros dos jóvenes nigerianos son Miminu Bright, que cumplirá 27 años el próximo 15 de junio, y Osma, de 22 y con una licenciatura en física.
Sira, de 37 años, original de Malí, es uno de los tres musulmanes ante los que el Papa se arrodilló para lavarle los pies. Llegó al Cara hace menos de dos años después de haber pasado por Níger y Libia. Mohamed, también musulmán, tiene 22 años y llegó hace menos de dos meses al centro de acogida; nació en Siria, tierra de la que escapó por la frontera con Libia, hasta que pudo llegar a las costas italianas de Lampedusa, el pasado 11 de enero.
El tercer musulmán a quien Francisco lavó los pies, tuvo que atravesar ocho países antes de llegar a Italia. Se llama Khurram y el primero de junio cumplirá 26 años. Viene de Paquistán, y tuvo que pasar por Irán, Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia, Hungría y Austria. Al final de su odisea llegó a Caltanisetta, Sicilia, el primero de septiembre de 2015.
El único prófugo hindú, Kunal, tiene 29 años, e hizo un viaje muy parecido al de Khurram, pero comenzó en la India.
El Papa también le lavó los pies a tres mujeres de religión copta y de nacionalidad eritrea. Las tres dejaron su país y pasaron por los mismos países: Etiopía, Sudán y Libia para llegar a Italia. Como si las uniera un destino, las tres llegaron a Sicilia. La mayor, Luchia, tiene 26 años y llegó el 7 de octubre del año pasado. Kbra, que cumple 23 años el primero de abril, llegó el cinco de noviembre. Y Lucía, de apenas 20 años, llegó el pasado 4 de diciembre.
Papa Francisco también lavó los pies a cinco prófugos de religión católica. La única mujer es Angela Ferri, de 30 años, y se ocupa de dar asistencia a los migrantes.
Los otros cuatro son jóvenes nigerianos. Dos de ellos son hermanos y llegaron en periodos diferentes a Italia, pasando por Níger y Libia. Los hermanos son Shadrach Osahon y Endurance, de 26 y 21 años respectivamente. Para salvarse se separaron durante algunos meses, pero finalmente volvieron a encontrarse. El mayor llegó a Italia el 16 de agosto de 2014, mientras que su hermano llegó el 17 de octubre del mismo año. Los otros dos jóvenes nigerianos son Miminu Bright, que cumplirá 27 años el próximo 15 de junio, y Osma, de 22 y con una licenciatura en física.
Vatican Insider
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