(Ricardo Álvarez Expósito) Se cumple una década desde que Hugo Chávez se convirtiera en el 52º presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Aquel 1999, recién llegado al poder, convocó un referéndum para modificar la Constitución de 1961. Meses más tarde, un 15 de diciembre, el pueblo ratificaba en una nueva consulta –la segunda en un año– el proyecto de Carta Magna que la Asamblea Nacional Constituyente había culminado pocas semanas antes. Hoy, diez años después y al amparo de aquella Constitución de 1999, el mandatario venezolano sigue empeñado en llevar adelante su particular ‘revolución del siglo XXI’.
Un proyecto que, lejos de promover la democracia participativa, ha recortado libertades y ha contribuido a agitar el clima social del país, como vienen denunciando los movimientos y colectivos opositores. Entre ellos, y pese a las presiones y amenazas, la voz profética de la Iglesia católica se alza desde entonces en defensa de los derechos más básicos, exhortando a sus compatriotas al diálogo y la reconciliación.
La agitada agenda política y social de la última década ha estado marcada por un conjunto de características que hoy se pueden leer como transversales al proceso y que son recorridas en este documento. Entre ellas, es posible destacar: la eclosión de los sectores populares con la pretensión de ser actores o protagonistas de su historia; la preocupación por lo social como aspecto fundamental de la agenda política; la violencia generalizada, una de cuyas peores expresiones es la delincuencia; la intolerancia política producto de la polarización; la desintitucionalización del Estado; y el rentismo. Estos aspectos explican varias de las circunstancias que hoy viven los venezolanos.
Al final de este ‘Pliego’, se apuntan algunos elementos sobre Chávez y la Iglesia católica y, por otra parte, la influencia del Gobierno venezolano en la crisis de Honduras.
Vida Nueva
No comments:
Post a Comment