Somos una sola familia humana. San Mateo, enumerando la ascendencia de Jesús, llama la atención sobre la prostituta Rahab y los adúlteros David y Tamar. ¿Qué mezcla de ADN existe en mi sangre, ligándome quizás a campesinos, poetas, reyes, violadores, los violentos, o sus víctimas?
Con esta realidad debo recorrer mi camino hacia Dios. La heredé, no la escogí. Pero como un buen jugador de naipes, puedo jugar mis cartas en buena o mala forma.
Señor, ¿Cómo lo estoy haciendo? Ayúdame a mejorar mi juego…
Lucas 13:10-17
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: "Seis días tenéis para trabajar: venid esos días a que os curen, y no los sábados". Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: "Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo llevaba a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?". A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Pensamientos sobre el pasaje de hoy
Imaginen la sinagoga y la congregación, escuchando a Jesús enseñando en el sábado.
¿Puedo imaginarme como testigo o participante? Mientras observo cómo se desarrolla, o cómo la experimento, ¿cómo reacciono? ¿Con alegría, escepticismo o aliviada/o?
¿La imagen de la mujer encorvada, me dice algo de mi propia experiencia, ya sea literal o metafóricamente? ¿Qué deseo decir a Jesús?
No comments:
Post a Comment