Tengo una ventana (no donde se asoma el perro de la foto) y voy a dejarle este primer post de este jueves.
Sigue el calor en Santiago. Fui a dejar a mi madre a un restaurant en Pedro de Valdivia y me fui a hacer "gimnasia bancaria", llegando ahora para dejarle otra historia para refrescar el alma.
Antes de ello, aprovecho de contarles que el corazón sigue tic tac y la glicemia bien controlada.
Dentro de las novedades de la gran capital, el 3 de febrero se inaugura el metro hacia Maipú (¿estará con el aumento de tarifa?).
Siguen las "negociaciones" entre los empleados públicos, que no quieren que le descuenten los días no trabajados y habían amenazado con otra huelga, con el gobierno que dice que los días no trabajados no se pagan. Adivinen que va a pasar.
Por otro lado, la ex concertación, sigue desconcertada, olvidándose de las ideas y del proyecto país. Y que decir de los diputados que en su semana distrital andan por el extranjero. Guau. Como no hay mucho que hacer en los distritos..
En el ámbito de Iglesia, el nuevo Arzobispo, hoy tiene encuentro con la Zona Sur, dentro de su programa de contactos con las comunidades. En la mañana estuvo en la Vicaría de la pastoral Social y de los trabajadores.
En el ámbito de la cultura, está llegando a su parte final el Festival de Teatro.
En la tele aparecen los famosos mineros que se van a Disney World.
A propósito de televisión, no puedo olvidarme de mi pasado tenístico y estuve viendo en la mañana temprano parte del encuentro de Djokovic y Federer. Buen partido.
Bueno, los dejo con esta historia de Henri Nouwen
LO QUE LLENA EL CORAZÓN ES LO QUE BROTA DE LA BOCA
Si piensas de esta forma, la vida se mantiene inmóvil. Espiritualmente estás muerto. sólo puede haber vida y movimiento cuando dejas de aceptar las cosas tal como están ahora y miras hacia adelante, apuntando a aquello que todavía no se dio.
Sin embargo cuando se trata de la oración, parece que pedimos más de lo que esperamos. Esto no es sorprendente, puesto que rezamos fundamentalmente cuando nos lo demandan circunstancias muy específicas y, a menudo, momentáneas. Cuando hay guerra, rezamos por la paz; cuando hay sequía, rezamos por la lluvia; cuando nos vamos de vacaciones, rezamos para que haya buen tiempo; cuando se acerca un exámen, rezamos para aprobarlo; cuando nuestros amigos están enfermos, rezamos para que se recuperen; y, cuando se mueren, rezamos por un descanso eterno.
Nuestra oración surge en la mitad de nuestras vidas y se entrama con todo el resto de nuestras ocupaciones cotidianas. Lo que llena el corazón es lo que brota de la boca. Esto también es válido respecto de la oración
Que tengan un buen día.
Un abrazo
Roberto
No comments:
Post a Comment