Entrevista con el historiador de la Iglesia sucesor de Giuseppe Alberigo: «La correspondencia privada del Papa es materia concordataria»
ANDREA TORNIELLICIUDAD DEL VATICANO
«Creo que no hay nada nuevo. El problema es quién produce todo este fango y quién lo pone en el ventilador. Y no creo que se pueda invocar el derecho de crónica...». El profesor de Historia del Cristianismo de la Universidad de Módena-Reggio Emilia, Alberto Melloni, que también dirige la Fundación para las ciencias religiosas Juan XXIII de Boloña, resume de esta forma el caso de los “vatileaks”, que han provocado (y lo siguen haciendo) tanta agitación en el Vaticano, en donde ha comenzado la caza de los “topos” que han enviado documentos, apuntes y cartas al periodista italiano Gianluigi Nuzzi (autor de “Su Santidad. Los papeles secretos de Benedicto XVI”) y al periódico “Il Fatto Quotidiano”.
¿Qué opina sobre el caso de los “vatileaks”?
Me parece un ataque contra el Papa por parte de los que quieren decirle: “te has equivocado al elegir al Secretario de Estado y te has equivocado al no cambiarlo”...
¿Existen antecedentes que se puedan comparar con lo que está sucediendo?
No, no creo. Hay que decir que el libro no revela grandes novedades; no se trata de “papeles secretos”, es solo correspondencia privada interna: la intención es la de mostrar que no hay ningún control, que puede salir de todo, que los archivos no están bien vigilados.
¿Qué hay que esperar ahora?
Yo creo que nada. Este libro representa, según mi opinión, el fin de los “vatileaks”. Creo que todo el “dossier” se encuentra allí: salió un paquete de documentos, conformado por papeles muy diferentes entre ellos y sin ninguna particular relevancia...
Pero, ¿ se puede decir que las cartas de Boffo al secretario del Papa no tienen relevancia?
Bien miradas, se trata de noticias que ya habían salido. El telón de fondo vaticano del caso Boffo ha salido durante semanas en la prensa. Las tensiones alrededor de la figura del arzobispo Carlo Maria Viaganò en el Gobernatorado y su “promoveatur ut amoveatur” a Washington también. La oposición del cardenal Angelo Scola a la operación para salvar el San Raffaele por parte del IOR tambiién era conocida. Se pueden dar otros ejemplos. La noticia verdadera es el mensaje que quería enviar el que ha filtrado los documentos. Que es: “no sois capaces de proteger al Papa”.
¿Cuáles podrían ser las consecuencias?
Quien haya robado los documentos será excomulgado “latae sententiae”, la pena más grave, porque con su acción ha amenazado a la persona del Papa.
Se habla de derecho de crónica y de derecho al carácter reservado de la correspondencia. Según usted, ¿la Santa Sede tiene instrumentos legales para proceder como anunciaron en el comunicado de hace algunos días?
Quisiera recordar que la correspondencia del Papa es materia concordataria, y desde el concordato de 1929 se pretende la garantía de la confidencialidad. Desde este punto de vista, creo que hay instrumentos legales para proceder e incluso para pedir la colaboración de las autoridades italianas.
Perdone, pero ¿dónde queda el derecho de crónica?
No creo que se pueda hablar de derecho de crónica; no ha habido ninguna investigación periodística, sino que alguien recibió un paquete de documentos que fueron publicados. Se trata de material relacionado con las actividades internas de la Santa Sede: que alguien robe estos papeles es una cosa, usarlos es muy otra.
Vatican insider
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