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Friday, December 25, 2009
Susanna Maiolo, la mujer que hizo caer al Papa, tiene problemas psicológicos
Benedicto XVI presidirá este mediodía la bendición "Urbi et Orbi"
El cardenal Etchegaray tiene roto el fémur
La mujer que saltó anoche sobre una barrera al inicio de la Misa del Gallo e hizo que el Papa Benedicto XVI cayera el suelo en la Basílica de San Pedro era tenía problemas psicológicos pero no estaba armada, según informó esta mañana en un comunicado el Vaticano.
La mujer, Susanna Maiolo, de 25 años y nacionalidad italo-suiza, "no estaba armada pero manifiesta signos de desequilibrio psicológico y ha sido ingresada en un centro sanitario, para ser sometida a tratamiento", explica la Santa Sede.
La joven "superó una barrera y pese a la intervención de la seguridad, consiguió llegar hasta el Santo Padre y agarrar el palio, haciendo que éste perdiera el equilibrio y que cayera a tierra", relata la Santa Sede.
Pese a la caída, el Pontífice "consiguió levantarse y retomar el camino y toda la celebración se desarrolló sin más problemas". No le ocurrió lo mismo al cardenal Roger Etchegaray, quien al caer junto al Papa al suelo "se ha roto la cabeza del fémur y está ingresado en el Policlinico Gemelli", añade el comunicado, que precisa que el cardenal "deberá ser sometido a una operación en los próximos días".
La Misa del Gallo comenzó ayer jueves dos horas antes de lo que es tradición, es decir a las 22:00, con el fin de permitir a Benedicto XVI, de 82 años, poder descansar para las celebraciones litúrgicas de este viernes.
La ceremonia comenzó con un imprevisto: Benedicto XVI se cayó y se levantó inmediatamente cuando se dirigía en procesión hacia el Altar Mayor, debido al trasiego desatado cuando una joven, vestida de rojo, intentó saltar una valla del interior del templo para alcanzarle.
La mujer, al parecer con problemas psíquicos, sólo pretendía saludarle. Benedicto XVI llegó hasta el altar mayor y ofició la misa, en total normalidad.
En su homimlía, Ratzinger dijo que con el Nacimiento, Dios es "realmente un Dios con nosotros" y que el Naimiento de Cristo no puede dejar a nadie indiferente.
Recordó que los pastores fueron hacia el Portal corriendo, ya que el Hijo de David, "tan esperado" había venido al mundo en Belén "y no había otra cosa que pudiera tener mayor importancia".
"En nuestra vida las cosas no son así. La mayoría de los hombres no considera una prioridad las cosas de Dios, no les acucian de modo inmediato. Y también nosotros, como la inmensa mayoría, estamos bien dispuestos a posponerlas. Se hace ante todo lo que aquí y ahora parece urgente. En la lista de prioridades, Dios se encuentra frecuentemente casi en último lugar", denunció el Papa.
El Obispo de Roma subrayó que el Evangelio dice que Dios tiene la máxima prioridad y que "así, pues, si algo en nuestra vida merece premura sin tardanza, es solamente la causa de Dios".
Y abogó para que, aprendiendo de los pastores, los hombres dejen en un segundo lugar otras ocupaciones, "por muy importantes que sean" y se encaminen hacia Dios. Sin embargo, constató que la mayor parte de los hombres modernos "vive lejos" de Jesucristo.
Pide renunciar a la violenciaMirando al Niño recién nacido, el Papa teólogo manifestó que la "señal de Dios" es su humildad, el hacerse pequeño, niño, para pedir nuestro amor" y que esa señal invita a la fe y al amor y que el hombre será semejante a El cuando renuncie a la violencia y use solo las armas de la verdad y del amor".
El Papa exhortó a los hombres a "despertar" para que les llegue el mensaje de Cristo y denunció que los conflictos en el mundo y la imposibilidad de conciliación recíproca es consecuencia del estar encerrados en nuestros propios intereses, del egoismo.
La misa comenzó con el anuncio del nacimiento del Señor con la lectura del antiguo texto de las "Kalendas".Siguió con un homenaje floral ante la imagen del Niño Jesús realizado por seis niños, dos de Italia, otros dos de Costa de Marfil y uno de Filipinas y otro de Corea.
Durante la misma se pidió por todos los gobernantes del mundo para que promuevan la justicia y la paz, por los pobres y los que sufren y por todas las familias.
Concluida la misa, las miles de personas que acudieron a la basílica contemplarán en el centro de la plaza de San Pedro el Portal de Belén levantado delante del obelisco.
Antes de la Misa del Gallo, a media tarde, Benedicto XVI encendió el Cirio de la Paz en la ventana de su apartamento.
(RD/Agencias)
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