Queridos hermanas y hermanos de la CVX,
La paz sea con todos ustedes.
El año 2015 fue un año muy intenso para toda la Iglesia. Fuimos testigos del Papa Francisco dirigiéndose a toda
la humanidad en su Encíclica Laudato Si´. Vimos la conclusión del Sínodo de la Familia. El Concilio Vaticano II
celebró su 50 Aniversario (lo mismo que la propia CVX en el 2017, dado que la renovación de nuestra
comunidad siguió a la conclusión del Concilio). Y ahora, el año Jubilar de la Misericordia ha comenzado.
A dondequiera que miramos, pareciera haber un llamado y un estímulo que nos pide –y nos invita a- actuar. Más
y más, como CVX, nos encontramos en medio de esta situación de llamado. Quizás las fronteras son así. Quizás
las fronteras son dimensiones de nuestro mundo, de nuestras vidas, donde los distintos rostros de Cristo deben
ser descubiertos, y debemos ser confrontados por estos. Son los sitios donde la gracia y nuestras limitaciones se
encuentran. Lugares desde donde emerge la “sabiduría”. Donde los muros se van debilitando y la Iglesia sigue
naciendo una y otra vez.
Es en el marco de estas luces que las invitaciones de este “Proyectos 163” llegan a ustedes. Esta carta no es un
llamado a un mayor activismo; no es un pedido para más acciones. Pero aun así, sea que asuman esta carta desde
el sentido apostólico individual o comunitario, nos parece importante invitarlos a que le den un espacio para su
reflexión y consideración. Esto es una invitación a entrar nuevamente a un santuario –un sitio en el que puedan
respirar profundamente buscando la paz interior. Dejemos que este espacio sea parecido a esos momentos
de nuestra historia donde todo se queda tranquilo –ese instante previo a la que habría de ser nuestra salvación: la
aceptación de María del llamado del Espíritu. Nuestra invitación es a que estemos juntos, y que hagamos una
pausa, respiremos profundamente, y luego, exhalemos (dejemos salir el aire), mientras saboreamos
internamente ese momento Mariano en nuestra propia historia.
El proceso de identificación de las 4 fronteras durante nuestra Asamblea Mundial de Líbano no fue el inicio de la
CVX en su búsqueda de su vocación y definiciones apostólicas. Antes de este momento, las comunidades ya
estaban comprometidas en estas 4 fronteras, y muchas más. Haciendo un recuento de nuestra historia, en cada
Asamblea Mundial, fuimos paulatinamente moldeados más y más profundamente en el misterio de ser un cuerpo
apostólico laico. Sin embargo, fue durante el 2013 que hemos sido mucho más explícitos con respecto a nuestro
compromiso en estas periferias concretas. Fue un llamado que se conecta íntimamente con el proceso para que
nuestras vidas y vocaciones florezcan en las fronteras, como signo de la Encarnación en nuestra misión CVX.
Como EXCO mundial, recibimos algunas de sus historias provenientes de los distintos sitios alrededor del
mundo. Ellas representan esperanza y otras veces desesperación. Expresan celo y urgencia apostólica. Muestran
nuestras dudas y nuestras convicciones por adentrarnos en la realidad. Ellas, siempre expresan movimiento. Y en
este punto, invitamos a cada uno de los miembros de CVX a hacer una pausa momentánea en el camino.
Pero, ¿por qué? y ¿para qué? Bien, imagínense a ustedes mismos y a su comunidad en un camino. Ha sido un
trayecto largo y han estado caminando deprisa para llegar al sitio deseado. La urgencia nos pedía ir a ese ritmo.
Pero nuestras limitaciones físicas también se expresan en las propias limitaciones de nuestras piernas y las fuerzas reducidas para seguir y seguir. La complejidad de la ruta nos está cobrando su cuota (peaje). Imaginen el mundo
seco y sediento antes de la Encarnación –ante nuestro deseo profundo de misericordia, y el deseo de una libertad
engendrada desde la paz.
Hagamos una pausa
Hagamos que este sea un signo para un cuidado más profundo de nuestra caminata, en medio de todas nuestras
actividades apostólicas. Esto nos recuerda la necesidad de una “cura personalis” (atención particular a la
persona), en la que orientemos nuestro cuidado a nuestras comunidades, incluso como requisito antes de poder
atender a los que acompañamos en nuestra misión. Mientras nos apoyamos unos a otros en la misión, nuestro
modo de proceder desde el DEAE también refleja este modo de la “cura personalis” 1
, de la misma manera que
un director espiritual acompaña al ejercitante a entrar en una disposición interior adecuada para responder al
amor de Dios, al mismo tiempo que se confronta y mira cara a cara nuestra realidad social planetaria. La acción
incansable en un mundo que cambia constantemente, sin detenerse, puede conducirnos a cierto vacío. Así que
DESCANSEN, sobre todo si la misión los ha desgastado. Descansen, y háganlo juntos y en el Señor.
Una pausa apostólica también nos conduce a un importante elemento de nuestro modo de proceder: Evaluar.
Los resultados son importantes, porque es una manera concreta de constatar la realidad y sus cambios (Ej.
Aumento de 1.5 grados centígrados en la temperatura del planeta, el 4% del PIB destinado a la educación, 100
barcas para rehabilitar las comunidades costeras, etc.2
). Es relevante que seamos capaces de reconocer y
comunicar a otros resultados palpables y medibles. Esto es un paso inicial e indispensable, aunque no el paso
final. En nuestro proceso de evaluación oramos para tener la gracia de ver cómo Cristo está presente en nuestras
actividades apostólicas, y está ahí de manera misteriosa siempre un paso más allá de nuestra capacidad de
reconocerlo en el mundo de hoy donde sigue resucitando3
.
Respiremos profundamente
A menudo el respirar es algo a lo que no le ponemos atención. Y sin embargo, respirar es algo vital para nuestra
existencia humana. Nuestras oraciones usualmente comienzan con la toma de conciencia de que estamos
respirando, y de que estamos vivos. Es un estímulo inmediato para la gratitud. El momento posterior al “Sí” de
María es un momento para acoger la vida. Fue un momento, aparentemente casi imperceptible, y aun así fue el
momento mismo de la Encarnación.
Al nivel de la comunidad mundial, dejemos que éste sea el momento de saborear la vida también, al mismo
tiempo que celebramos el día Mundial de la CVX, justo en la mitad del camino en nuestra ruta hacia la próxima
Asamblea Mundial. Apreciamos mucho lo que le da vida a nuestro cuerpo apostólico: a nuestra Identidad
Ignaciana Laical. Es nuestro propio Carisma el que nos ha llevado a las fronteras. Y es, justamente nuestro Carisma, lo que llevamos con nosotros hacia las periferias. Es desde la fidelidad y coherencia con esta fuente, que
saldremos adelante en nuestra misión en las fronteras. Nunca ha sido, ni será jamás, solamente sobre el
activismo. Ha sido siempre la respuesta a un llamado. En la necesidad y urgencia, esperamos que nuestras fuentes
nunca sean olvidadas: los Ejercicios Espirituales, el examen diario, y la propia comunidad que nos sostiene.
La formación sigue siendo un ámbito clave para toda comunidad CVX y pedimos que se mantenga como un
aspecto central de la identidad Ignaciana que nos insta y anima a vivir como comunidades en misión. Aún en la
Asamblea de Líbano varios delegados expresaron el deseo de compartir los materiales de formación existentes,
mientras que otros intuían la necesidad para tener una mayor variedad de materiales formativos. Al ser una
comunidad mundial, estos materiales solamente tendrán un mayor impacto si los compartimos – esto es una
invitación permanente y continua también, dado que el compartir es lo que produce mayor vida y crecimiento4
.
Exhalemos (dejemos salir el aire)
Hay un punto cuando respiramos en el que nuestros pulmones se llenan de aire, y la vida que nos produce baña
todo nuestro cuerpo. Nos llena de energía, fuerza y una renovación interna. Hubo una pequeña pregunta
expresada por María en el relato de la Anunciación: “¿Cómo puede ser esto posible, dado que no he tenido
relación con hombre alguno?” (Lc. 1, 34). Pero acompañada por la confirmación de que “… nada es imposible
para Dios” (Lc- 1, 37). Al final de todo fue su fe, y la manera en que se llenaba del Espíritu, lo que la impulsaron
a asumir esta Gracia. Y así es también para nosotros en la CVX. Este es un momento en el que no podemos
permanecer demasiado tiempo, dado que necesitamos dejar que todo salga nuevamente, que el aire salga al
exhalar.
En estos últimos meses en el EXCO, hemos tenido nuestras propias dificultades –esto debido a la necesidad de
cumplir nuestros anhelos y realizar acciones para ellos-, así como, hemos experimentado esfuerzos para tener
mayor claridad en nuestros propósitos. En nuestras capacidades limitadas, hemos intentado reconocer los
movimientos provenientes de las diversas comunidades que integran nuestro Cuerpo Apostólico.
Al mismo
tiempo, nos hemos preguntado a nosotros mismos ¿cómo está siendo
llamada la CVX al entrar a sus primeros 50 años luego de la renovación de
nuestra misión (evento que celebraremos en el 2017)? Hemos establecido
comisiones porque el mandato de Líbano es muy desafiante. Poco a poco,
también, hemos recibido las respuestas de las comunidades a nuestra encuesta
sobre las fronteras. Aun así, sentimos la necesidad de una mayor conexión, y
de un compartir más intenso entre los miembros de las comunidades.
Cuando reconocimos y asumimos la imagen de la flor / rosa de los vientos
para representar el mandato del EXCO, y las áreas prioritarias de misión de
nuestra comunidad, hicimos el ejercicio concreto de tratar de mover los
pétalos de ésta mediante un soplo (desde el frente, por los lados, suavemente,
fuertemente). Fue algo fatigoso y perdimos el aliento. Al salir al aire libre,
luego de nuestra reunión con el P. Adolfo Nicolás, sj, nuestro Asistente
Eclesiástico Mundial, descubrimos la manera para hacerla girar. Vimos a
nuestro Asistente jugar con la rosa de los vientos, y con el mínimo esfuerzo, la movió en contra del viento y giró, con todos sus colores integrándose unos
con otros. Era, en ese momento, un solo cuerpo en un único movimiento.
Todos nos sentimos como niños en ese momento.
Este ejercicio fue un recordatorio de nuestra necesidad de dejar a Dios tomar
el control y el timón. Nuestros esfuerzos solamente tienen sentido si son
puestos frente al soplo del Espíritu. Al igual que lo experimentó María, es una
invitación que no puede permanecer sin respuesta ¡Nadie puede simplemente
mantener el aliento de vida dentro de sí para siempre! Como María, nuestra
Madre, gritamos “Que se haga en mí según tu palabra” (Lc. 1, 38).
El día mundial CVX 2016 es un punto intermedio entre nuestras Asambleas
Mundiales, y a la espera de nuestro 50 Aniversario desde nuestra renovación
como comunidad. Lo que hemos compartido con ustedes ahora, es lo que
compartimos entre nosotros mismos: una invitación a crear un espacio para
respirar profundamente, una invitación para sintonizarnos nuevamente y
armonizar nuestra música con el ritmo del Espíritu, y una llamada a
experimentar aún más la fe y la esperanza.
En los meses por venir, animamos a todos a reflexionar alrededor de las invitaciones de este número 163 de
“Proyectos”. Encuentren el espacio para hacer una pausa –tener un espacio de descanso y cuidar unos de otros
en la comunidad, y para dedicar tiempo para la “E” de Evaluar dentro de nuestro DEAE. Respiremos
profundamente –saboreemos y apreciemos nuestra Identidad Ignaciana Laical: renovemos la importancia de
nuestra formación CVX. Y Exhalemos, dejemos salir el aire, permitiendo al Espíritu que nos guíe, renueva
nuestro llamado, y como fruto de este momento de alivio interno y descanso, apuntalar nuestro compromiso
para caminar juntos a un futuro con esperanza y alegría.
Unidos en la misión,
Alwin, Josephine y Mauricio
Con todo el EXCO mundial
Una postdata jubilosa:
Invitamos a todos los miembros de CVX en el mundo para tomarnos un
momento para expresar nuestra profunda gratitud y alegría hacia la Compañía de
Jesús y nuestro Asistente Eclesiástico, P. Nicolás, por ser verdaderos
compañeros en la misión, especialmente luego del nombramiento oficial del P.
Herminio Rico, sj, como el próximo Vice-asistente Eclesiástico para la
Comunidad de Vida Cristiana. El P. Herminio asumirá este servicio oficialmente
en el último cuatrimestre de 2016. Ofrezcamos oraciones especiales en los
próximos meses, y en el día mundial de la CVX para nuestro queridísimo P.
Luke Rodrigues, sj, quien nos ha bendecido tan profundamente con su
acompañamiento, y por el P. Herminio. En estos movimientos, nosotros
también sentimos el profundo soplo del Espíritu
1
El P. Kolvenbach hace una exposición clara del significado de cura personalis en el contexto del acompañamiento (Kolvenbach, P.
Cura Personalis. Review of Ignatian Spirituality. N114. XXXVIII, 1/2007). Porque nuestro Carisma nos llama a vivir y testimoniar
nuestra Espiritualidad Ignaciana como un cuerpo apostólico, por ello practicamos esto a nivel comunitario, mediante el DEAE.
2
Estos son ejemplos de resultados concretos que ciertos proyectos apostólicos y acciones de incidencia han definido como metas:
1) nuestra participación en el Movimiento Católico Global por el Clima nos ha permitido tomar parte en la acción de incidencia para
que en los acuerdos de la COP21 se defina como tope máximo el incremento de 1.5 grados en la temperatura global; 2) el apoyo de
la CVX mundial a la iniciativa en la que la CVX República Dominicana luchó, y lucha, para la dedicación del 4% del PIB para la
educación en dicho país, y una correcta inversión de dichos fondos;
3) el número de barcas/botes que la CVX Filipinas ayudó a donar
para los pescadores luego del Tifón Haiyan. La lista puede continuar –pero lo que queremos es enfatizar es el impacto concreto que
queremos tener, de forma que podamos tener un punto de referencia al momento de evaluar nuestras acciones.
3
Bolaños Armas, P.J. Los fundamentos del Discernir, Enviar, Apoyar y Evaluar (DEAE). Progressio Suplemento no.62
4
Si desean compartir materiales formativos, pueden enviarlos al catálogo del Secretariado Mundial de CVX. En el futuro cercano,
esperamos tener una plataforma o red para compartir los materiales formativos para que puedan ser utilizados por toda la
comunidad. Favor enviarlos a exsec@cvx-clc.net, Título del correo: Materiales de Formación (Comunidad Nacional)
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