Hace poco leí los protocolos a seguir en el caso de un trasplante.
N necesita un hígado de manera urgente o morirá. K tiene una lesión cerebral irreparable y se mantiene vivo gracias a un respirador artificial. La familia de K acepta que se donen sus órganos. El equipo médico de K le retira el respirador. Cuando K ha sido desconectado el equipo de trasplantes de N entra en el quirófano. Tienen, cómo máximo, una hora. Si no han realizado la extirpación antes de una hora los órganos de K no servirán y N morirá. Pero el equipo de trasplantes no puede hacer nada hasta que el corazón de K se detenga por sí solo y permanezca parado durante al menos 120 segundos. Todos los equipos médicos miran, sin poder hacer más, el cronómetro. El corazón debe detenerse antes de una hora y luego desgranar los 120 segundos. No se puede intervenir hasta entonces. K está en su última lucha. N puede que también. Ambos luchan.
¿Qué hacer? ¿extraer el hígado de K puesto que está “cerabralmente muerto”? ¿respetar la muerte natural de K y asumir que quizá N morirá? Lo he comentado con varias personas y mi sorpresa fue que la mayoría no veían conflicto. Curioso porque más o menos la mitad harían una cosa y la mitad la contraria.
Klana
pastoralsj
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