Tuesday, September 30, 2008

Capitalistas compasivos

Carlos Ballesteros 26 de septiembre de 2008

Esto lo escribí en ALANDAR en octubre del 2004. Hoy al levantarme me he acordado de ello, no se por qué …y me apetecia compartirlo


Capitalistas Compasivos

El otro día me enteré que soy el ciudadano 47.028.865 más rico del mundo. Entré en la página www.globalrichlist.com y allí, con sólo poner mi salario bruto anual me dicen cuantos hay más ricos que yo y cuantos más pobres: en mi caso más de 5.950 millones de personas. ¡Cada vez me queda menos para llegar a pertenecer al Club de los 500! Los multimillonarios de la tierra son eso, aproximadamente medio millar cuyas riquezas en conjunto equivalen a los recursos de más de la mitad de la población mundial. Y yo he decidido que quiero ser uno de ellos.


¿Y sabéis por qué quiero llegar ahí? Para poder crear entonces una fundación: la Fundación Ballesteros, (hmmm suena bien). Una organización que ayude a combatir la injusticia y la pobreza y las desgracias humanas. Como hace Bill, el del windows, que a través de su fundación vacuna niños contra la malaria y a veces incluso se arremanga la camisa y viaja a Africa en su avión privado y su cohorte de periodistas para que todos le veamos trabajar por un mundo mejor. O para hacer como Ted, el de la CNN, y darle 1.000 millones de dólares a las Naciones Unidas así, porque sí, por el mero placer de dárselos en un solo cheque. O como el amigo George Soros, que una vez que se ha cansado de especular comprando y vendiendo monedas a lo largo y ancho del mundo se dedica a la filantropía, dando limosnas a países del este de Europa.



En los últimos tiempos parece haberse puesto de moda el capitalismo compasivo ( título de un best seller en los Estados Unidos escrito por un tal Benioff) y eso es lo que quiero ser yo: un capitalista compasivo que por las noches, cuando me vaya a dormir y rece mis oraciones diga, como en el chiste del ROTO, y prometo dar limosna a los que arruine. Amen. Parece que el mensaje de esta nueva teoría económica, apadrinada políticamente por el emperador George Bus, es hazte rico cuanto antes para ayudar entonces a los pobres. Ser rico, cuanto más mejor, es un derecho que todos tenemos y por el que debemos luchar caiga quien caiga y a pesar de cualquier obstáculo. Y una vez que lo seamos podremos entonces hacer algo por el resto del mundo.



El mensaje es claro y fácil de comprender. Se trata de devolver a la sociedad parte de lo que la sociedad les ha dado. (algunos dirían, incluso, o parte de lo que han robado). Los capitalistas compasivos son de alguna forma los modernos Robin Hood que se quitan dinero a ellos mismos para darle a los pobres que ellos mismos han creado. Es una forma además de protegerse contra la denuncia de esos movimientos más radicales que se autodenominan alterglobalizadores. Si nosotros, los del club, (digo nosotros porque ya me siento cerca) hacemos caridad compasiva, ya nadie podrá criticarnos que no tenemos en cuenta al resto del mundo y que somos unos egoístas sin escrúpulos. Si nosotros, los ricos, los muy ricos, los enormemente ricos apoyamos actividades humanitarias como vacunas, pozos de agua, reparto de alimentos estaremos interviniendo sobre las inevitables consecuencias de la injusticia y la destrucción que han creado nuestras industrias. Y por eso, porque limpiamos lo que ensuciamos, nadie podrá echarnos en cara nuestro supuesto egoísmo.



Así pues he encontrado mi verdadera vocación, mi objetivo en la vida, mi proyecto, mi aspiración Ya os iré contando como me va y como me siento cuando pase a ser primero del club de los 30 millones, luego del de los 10, luego del de los 100.000…. y cuando entre en el club de los 500 capitalistas compasivos os aseguro que os enterareis. El problema es que no creo que ni la Directora de Alandar ni el Consejo de Redacción me dejen contar mi evolución hacia ello en esta escalera. Da igual. Cuando sea un capitalista compasivo haré una donación a este periódico para que vena que no les guardo rencor


Del blog "Los jueves de 7 a 9"

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