Oh Dios, que sacaste a tu siervo Abraham de la ciudad de Ur de los caldeos, guardándolo en todas sus peregrinaciones, y que fuiste el guía del pueblo hebreo a través del desierto; te pedimos que nos guardes a nosotros, siervos tuyos, que por amor a tu nombre, peregrinamos a Santiago de Compostela:
Se para nosotros
Compañero en la marcha
Guía en las encrucijadas
Aliento en el cansancio
Defensa en los peligros
Albergue en el camino
Sombra en el calor
Luz en la oscuridad
Consuelo en los desalientos
Y firmeza en nuestros propósitos
Compañero en la marcha
Guía en las encrucijadas
Aliento en el cansancio
Defensa en los peligros
Albergue en el camino
Sombra en el calor
Luz en la oscuridad
Consuelo en los desalientos
Y firmeza en nuestros propósitos
Para que, por tú guía, lleguemos sanos y salvos al término del camino, y enriquecidos de gracias y virtudes, volvamos ilesos a nuestras casas, llenos de saludable y perenne alegría.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Nano Crespo
Nova Bella
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