Lucas 13:31-35
En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: "Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte." Él contestó: "Id a decirle a ese zorro: Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término. Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: "Bendito el que viene en nombre del Señor.""
En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: "Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte." Él contestó: "Id a decirle a ese zorro: Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término. Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: "Bendito el que viene en nombre del Señor.""
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
El Corazón de Jesús estaba pendiente de los habitantes de su amada ciudad, Jerusalén. Su Corazón está hoy pendiente de todas las ciudades, pues Él vive entre nosotros, en todas partes.
Oremos para que nuestros corazones de asemejen a su Corazón, y nos preocupemos de los necesitados y escuchemos sus llantos, tal como Él los escuchó.
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