Se llama John O’ Reilly y hoy se encuentra en el ojo del huracán. Afronta una denuncia por supuestos abusos sexuales contra una niña. Él sostiene su inocencia
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZCIUDAD DEL VATICANO
Es el rostro más conocido de los Legionarios de Cristo en Chile. Irlandés de nacimiento, desde 1986 vive en ese país sudamericano, del cual recibió la ciudadanía “por gracia” del Parlamento en 2008. Se llama John O’ Reilly y hoy se encuentra en el ojo del huracán. Afronta una denuncia por supuestos abusos sexuales contra una niña. Él sostiene su inocencia, pero está dispuesto a comparecer ante los tribunales civiles y eclesiásticos.
La bomba explotó el miércoles 25 de julio cuando el Colegio Cumbres de Santiago de Chile, del cual el clérigo es capellán, emitió un comunicado con el cual se informó sobre la decisión de los directivos de presentar ante la justicia un expuesto para que se investiguen las acusaciones.
“El colegio, que es de los Legionarios, al recibir la noticia de la acusación puso en marcha los protocolos pertinentes para estos casos, que siguen tanto la normativa civil y, en caso de un clérigo, también la eclesiástica. (.) Se informó al acusado de los hechos que se le imputan. El mismo colegio dio parte a la fiscalía de esta denuncia para que sean las autoridades quienes dictaminen la inocencia o culpabilidad del padre O'Reilly”, explicó al Vatican Insider Benjamín Clariond, el portavoz de la congregación en Roma.
Antes de dar curso a la denuncia ante la Fiscalía Regional Oriente de la capital chilena el martes 24 de julio, la dirección de la escuela -de común acuerdo con los padres-, sometió a la presunta víctima a una evaluación profesional externa a cargo de una psicóloga. Aunque la nota del Colegio no lo especificó, de ese estudio surgieron elementos que impulsaron a la institución a presentar el expuesto.
Otros antecedentes sobre la situación fueron recopilados por un equipo interdisciplinario de apoyo y los resultados puestos a disposición de la justicia. Los hechos reportados habrían tenido lugar entre 2010 y 2012.
En el comunicado del día 25 se informó que O’Reilly sostuvo su “total inocencia” así como su “disposición a colaborar en la investigación”. Mientras se aclaran los hechos el presbítero accedió a ser suspendido de todas sus actividades dentro del centro educativo.
Según reportó la prensa chilena, los supuestos ataques habrían tenido lugar cuando el sacerdote sacaba a la alumna de sus clases con la excusa de brindarle asesoría espiritual. Pero el acusado rechazó esa posibilidad ya que, dijo, “una niña de esa edad no precisa asistencia espiritual”.
Luego de las malas experiencias del pasado, como la del emblemático fundador y pederasta Marcial Maciel, por primera vez los Legionarios de Cristo reaccionaron a una denuncia por supuestos abusos con prontitud y transparencia. Tal vez motivados por la política de cero tolerancia impuesta en la Iglesia de Santiago por el arzobispo Ricardo Ezzati, famoso por no dejar pasar un caso.
De hecho el mismo Ezzatti pidió a la congregación que inicie las pesquisas pertinentes al sacerdote irlandés según el derecho canónico, la ley de la Iglesia. Así lo confirmó Clariond, tras precisar que el asuntó está siendo atendido por las autoridades de la Legión en Chile, cuyo director territorial se encargó ya de iniciar el respectivo proceso canónico.
El portavoz añadió que los Legionarios chilenos están actuando “en conformidad a la ley civil”, además comprometerse en crear ambientes seguros para toda la comunidad educativa, especialmente los miembros que pueden ser más vulnerables.
“Contrariamente a lo que se ha dicho en algunos medios, el padre John no ha sido condenado, sino que se está haciendo una investigación por una acusación de abuso. Corresponde a las autoridades determinar la culpabilidad o inocencia de este hermano nuestro. Estamos encomendando a todos los afectados, para que el señor conceda a todos la paz que tanto ayuda al conocimiento de la verdad”, apuntó.
Vatican Insider
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