Tuesday, July 24, 2012

Jesuitas: Del aislamiento a la comunión


El aprendizaje de las 3R (reconciliación, respeto y responsabilidad) para el desarrollo integral de la comunidad


Pedro Walpole discute con la comunidad los mapas de los recursos hídricos en la leprosería de la provincia de Yunnan. Foto de: CRSS


El Servivio Social Casa Ricci es una organización social de los jesuitas con sede en Macao.  Su principal misión es servir a las personas infectadas y afectadas por la lepra y el VIH-SIDA en la China continental.  El objetivo principal de nuestro servicio es trabajar con los individuos y las comunidades para comprender y curar las diferentes heridas que la discriminación y la marginación causan en su vida individual y social.
Durante los últimos 10 años de trabajo con y en estas comunidades hemos aprendido que el aislamiento como resultado de la discriminación no sólo afecta a sus cuerpos (discapacidad física) sino que también distorsiona la forma de entenderse a si mismos, y a relacionarse con los demás, al igual que con su forma de relacionarse con su entorno natural.
La reconciliación para restablecer la comunión en estas comunidades se ha convertido en un proceso de aprendizaje de redescubrir las necesidades y los valores.  Aprender a cuidar de las heridas físicas para lograr la salud ayuda, poco a poco, a redescubrir el valor de la persona individual.  Entonces, aprendiendo a trabajar juntos para lograr el desarrollo económico, redescubrimos la necesidad que tenemos del otro, y el valor de la vida de la comunidad.  Por último, al aprender a cuidar del entorno natural, nos permite redescubrir la necesidad que tenemos de agua, de la tierra y de los bosques, y cómo estos recursos son dones dados en el ambiente natural donde vivimos, los  compartimos con otras comunidades.
Nuestro trabajo comenzó hace 10 años en una leprosería del sur de China.  Allí cuidamos de los ancianos y de los enfermos.  Hace algunos años, comenzamos a trabajar también con los miembros más jóvenes de la comunidad, y organizamos  cooperativas de crédito con ellos para contribuir a su desarrollo económico.  Durante este proceso, los miembros de la comunidad descubrieron que las cooperativas de crédito no prosperarían, y el desarrollo económico no se lograría, a menos que superaran el egoísmo y la dependencia que han aprendido en su historia de aislamiento y discriminación.  Fue entonces cuando decidimos iniciar un programa de educación en valores, donde los miembros de la comunidad re-aprendieron valores tales como la paz, la cooperación y la sencillez.
Hace un año, una gran sequía en la zona ayudó a redescubrir el agua como un recurso natural precioso, pero limitado.  Se dieron cuenta que la falta de agua estaba poniendo en peligro sus medios de subsistencia y el futuro de sus hijos.  Así que empezaron a aprender a manejar el agua de manera responsable.  Gracias a nuestra cooperación con el equipo de medio ambiente de la Conferencia Jesuita de Asia Pacífico, un grupo de pobladores comenzó a aprender la forma de asignar la tierra y sus recursos hídricos.  Después de hacer el mapeo, descubrieron que dependían de manantiales que se encontraban sobre todo en un pueblo vecino.  También se dieron cuenta que estas fuentes de agua estaban en peligro por las malas relaciones que tenían con ese pueblo, ya que ambos pueblos talaban árboles en la tierra “del otro,” pensando que el corte no iba a afectarles a ellos sino a “los otros.”
Esta fue la primera vez que descubrieron que el respeto y la necesidad del “otro” eran necesarios para lograr una vida sostenible que no se limita a su propia comunidad, sino que debe extenderse e incluir también a sus aldeas vecinas.  Al redescubrir el agua como un recurso común, encontraron que la reconciliación con los demás y el respeto y la responsabilidad por los demás y por la tierra, debe regular no sólo su propia vida comunitaria, sino también sus relaciones con otras comunidades.  En otras palabras, la gente del pueblo empezó a aprender que la reconciliación con la creación requiere también la reconciliación dentro de sí mismos y con otras comunidades.
El P. Fernando Azpiroz, SJ es Director del Servicio Social Casa Ricci, y sucedió a su fundador el P. Luis Ruiz, SJ que murió en julio de 2011.  El sitio web de CRSS ofrece también un blog en ingles y español.  Pueden contactar con el P. Azpiroz en la siguiente dirección de correo electrónico: funandu(at)mac.com.
Ecojesuit


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