Imputado por un caso de abusos sexuales
El Nuncio en Chile ya ha enviado la carta
a la Santa Sede
El miércoles 3 de octubre, el nuncio apostólico Ivo Scapolo aterrizó en Arica con una misión: reunirse con el obispo de Iquique, Marco Antonio Ordenes, a quien había investigado los últimos seis meses por una acusación de abuso sexual a un menor, interpuesta en su contra.
La reunión con el obispo de 47 años -el más joven de Chile- se producía luego que el martes se difundiera la existencia de las pesquisas del Vaticano respecto de Ordenes. Al día siguiente se dio a conocer que la etapa investigativa de la causa eclesiástica había concluido.
Fuentes del clero afirman que, en esa cita, el nuncio recomendó a Ordenes que pusiera su cargo a disposición. Estas fuentes añaden que el obispo redactó ese mismo día su renuncia y entregó el documento a Scapolo. La misiva está dirigida directamente al papa Benedicto XVI.
El texto ya fue enviado al Vaticano vía valija diplomática. La Santa Sede oficializaría su respuesta este martes o, sino, dentro de los próximos días.
Fuentes eclesiásticas explican que, en caso de ser aceptada la salida de Ordenes, otro de los obispos del Norte Grande podría asumir interinamente sus funciones, en calidad de administrador apostólico. Podría tratarse de un obispo de la misma provincia eclesiástica, o bien, de un clérigo designado por el Vaticano. El nuncio ya habría iniciado sondeos con los posibles candidatos.
Estas mismas fuentes aseguran que, entre mediados de julio y agosto, el nuncio visitó Roma para discutir la situación de Ordenes.
Este viaje, sostienen estas fuentes, habría sido clave en la recomendación que Scapolo hizo el miércoles 3 de octubre a Ordenes, en términos de poner su cargo a disposición.
En entrevista con este medio, Ordenes dijo que ya había ofrecido a Scapolo dejar sus funciones, a fines de abril. Esto, aseguró, sucedió cuando concurrió a la nunciatura y fue notificado de una indagación en su contra. En esa cita se le tomó también declaración indagatoria en la causa.
"Cuando se me hizo el interrogatorio (en abril), en ese momento, plantee al que me interrogaba, y al nuncio, la posibilidad de dejar el cargo en vista de un bien superior", dijo a La Tercera.
Añadió que su salida no fue aceptada entonces. Dijo, también, que tras el nuevo escenario que se produjo luego de la difusión de la causa, "para mí sigue siendo una alternativa tremendamente válida, por el bien de los demás".
Respecto del cargo de abuso sexual a un menor, Ordenes dijo en la entrevista que conoció al denunciante Rodrigo Pino cuando tenía 17 años y que "no siendo él menor de edad, yo reconozco haber tenido un acto imprudente con él, de lo que me arrepiento y de lo que pedí perdón en su momento. Pero no fue con un menor de edad". Luego aseguró no ser pedófilo y que se trató de un acto "puntual".
Pino, por su parte, sostiene haber conocido al clérigo cuando este aún no era obispo, en un encuentro de acólitos en la iglesia La Tirana celebrado en 1997. En ese entonces, Pino tenía 15 años.
El acusador asegura haber sido abusado cuando era menor de edad, especificando que los hechos se habrían mantenido desde fines de 1997 hasta el año 2002, momento en que se alejó del obispo.
Fuentes eclesiásticas afirman que en la investigación sustanciada por el nuncio Scapolo, se dio credibilidad a la versión de Pino.
Una vez oficializado su retiro del Obispado de Iquique, estas mismas fuentes señalan quees probable que Ordenes se recluya en un lugar de oración de la Región de Tarapacá, a la espera de ser citado para declarar como imputado en la causa que la fiscalía reabrió esta semana.
Por otra parte, el obispo Ordenes prepara una carta para la comunidad de Iquique, en donde explicaría los motivos de su salida.
En 2008, la Fiscalía de Iquique recibió una denuncia, presentada por Rodrigo Pino, quien acusaba al obispo Ordenes de haber abusado sexualmente de él cuando era menor de edad.
Al año siguiente, se abrió la causa y se inició una investigación a cargo del fiscal Enrique Rodríguez. Entre las diligencias contempladas en esta indagatoria, se tomó declaración al denunciante, a sus padres y se designó a dos polícias para que hicieran un seguimiento del obispo. Sin embargo, la causa fue archivada en 2009, luego de que Pino se retractara y no estuviera dispuesto a pasar por una audiencia en el caso de que la indagatoria llevara a juicio, según explicó el fiscal regional Manuel Guerra.
El obispo Ordenes no estuvo al tanto de la investigación desformalizada iniciada en aquel entonces.
El miércoles de la semana pasada, luego de que se hiciera pública la investigación canónica que el Vaticano encargó respecto del obispo, la Fiscalía de Iquique reabrió la causa.
En esta oportunidad, el fiscal jefe de Alto Hospicio, Raúl Arancibia, es el designado para llevar la causa.
Como primera indagatoria, esta semana se tomará la declaración del denunciante Rodrigo Pino, en Santiago. Este relato será clave para definir quiénes pueden ser citados a declarar. Posteriormente, Ordenes será citado en calidad de imputado.
(RD/Agencias)
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