24 de julio, 2012. (Romereports.com) Sigue avanzando el proceso de reconciliación entre Roma y los tradicionalistas lefebvrianos. A mediados de julio, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X ha concretado durante su Capítulo general los puntos mínimos indispensables para sanar la fractura con Roma.
Hasta ahora entre los lefebvrianos había una gran división interna sobre las negociaciones con el Vaticano. La estrategia ha cambiado. Aunque no han aceptado la última oferta del Vaticano, quieren seguir negociando y lo harán con una sola voz.
Además, acaban de hacer públicas sus condiciones, algo que antes sólo conocía el equipo de negociadores.
El sacerdote Christian Thouvenot, secretario general de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, ha escrito a todos sus miembros para exponerlas. Hay tres condiciones que los seguidores de Lefebvre consideran imprescindibles para reconciliarse con Roma y otras tres condiciones “negociables”, de carácter jurídico y administrativo.
Entre las necesarias hay dos casi resueltas: que el Vaticano les asegure que siempre tendrán unobispo, y el empleo de la liturgia y la celebración de los sacramentos siguiendo la forma previa a la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II. Exigen la exclusividad y no mencionan la asunción de la forma renovada por Pablo VI.
La primera condición es más ambigua porque reclaman erigirse en protectores de la doctrina y la tradición reservándose la posibilidad de censurar públicamente lo que consideren erróneo, ya sea una innovación abusiva de la modernidad o del liberalismo, o del Vaticano II.
Por otra parte en la carta aprecia que Roma haya despejado malentendidos y asegura que el superior, monseñor Bernard Fellay, agradece que la Congregación para la Doctrina de la Fe haya concretado su posición porque facilita la discusión de los problemas y evita que se produzcan juicios precipitados e hirientes, -dicen-, por ambas partes.
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