Los días 15, 17 y 19 de septiembre de l973 se llevaron a cabo tres operativos militares al interior del Hospital San Juan de Dios. Efectivos militares pertenecientes a un Batallón del Regimiento Yungay de San Felipe que se encontraba apostado en la Quinta Normal y en el Instituto Diego Barros Arana, detuvieron a numerosas personas, cinco fueron ejecutadas y dos permanecen hasta la fecha desaparecidas. Se trata de las siguientes personas:
Joan ALSINA HURTOS, español, 31 años, sacerdote católico, quien ejercía su ministerio en la Parroquia San Ignacio de San Bernardo y se desempeñaba como Jefe de Personal del Hospital San Juan de Dios, fue ejecutado el 19 de septiembre.
Fue detenido en los subterráneos del Hospital por efectivos del Regimiento Yungay de San Felipe. Luego fue llevado al patio del Hospital donde permanece largo rato. Conducido al Instituto Diego Barros Arana y luego al Río Mapocho donde es ejecutado el mismo día.El día 27 es encontrado su cuerpo en el Instituto Médico Legal; es sepultado al día siguiente en el Cementerio Parroquial de San Bernardo. El certificado de defunción consigna como lugar de la muerte el puente Bulnes sobre el río Mapocho, e indica como causa de la misma :" múltiples heridas de bala" y " lesiones apergaminadas en la cara".
La Comisión adquirió, conforme al mérito de los testimonios y antecedentes recibidos, la convicción de que la ejecución del sacerdote Juan Alsina Hurtos constituye una violación de sus derechos, siendo responsables de ello agentes del Estado.
(Informe Rettig)
JUAN ALSINA
Sacerdote de la OCSHA, Santiago
Nació en Castelló d’Empuries –Girona- España el 28 de Abril de 1942. sus padres fueron José Alsina y Genoveva Hurtos, una cristiana familia que vivía en una “masia” catalana del pueblo de Castelló d’Empuries.
Juan llegó a Chile el 30 de Enero de 1967 con el propósito de trabajar durante 10 años en este país, en su carisma que era la evangelización del mundo obrero por el que sentía una predilección especial.
Pocos días después del golpe un piquete militar ingreso al Hospital preguntando por Juan.
En San Bernardo contó que lo andaban buscando y dijo que a pesar de todo él volvería a su trabajo porque “el deber me llama y cumpliré con él”
El 18 por la noche, presintiendo su detención redactó un escrito conocido como “El Testamento de Juan Alsina” en el que deja constancia de los motivos de su entrega. Entre otras, escogemos tres frases que escribió de su puño y letra: “si el grano de trigo no muere, no da fruto, pero si muere da mucho fruto”. “Somos llevados como corderos al matadero”. “Cristo nos acompaña siempre dondequiera que estemos”. Lo impactante de su muerte es que se entregó voluntariamente y que pidió al soldado que lo matara de frente para poder darle el perdón.
El 19 de Septiembre fue a su trabajo al Hospital San Juan de Dios, y efectivamente allá fue detenido y golpeado el 19 de Septiembre de 1973. Por la noche del mismo día fue asesinado en el Puente Bulnes. El soldado que lo detuvo, relató después su fusilamiento con estas palabras:
“Al llegar al puente Bulnes, mi capitán frenó, y o, como lo hacia con cada uno de los que fusilaba, me bajé, saqué a Juan del furgón y fui a vendarle los ojos, pero Juan me dijo: “Por favor no me pongas la venda, mátame de frente porque quiero verte para darte el perdón”. Fue muy rápido. Recuerdo que levanto su mirada al cielo, hizo un gesto con las manos, las puso sobre su corazón y movió los labios como si estuviera rezando y dijo: “Padre, perdónalos...” yo le dispare la ráfaga y cayo al tiro. Quería dispararle con la pistola pero lo hice con la metralleta para que fuera más rápido. El impacto fue tan fuerte que volteo su cuerpo y prácticamente cayó solo al Mapocho, yo tuve que darle un empujoncito nomás. Otros, a veces caían al piso del puente y había que levantarlos y echarlos al rió. Eran las 10 de la noche y de este fusilamiento no me voy a olvidar nunca jamás”.
Apenas un año después, su padre, don José Alsina escribió una carta, realmente impresionante, perdonando al autor o los autores de la muerte de Juan, que dice en lo medular:
“Juan, hace aproximadamente nueve meses que no recibo noticias tuyas. No sé si te has olvidado de escribirnos. Hoy en la vigilia de tu santo, tu padre te escribe desde abajo. Hace 32 años, un 28 de Abril, en medio de lluvias torrenciales apareciste en la macía de Castelló d’Empuries. A los 4 años ingresaste al Colegio de las Carmelitas que tanto te recuerdan. Tres años después, o sea a los siete años, pasaste al Colegio Nacional donde tuviste tantos éxitos y tantos amigos... A los 11 me pediste ingresar al seminario de Girona. Cuando tenias 18 años me pediste ingresar al Seminario Hispano Americano de Madrid para ir a misiones. Siempre me decías que tenias tu trabajo en tierras lejanas y que a tus padres les quedaban Miquel y Maria, tus hermanos. El 12 de Septiembre de 1965 te ordenaron sacerdote y fuiste destinado a Malgrat donde también dejaste muchos amigos. Y en Enero de 1968 te fuiste a Chile como misionero. Pasamos cuatro años sin verte y recuerdo muy bien aquel atardecer del mes de Enero cuando llegaste y pasaste en casa dos meses de vacaciones. Después volviste a Chile diciéndonos que pasarías dos o tres años mas allí y que después volverías... Recuerdo bien que decías que en Chile tenias muchos amigos ¡ya lo creo! Y que te querían de veras. ¡Y esto lo han demostrado porque quisieron que te quedaras con ellos para siempre! Yo quisiera saber quien es ese amigo y tener su dirección... no para vengarme de él, sino para perdonarlo y mandarle mi indulto para que no viva con remordimiento, porque de muy joven me enseñaron a perdonar y aun no lo he olvidado. Y tu Juan, desde arriba, donde descansas, perdónalos también, como perdono Jesucristo a sus discípulos y a toda la humanidad. Adiós José. 23 de Junio de 1974”
18 de Agosto 2004 La Nacion
Un procesado en caso Alsina
El primer procesamiento por el crimen del sacerdote español Joan Alsina fue dictado por el ministro de fuero Jorge Zepeda Arancibia, quien encausó como autor de homicidio al mayor (R) de Ejército Donato López Almarza y ordenó su arresto. El cura fue detenido el 19 de septiembre de 1973 y ejecutado en el Puente Bulnes, sobre el Mapocho, y su cuerpo arrojado a las aguas. Ocho días después su cadáver apareció río abajo.
El mayor (R) López comandaba un destacamento del Regimiento Yungay de San Felipe que viajó a Santiago para reforzar las acciones militares del golpe militar. Alsina fue detenido por efectivos de ese regimiento en el Hospital San Juan de Dios, donde trabajaba, quienes lo trasladaron hasta el Internado Nacional Barros Arana (INBA) en Quinta Normal. En ese liceo el personal del Yungay tenía su campamento y allí se mantuvo por esos días a un número indeterminado de detenidos.
De acuerdo al auto de procesamiento, el sacerdote, nacido en Gerona, en Cataluña, y que a la fecha de su muerte tenía 31 años, fue golpeado y luego sacado desde el internado la misma noche de su detención para ser ejecutado.
En los expedientes se consigna la declaración del soldado que le disparó: “Al llegar al Puente Bulnes mi capitán frenó (López). Yo me bajé como lo hacía con cada uno de los que fusilaba y saqué a Juan del furgón y fui a vendarle los ojos. Pero Juan me dijo ‘por favor, no me pongas la venda, mátame de frente, porque quiero verte para darte el perdón’. Fue muy rápido. Recuerdo que levantó su mirada al cielo, hizo un gesto con las manos, las puso sobre su corazón, movió los labios como si estuviera rezando y dijo ‘Padre, perdónalos’. Yo le disparé la ráfaga y cayó al tiro. Quería dispararle con la pistola, pero lo hice con la metralleta para que fuera más rápido. El impacto fue tan fuerte que volteó su cuerpo y prácticamente cayó solo al Mapocho, yo tuve que darle un empujoncito no más. Otros a veces caían al piso del puente y había que levantarlos y echarlos al río. Eran las diez de la noche y de este fusilamiento no me voy a olvidar nunca más”.
A pesar de que en el caso de Alsina se trata de un ejecutado y no de un detenido desaparecido secuestrado, donde opera la tesis del delito permanente hasta que no aparezca la víctima o su cuerpo, y por tanto los jueces no están aplicando la amnistía porque el delito se sigue cometiendo, el ministro Zepeda tampoco aplicó la amnistía ni consideró el delito prescrito por el paso del tiempo.
19 de Agosto 2004 El Mercurio
Corte otorga libertad a militar (r) procesado
La Séptima Sala de la Corte de Apelaciones resolvió, por dos votos contra uno, otorgar la libertad provisional al mayor (r) Donato López Almarza procesado por el por el homicidio calificado del sacerdote español Joan Alsina Hurtos.
El tribunal confirmó así lo dispuesto por el ministro Jorge Zepeda, quien en su resolución le concedió la libertad al militar en retiro previa consulta al tribunal de alzada.
La Sala estuvo conformada por los ministros Cornelio Villarroel, Eduardo Fuentes y el abogado integrante Óscar Herrera. Éste último estuvo por negar el beneficio a López por considerar que la forma en que se cometió el delito, el militar (r) constituye un peligro para la sociedad.
El religioso, de 31 años y que pertenecía a la Congregación Salesiana fue detenido el 11 de septiembre de 1973 en el hospital San Juan de Dios y trasladado hasta el Internado Nacional Barros Aranas en donde permaneció detenido hasta el 19 de septiembre.
Ese día fue llevado por militares hasta el puente Bulnes en donde fue acribillado. Sus restos fueron encontrados días después en el Instituto Médico Legal.
No obstante, López Almarza no podrá salir inmediatamente en libertad, debido a que permanece en prisión preventiva por otra causa de derechos humanos que instruye también el ministro Zepeda.
Se trata del homicidio del menor Carlos Patricio Fariña Oyarce ocurrido en la Pincoya en septiembre de 1973. Zepeda tiene plazo hasta mañana para resolver la situación procesal de López Almarza en este caso.
Miércoles 19 de octubre de 2005 La nacion
Condenado el autor del crimen del sacerdote Joan Alsina
A cinco años de presidio fue condenado por el juez Jorge Zepeda el mayor (R) de Ejército, Donato López Almarza, como el único autor del homicidio del sacerdote español Joan Alsina Hurtos. Otros integrantes de la patrulla que lo detuvo y ejecutó sobre el puente Bulnes del río Mapocho, incluido el conscripto Nelson Bañados, que le disparó, están fallecidos.
El sacerdote fue detenido el 19 de septiembre de 1973 en el Hospital San Juan de Dios donde trabajaba,por militares del Regimiento Yungay de San Felipe, V Región.
El soldado que lo mató por orden superior declaró antes de suicidarse que “al llegar al puente Bulnes mi capitán (López) frenó. Yo me bajé como lo hacía con cada uno de los que fusilaba y saqué a Joan del furgón y fui a vendarle los ojos. Pero él me dijo ‘por favor, no me pongas la venda, mátame de frente porque quiero verte para darte el perdón’. Fue muy rápido. Recuerdo que levantó su mirada al cielo, hizo un gesto con las manos, las puso sobre su corazón y movió los labios como si estuviera rezando y dijo ‘padre, perdónalos’. Yo le disparé la ráfaga y cayó altiro. Quería dispararle con la pistola, pero lo hice con la metralleta para que fuera más rápido. El impacto fue tan fuerte que volteó su cuerpo y prácticamente cayó solo al Mapocho, yo tuve que darle un empujoncito nomás. Otros a veces caían al piso del puente y había que levantarlos y echarlos al río. Eran las diez de la noche y de este fusilamiento no me voy a olvidar nunca más”.
30 de Marzo 2007 TVN
Confiman condena por crimen de cura español
La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó hoy la condena a cinco años y un día de prisión a un ex coronel del Ejército por el asesinato del sacerdote católico español Joan Alsina Hurtos, perpetrado días después del golpe militar de 1973, informaron fuentes judiciales.
La sentencia del tribunal de alzada confirmó el fallo de primera instancia en el caso dictado por el juez Jorge Zepeda, a cargo de la causa contra el jubilado coronel Donato López Almarza, a quien imputó el cargo de homicidio calificado.
En la fecha del golpe de Estado que Augusto Pinochet encabezó el 11 de septiembre de 1973, Alsina era empleado del hospital San Juan de Dios, de Santiago de Chile, donde fue detenido días después por una patrulla militar.
El 19 de septiembre, tras haber sido torturado, fue llevado al Puente Bulnes, sobre el río Mapocho, donde, por orden de López Almarza, un recluta de 18 años, Nelson Bañados, le disparó siete balazos desde corta distancia.
Días después el cadáver de Alsina fue encontrado aguas abajo y las autoridades militares afirmaron que se trataba de un "terrorista" que había muerto en un enfrentamiento con una patrulla.
Al momento de su muerte, el sacerdote pidió al recluta Bañados que no le vendara los ojos, para poder bendecirlo y darle el perdón, según confesó el propio recluta al sacerdote Miguel Llodrá, que investigó personalmente la historia del cura Alsina.
Bañados ratificó después la versión en el juicio por el asesinato y tiempo después, agobiado por los remordimientos, se suicidó.
También murió el coronel Mario Caravés, que como capitán comandó la patrulla que detuvo al sacerdote, lo torturó y después lo condujo al puente.
La Corte de Apelaciones, en su dictamen de hoy, consideró el caso como "un delito de lesa humanidad", al que corresponde aplicar normas del derecho internacional.
La sentencia del tribunal de alzada confirmó el fallo de primera instancia en el caso dictado por el juez Jorge Zepeda, a cargo de la causa contra el jubilado coronel Donato López Almarza, a quien imputó el cargo de homicidio calificado.
En la fecha del golpe de Estado que Augusto Pinochet encabezó el 11 de septiembre de 1973, Alsina era empleado del hospital San Juan de Dios, de Santiago de Chile, donde fue detenido días después por una patrulla militar.
El 19 de septiembre, tras haber sido torturado, fue llevado al Puente Bulnes, sobre el río Mapocho, donde, por orden de López Almarza, un recluta de 18 años, Nelson Bañados, le disparó siete balazos desde corta distancia.
Días después el cadáver de Alsina fue encontrado aguas abajo y las autoridades militares afirmaron que se trataba de un "terrorista" que había muerto en un enfrentamiento con una patrulla.
Al momento de su muerte, el sacerdote pidió al recluta Bañados que no le vendara los ojos, para poder bendecirlo y darle el perdón, según confesó el propio recluta al sacerdote Miguel Llodrá, que investigó personalmente la historia del cura Alsina.
Bañados ratificó después la versión en el juicio por el asesinato y tiempo después, agobiado por los remordimientos, se suicidó.
También murió el coronel Mario Caravés, que como capitán comandó la patrulla que detuvo al sacerdote, lo torturó y después lo condujo al puente.
La Corte de Apelaciones, en su dictamen de hoy, consideró el caso como "un delito de lesa humanidad", al que corresponde aplicar normas del derecho internacional.
29 de Noviembre 2007 La Nacion
tribunales rebajan penas en casos Jaime Aldoney y sacerdote Alsina
El abogado y diputado (PS), Juan Bustos, anunció que apelara al fallo de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, por el caso de Jaime Aldoney, cuyo cuerpo fue lanzado al mar en 1973, luego que el ministro en visita Julio Miranda condenara a cuatro oficiales (R) de la Armada a cuatro años de libertad vigilada, a penas remitidas a otros dos involucrados y absolviera a otros dos individuos.
Bustos calificó las penas como insuficientes "deben ser de presidio mayor, pues se trata de un crimen muy grave".
Entre los sentenciados se encuentran Sergio Iván Mendoza Rojas, Patricio Maximiliano Villalobos Lobos, Pedro Pablo Arancibia Solar y Jaime Urdangarín Romero, además del contraalmirante (R) Ernesto Hubert von Appen y el suboficial Manuel Bush López, quienes obtuvieron penas que van desde los 72 días hasta los cuatro años de presidio que podrán cumplir de manera remitida.
Jaime Aldoney era estudiante de Periodismo, constructor civil, regidor de Limache e interventor de la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU) cuando fue detenido por Carabineros en 1973.
Según los testimonios de la época, desde la comisaría de Limache fue llevado por efectivos de la Armada a la base aeronaval de El Belloto -de la que estaba al mando Huber- allí fue torturado y se perdió su rastro.
Media prescripción en caso Alsina
La Segunda Sala de la Corte Suprema confirmó la condena contra Donato López Almarza por el homicidio del sacerdote español Joan Alsina Hurtos, ocurrido el 16 de septiembre de 1973 en el Puente Bulnes de Santiago.
En fallo dividido los magistrados Alberto Chaigneau, Rubén Ballesteros, Hugo Dolmestch y los abogados integrantes Fernando Castro y Domingo Hernández sentenciaron a tres años y un día a López Almarza concediendo el beneficio de la libertad vigilada al condenado.
La sentencia aplica la media prescripción, previsto en el artículo 103 del Código Penal para rebajar la condena de segunda instancia que había sentenciado a López Almarza a 5 años y un día de presidio, sin ningún tipo de beneficios.
El ministro Ballesteros era partidario de aplicar la prescripción a favor del condenado.
QUE DIJO LA DICTADURA SOBRE LA MUERTE DE JOAN ALSINA
(Datos sacados del libro de Ignacio Pujadas «Juan Alsina, Chile en el corazón», Ediciones Sígueme, Salamanca, España, 1978.)
«Juan Alsina fue detenido en su lugar de trabajo en el Hospital San Juan de Dios el día 19 de septiembre de 1973 y llevado posteriormente al Internado Barros Arana, que había sido condicionado para reclusión de detenidos. Estos hechos fueron testimoniados por funcionarios del hospital y por un soldado, quien fue el que avisó a la parroquia de San Bernardo que el sacerdote estaba detenido en ese lugar. Al día siguiente desde la parroquia se inicia la búsqueda, dirigiéndose al Arzobispado y al Consulado de España para pedir ayuda. Al cabo de siete días se recibe en la Parroquia de San Bernardo la llamada del Consulado comunicándoles que el cadáver de Juan Alsina había sido encontrado en el Instituto Médico Legal. En ese lugar, donde fueron a reconocerlo el 27 de septiembre en compañía del embajador de España en Chile, se les comunicó que el jueves 20 había llegado un camión de cadáveres y que a Juan lo habrían encontrado en el río Mapocho, a la altura del Puente Bulnes.
»Nos dijeron que había sido muerto en un tiroteo; que el tipo de bala que tenía era del calibre punto treinta, de las que usa el ejército. La explicación que daban es que Juan había sido detenido y que la patrulla que lo custodiaba había sido detenida por un grupo de extremistas, y que en el tiroteo debió haber muerto Juan. No se explican cómo el cuerpo había ido a parar al río Mapocho.
»Nos costó bastante reconocer el cadáver, por la cantidad de cuerpos que había. Al día siguiente fue sepultado en el Cementerio Parroquial de San Bernardo, con una inscripción que dice: "Si el grano de trigo muere, da muchos frutos."»
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