Nuevas revelaciones en la deposición del ex mayordomo, durante la segunda audiencia del proceso
GIACOMO GALEAZZICIUDAD DEL VATICANO
A pesar del propósito de anticipar el inicio de la segunda audiencia del proceso contra el ex mayordomo papal, ésta comenzó con un leve retraso por la huelga de los trabajadores del transporte público de la ciudad de Roma, que habría provocado el retraso del público ministerio.
Pero Paolo Gabriele dijo muchas cosas, algunas clamorosas, durante esta segunda audiencia en el Tribunal del Vaticano. Su deposición tiene, pues, muchas aclaraciones interesantes.
“En cuanto al robo agravado me declaro inocente. Me siento culpable por haber traicionado la confianza que había puesto en mí el Santo padre, a quien amo como un hijo”. Es lo que afirmó Paolo Gabriele, ex ayudante de cámara de Benedicto XVI, en su deposición en el proceso en su contra por el delito del robo de documentos reservados.
El promotor de justicia (pm) del Vaticano, Nicola Picardi, abrió un fascículo para “aclarar si huvo abusos durante el curso de la detención” de Paolo Gabriele, después que en la audiencia de esta mañana del proceso “vatileaks” el mayordomo hubiera afirmado que sufrió presiones psicológicas y que permaneció durante varios días (“menos de veinte” según el pm) en una celda en la que no podía ni siquiera extender los brazos y con la luz encendida las 24 horas del día.
Estaba también presente entre el público el comandante de la gendarmería vaticana Domenico Giani. Don Georg Gänswein, por su parte, no dirigió ni siquiera una mirada a Gabriele en el aula. De cualquier manera, el secretario del Papa recordó en su deposición, que duró alrededor de 35 minutos, que durante los años de su servicio nunca tuvo razones para dudar de las acciones de Gabriele. Don Georg también refirió ante los jueces que había comenzado a tener ciertas sospechas sobre Gabriele cuando, al leer el libro que contiene los documentos robados “Su Santidad”, se dio cuenta de que había dos cartas que no habían salido nunca de su oficina.
Surgieron también otros datos importantes. Por ejemplo, en la casa del mayordomo había cientos de documentos sobre la masonería, los servicios secretos y el caso Bofo.
Pero Paolo Gabriele dijo muchas cosas, algunas clamorosas, durante esta segunda audiencia en el Tribunal del Vaticano. Su deposición tiene, pues, muchas aclaraciones interesantes.
“En cuanto al robo agravado me declaro inocente. Me siento culpable por haber traicionado la confianza que había puesto en mí el Santo padre, a quien amo como un hijo”. Es lo que afirmó Paolo Gabriele, ex ayudante de cámara de Benedicto XVI, en su deposición en el proceso en su contra por el delito del robo de documentos reservados.
El promotor de justicia (pm) del Vaticano, Nicola Picardi, abrió un fascículo para “aclarar si huvo abusos durante el curso de la detención” de Paolo Gabriele, después que en la audiencia de esta mañana del proceso “vatileaks” el mayordomo hubiera afirmado que sufrió presiones psicológicas y que permaneció durante varios días (“menos de veinte” según el pm) en una celda en la que no podía ni siquiera extender los brazos y con la luz encendida las 24 horas del día.
Estaba también presente entre el público el comandante de la gendarmería vaticana Domenico Giani. Don Georg Gänswein, por su parte, no dirigió ni siquiera una mirada a Gabriele en el aula. De cualquier manera, el secretario del Papa recordó en su deposición, que duró alrededor de 35 minutos, que durante los años de su servicio nunca tuvo razones para dudar de las acciones de Gabriele. Don Georg también refirió ante los jueces que había comenzado a tener ciertas sospechas sobre Gabriele cuando, al leer el libro que contiene los documentos robados “Su Santidad”, se dio cuenta de que había dos cartas que no habían salido nunca de su oficina.
Surgieron también otros datos importantes. Por ejemplo, en la casa del mayordomo había cientos de documentos sobre la masonería, los servicios secretos y el caso Bofo.
La denuncia del mayordomo: “Maltrato en la celda”
El padre Lombardi rechaza la acusación que lanzó el imputado durante la audiencia
REDACCIÓNROMA
Durante la segunda audiencia del proceso “vatileaks”, el ex ayudante de cámara papal, Paolo Gabriele, denunció “presiones psicológicas” y otros maltratos en los primeros 15-20 días de detención. “No podía ni siquiera extender los brazos”, declaró, “la luz estaba encendida 24 horas al día”.
“No había interruptor y esto me provocó una reducción de la vista”. Gabriele, al responder a las preguntas de su abogada, también denunció la “presión psicológica” ejercida sobre él, sobre todo “la primera noche” de detención: “Me negaron incluso la almohada”.
El presidente del Tribunal vaticano Giuseppe Dalla Torre encargó al promotor de justicia Nicola Picardi que abriera un fascículo, el número 52/2012, «para verificar su hubo eventuales abusos en la detención del imputado”.
El portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi, quiso precisar al respecto que incluso la celda más pequeña, en la que estuvo detenido Gabriele, “respeta los estándares internacionales que exigen las convenciones internacionales a las que ha adherido el Vaticano”.
En cuanto a la luz encendida todo el día, “hay que aclarar en qué medida esto se da con respecto a los estándares internacionales”, y de cualquier manera, el fascículo que se abrió hoy en el vaticano “tiene que ver con la eventualidad de que haya habido acusaciones no justificadas en contra de las autoridades judiciales”.
Sin embargo, el padre Lombardi admitió también que las palabras de Gabriele reflejan “una situación aparentemente inhumana”.
“No había interruptor y esto me provocó una reducción de la vista”. Gabriele, al responder a las preguntas de su abogada, también denunció la “presión psicológica” ejercida sobre él, sobre todo “la primera noche” de detención: “Me negaron incluso la almohada”.
El presidente del Tribunal vaticano Giuseppe Dalla Torre encargó al promotor de justicia Nicola Picardi que abriera un fascículo, el número 52/2012, «para verificar su hubo eventuales abusos en la detención del imputado”.
El portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi, quiso precisar al respecto que incluso la celda más pequeña, en la que estuvo detenido Gabriele, “respeta los estándares internacionales que exigen las convenciones internacionales a las que ha adherido el Vaticano”.
En cuanto a la luz encendida todo el día, “hay que aclarar en qué medida esto se da con respecto a los estándares internacionales”, y de cualquier manera, el fascículo que se abrió hoy en el vaticano “tiene que ver con la eventualidad de que haya habido acusaciones no justificadas en contra de las autoridades judiciales”.
Sin embargo, el padre Lombardi admitió también que las palabras de Gabriele reflejan “una situación aparentemente inhumana”.
Vatican Insider
Vaticano abre investigación por posibles malos tratos al mayordomo durante el proceso
2 de octubre, 2012. (Romereports.com) El fiscal del Vaticano ha abierto una investigación contra la Gendarmería Vaticana para clarificar por qué motivo el mayordomo pasó más de quince días con la luz encendida en una pequeña celda en la que no podía ni estirar los brazos.
P. Federico Lombardi
Portavoz del Vaticano“Il presidente del tribunale ha dato compito al promotore di giustizia di fare uno esame attento corretto, della situazione e degli elementi che ci sono”.
Andrés Beltramo“Se le preguntó si era verdad que durante 15 ó 20 días en el primer tiempo estuvo en una celda que era tan pequeña que no podía ni extender los brazos. Y él dijo que sí, de alguna manera se lamentó. Y también le preguntaron si había sufrido algunas presiones psicológicas. Y él dijo que sí, que había sentido algunas presiones psicológicas de alguna manera, relacionadas con el que le hayan negado la almohada”.
La Gendarmería niega que hubiera malos tratos. Asegura que los agentes ofrecieron al mayordomo una máscara para los ojos y que él pidió que la luz estuviera encendida “porque le hacía compañía”.
La luz estaba siempre encendida para evitar que se autolesionase.
El mayordomo almorzó siempre junto a varios gendarmes que ya conocía, rechazó hacer deporte en el gimnasio de la policía vaticana, pasaba una hora al día al aire libre, y pudo reunirse con sus familiares sin límites de horarios.
P. Federico Lombardi
Portavoz del Vaticano“Il presidente del tribunale ha dato compito al promotore di giustizia di fare uno esame attento corretto, della situazione e degli elementi che ci sono”.
Andrés Beltramo“Se le preguntó si era verdad que durante 15 ó 20 días en el primer tiempo estuvo en una celda que era tan pequeña que no podía ni extender los brazos. Y él dijo que sí, de alguna manera se lamentó. Y también le preguntaron si había sufrido algunas presiones psicológicas. Y él dijo que sí, que había sentido algunas presiones psicológicas de alguna manera, relacionadas con el que le hayan negado la almohada”.
La Gendarmería niega que hubiera malos tratos. Asegura que los agentes ofrecieron al mayordomo una máscara para los ojos y que él pidió que la luz estuviera encendida “porque le hacía compañía”.
La luz estaba siempre encendida para evitar que se autolesionase.
El mayordomo almorzó siempre junto a varios gendarmes que ya conocía, rechazó hacer deporte en el gimnasio de la policía vaticana, pasaba una hora al día al aire libre, y pudo reunirse con sus familiares sin límites de horarios.
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