Mateo 21: 28-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?" Contestaron: "El primero." Jesús les dijo: "Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis."
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?" Contestaron: "El primero." Jesús les dijo: "Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis."
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
En los Evangelios, la viña es el símbolo de Israel. En esta pequeña parábola un hijo representa a los israelitas que dicen que harán lo que Dios desea, pero no lo cumplen; mientras que el otro hijo representa a los que se niegan desde un principio, pero luego cambian de idea y cumplen con lo que Dios quiere. ¿Me encuentro yo en una situación semejante?
Los recaudadores de impuestos trabajaban unidos con las fuerzas de ocupación romanas, recogiendo impuestos para el César. Ellos eran mirados como traidores por los judíos nacionalistas. Las prostitutas a menudo vendían sus servicios a los soldados romanos. Jesús acogía, entre sus seguidores, a los recaudadores de impuestos y a las prostitutas que se arrepentían. ¿Haría yo eso mismo?
No comments:
Post a Comment