LONDRES- Los líderes anglicanos han lanzado un ultimátum a la Iglesia estadounidense en el que exigen el fin de la ordenación de sacerdotes homosexuales y de la bendición de parejas del mismo sexo. Los obispos norteamericanos deberán responder antes del 30 de septiembre a un comunicado acordado en el último minuto de una tensa reunión de arzobispos que concluyó ayer en Tanzania. «Si no pueden darnos las garantías requeridas, la relación entre la Iglesia episcopaliana y el resto de la comunión anglicana quedará dañada en el mejor de los casos», asegura el texto aceptado de forma unánime.
La crisis estalló en 2003 con la ordenación de Gene Robinson -un sacerdote que no ocultaba su homosexualidad- como obispo de New Hampshire. La decisión irritó al ala tradicionalista del anglicanismo, que considera que las relaciones entre personas del mismo sexo desafían abiertamente la doctrina de la Iglesia.
Sin embargo, los «modernizadores» argumentan que las enseñanzas bíblicas sobre la igualdad y la tolerancia deben resultar prioritarias. Desde entonces, los anglicanos han afrontado interminables negociaciones para impedir un cisma a escala mundial y resolver esta disputa sin que ninguno de los bandos quede humillado por completo. Un reto para ambas partes
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, describió el texto final como «un reto para ambas partes». Según el primado de la Iglesia de Inglaterra y líder de los anglicanos, el documento anima a los estadounidenses a «aclarar su postura» y al resto a «negociar un acuerdo aceptable y justo».
De todas formas, el propio Williams reconoció que el comunicado no resolverá todas las rencillas internas, sino que será «una forma de seguir avanzando con dignidad» para solventar una crisis sin precedentes. El acuerdo alcanzado en Tanzania calmará los temores de un cisma inminente en el seno de la Iglesia anglicana, aunque todo dependerá de la actitud de los estadounidenses. Algunos temían que el encuentro concluyera con una dura sanción o incluso con la expulsión de los liberales; al final, el acuerdo permitirá aplazar el momento de la verdad durante siete meses.
Fuente: La Razón
No comments:
Post a Comment