Tuesday, October 27, 2009

De los anglicanos a los lefebvrianos


Roma empieza a negociar la vuelta al redil de la Hermandad San Pío X
El Vaticano reanuda el diálogo con los integristas católicos
El movimiento que hizo la semana pasada el Vaticano, abriendo las puertas a los anglicanos casados, se refrenda este lunes con otro gesto para reunir en torno a Roma a los grupos cristianos más conservadores. Los lefebvrianos, famosos por su continuada negación del holocausto judío en los últimos tiempos, entablarán conversaciones este lunes con los asesores del Papa para que vuelvan al redil y acepten la autoridad de Ratzinger.

En el mes de enero, la Iglesia retiró la excomunión a cuatro obispos tradicionalistas que habían sido ordenados sin permiso del Papa. Entre ellos se encontraba Richard Williamson, británico que se convirtió en el nuevo héroe neonazi por decir en una cadena de televisión sueca que en la Segunda Guerra Mundial "sólo habían muerto 300.000 judíos" en vez de los seis millones de los que hablan los libros de historia y que "las cámaras de gas no existieron".
Tras aquellas declaraciones, Williamson se convirtió en la estrella de varios blogs y webs alemanes negacionistas. El gesto creó un conflicto primero con la comunidad judía, y después con el Gobierno alemán, que sintió que el Vaticano estaba dando credibilidad a los grupos de extrema derecha con esta medida.
Otro de los obispos rehabilitados y director de dicha cofradía, Bernard Fellay, trató de distanciar a los suyos de las tesis de Williamson, pero esto ya es inevitable.Como lo es para el Vaticano el hecho de volver a meterse de lleno en una de las partes más oscuras de su historia, la no condena de las acciones de Hitler por el Papa Pio XII.
Ratzinger no ha hecho más que condenar el holocausto desde entonces, intentando tender puentes con el judaísmo. Pero todos sus esfuerzos serán en vano una vez que los lefebvristas sean aceptados de nuevo en la Iglesia. El Rabinato de Jerusalén ya rompió relaciones con Roma de manera indefinida a los pocos días de la rehabilitación de Williamson.Giro conservadurista
La Hermandad Sacerdotal de San Pio X se formó en 1970 en torno a Marcel Lefebvre, sacerdote francés contrario al Concilio Vaticano II. Entre sus reglas, está la defensa de la misa tradicional de rito romano y la limpieza de las almas a través de los sacramentos, oponiéndose a cualquier intento de aperturismo por parte de otras congregaciones de la Iglesia.
"La reunión se desarrolló en un clima cordial, respetuoso y constructivo", anunció el Vaticano en un comunicado divulgado al término del encuentro.
Se trataba de la primera reunión de integristas lefebvristas con las autoridades de la Santa Sede después de la grave crisis que generó dentro y fuera de la Iglesia el levantamiento de la excomunión decretada por Juan Pablo II en 1988 a los obispos ultraconservadores del movimiento fundado por el arzobispo francés Marcel Lefebvre y que determinó hace 20 años un cisma.
El encuentro se celebró en el Palacio del Santo Oficio, sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la Commission Ecclesia Dei, creada entonces para intentar reabsorber el primer cisma del siglo XX.
La comisión fue liderada durante años por el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, quien se jubiló a mediados del año, y ahora pasó a depender directamente de la congregación vaticana.
"Hemos establecido los puntos más importantes de carácter doctrinal que van a ser tratados durante las reuniones que se celebrarán dos veces al mes en los próximos meses", explicó el Vaticano.
Entre los problemas doctrinales que aún persisten, figura, según la nota de la Santa Sede, "el concepto de tradición, el misal de Pablo VI, la interpretación del Concilio Vaticano II en continuidad con la tradición doctrinal católica, los temas de unidad de la Iglesia". Otros temas de debate son "el ecumenismo, la relación entre cristianismos y con las religiones no cristianas, así como la libertad religiosa", sostiene el comunicado.
La reunión duró tres horas y se centró en el método y la organización del trabajo.
"Con estas reuniones se abre una nueva fase para las relaciones entre los integristas y el Vaticano", declaró a la prensa el portavoz del Papa, padre Federico Lombardi. "No me parece correcto hacer previsiones sobre la duración", comentó el religioso, quien considera que el ritmo establecido de dos veces al mes es "más bien intenso" y significa que "hay voluntad de seguir adelante", dijo.
Benedicto XVI desea reintegrar a los lefebvristas dentro de la Iglesia, sin embargo, el levantamiento de la excomunión de los obispos supone que estos últimos se sometan a la autoridad del Papa.
La Fraternidad de San Pío X fue fundada en 1969 en Econe (Suiza) por monseñor Lefebvre, quien fue excomulgado junto con los demás miembros del movimiento en 1988.
La Fraternidad de San Pío X rechaza toda apertura y renovación dentro de la Iglesia y defiende la celebración de la misa en latín, según el misal de Pío V, del siglo XVI.
En 2007, Benedicto XVI autorizó a través de un decreto la celebración de la misa en latín, como una respuesta a las exigencias de los integristas.
El 24 de enero del 2009, el Vaticano anunció que Benedicto XVI había levantado la excomunión de cuatro obispos ultraconservadores, entre éstos el británico Richard Williamson, quien niega la existencia del Holocausto, lo que levantó una ola de protestas dentro y fuera de la Iglesia católica.
Días después, para aplacar los ánimos, Benedicto XVI pidió en una carta a los obispos de todo el mundo que acabaran con las críticas y que no favorecieran la división.
El Papa dijo entonces que "mientras los asuntos referidos a la doctrina no sean aclarados, la Fraternidad no tiene ningún estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros, aún si fueron liberados de la punición eclesiástica, no ejercen de forma legítima ningún ministerio en la Iglesia".
Los integristas apuntan a que el Papa cree una prelatura personal para ellos, como la concedida por Juan Pablo II al movimiento conservador católico Opus Dei, con su propia estructura jerárquica.

(RD/Agencias)

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